En la región de Shikoku, al suroeste de Japón, se encuentra la prefectura de Ehime, donde se sitúa la histórica ciudad de Ozu. Esta localidad, que floreció como una ciudad-castillo a partir del siglo XVII, es reconocida por su valioso patrimonio histórico. Sin embargo, desde mediados del siglo XX, Ozu ha enfrentado desafíos significativos, como el envejecimiento de su población y un sostenido declive económico. Estas circunstancias han llevado al deterioro de muchas de sus casas tradicionales, provocando su abandono e incluso acercándolas a la demolición.
Para contrarrestar esta situación y preservar su riqueza cultural, se han implementado recientemente diversas iniciativas entre los sectores público y privado. Una de ellas incluye la creación de comercios y un hotel fragmentado, lo que ha mejorado el atractivo de la ciudad como destino turístico sostenible. Este esfuerzo le valió el Premio de Plata en el programa de certificación de Green Destination, un reconocimiento internacional a los destinos turísticos más sostenibles.
Experiencias en Ozu
Una de las experiencias más recomendables al visitar Ozu es hospedarse en el hotel descentralizado que opera en edificios históricos. Este concepto aprovecha casas de alto valor patrimonial, restaurándolas y respetando su esencia original. El proyecto, que comenzó en 2018, ha transformado más de 30 casas históricas en el antiguo distrito de Ozu. En lugar de concentrarse en un solo edificio, la recepción, las habitaciones y los restaurantes se distribuyen en distintas estructuras dentro de la ciudad, permitiendo a los visitantes circular por ella y entrar en contacto con los lugareños y su cultura. Así, Ozu se convierte en un gran espacio de hospedaje donde cada rincón conserva su historia y autenticidad.
Cada edificio del hotel tiene características únicas y su propia historia. La gran mayoría de las habitaciones ocupan un edificio completo, ofreciendo a los huéspedes la sensación de vivir en estas casas históricas, con privacidad y tranquilidad.
Otra experiencia exclusiva es la posibilidad de pernoctar en un castillo japonés tradicional. El Castillo de Ozu solo admite a grupos de entre 2 y 6 personas durante los meses de clima templado (primavera y otoño), en estancias de un día. Este alojamiento es una fortaleza construida a finales del periodo Kamakura (siglo XIV), que albergó a varios señores feudales a lo largo de la historia y cuyo torreón principal fue reconstruido minuciosamente, empleando materiales y técnicas originales en 2004.
La experiencia en el Castillo de Ozu comienza desde la planificación del viaje, donde el personal del hotel ofrece una atención excepcional y organiza actividades únicas, como el transporte desde el aeropuerto y un trato digno de verdaderos señores del castillo. Los huéspedes tienen la oportunidad de sumergirse en la atmósfera del Japón feudal al vestirse con trajes de época, ya sean kimonos o armaduras de samuráis, y participar en ceremonias tradicionales. Estas incluyen la entrada a caballo al castillo y la posibilidad de disfrutar de cenas y espectáculos de danza y música tradicionales, que rinden homenaje a las deidades sintoístas.
Además, Ozu ofrece tours guiados privados que resaltan su naturaleza, arquitectura y cultura. Entre las experiencias disponibles se incluyen recorridos por el casco histórico y paseos en bicicleta a lo largo del río Hiji. También se puede alquilar un barco para navegar por este río que atraviesa la ciudad.
Los visitantes también pueden participar en talleres de elaboración de papel japonés, perpetuando la fabricación del Ozu Washi (papel local), donde los artesanos comparten su oficio. Asimismo, es posible participar en una ceremonia tradicional de té en Garyu Sanso, un pabellón de té con vistas al río Hiji, o vivir la experiencia de convertirse en samurái, ataviado con una armadura en el Castillo de Ozu.
La iniciativa «Embajador Local» complementa estas experiencias al actuar como un puente entre los visitantes y los residentes de Ozu, transmitiendo la historia y el encanto de la ciudad a través de encuentros auténticos. Esta iniciativa involucra a numerosas empresas locales, lo que permite a los visitantes conocer y escuchar las experiencias y perspectivas de los habitantes sobre Ozu.
