Turismo Sociocultural: qué es y dónde practicarlo

La cultura es un activo imprescindible en la actividad turística; en diversos tipos de turismo, este elemento figura como un eje que direcciona el perfil del turista y los servicios existentes en la oferta de los destinos. No obstante, el factor cultural no solamente se ha incluido en el aparato turístico como un componente de gran relevancia, sino que también ha influido en tipologías de turismo como el turismo sociocultural.

El turismo sociocultural puede definirse como el desplazamiento de personas hacia destinos fuera de su lugar habitual con el objetivo de satisfacer intereses culturales, incluyendo el aprendizaje, la interacción con las comunidades locales y el conocimiento de su patrimonio material e inmaterial.

Este tipo de turismo tiene algunas características que le dan rasgos identitarios que lo distinguen y le dan un valor en el ámbito turístico de la actualidad porque busca experiencias más genuinas y responsables con su entorno.

Propicia la interacción con la comunidad local

Promueve el intercambio cultural entre visitantes y comunidades locales, propiciando el entendimiento mutuo y el respeto hacia las costumbres y tradiciones locales.

Búsqueda de la conexión con la cultura local

Fomenta el conocimiento y la apreciación del patrimonio, tanto tangible como intangible. Los turistas se involucran en actividades como la visita a museos, sitios arqueológicos, festivales culturales o incluso se incluyen en tradiciones vivas.

Tiene un enfoque educativo

Los turistas adquieren un aprendizaje significativo sobre la historia y la vida cotidiana de los destinos. Por otra parte, ayuda a combatir estereotipos y prejuicios mediante experiencias directas y auténticas.

Es sostenible

Promueve el desarrollo económico y social de las comunidades anfitrionas, priorizando la preservación de la identidad cultural y la minimización de impactos negativos, ya que el activo más importante son las sociedades y sus culturas.

Beneficios del turismo sociocultural

  • Constituye una fuente de ingresos sostenible y ayuda a revitalizar tradiciones que podrían estar en riesgo de desaparecer.
  • Fortalece el orgullo local y la identidad.
  • Proporciona experiencias únicas y enriquecedoras.
  • Promueve un aprendizaje profundo sobre otras formas de vida y perspectivas.
  • Diversifica la oferta turística y atrae a un segmento de turistas interesados en experiencias significativas y responsables.

Destinos para practicar turismo sociocultural

San Cristóbal de las Casas, Chiapas (México)

Conocido por su riqueza cultural y las tradiciones indígenas de las comunidades tzotziles y tzeltales.

Actividades: Visitas a mercados locales, talleres de textiles artesanales y participación en ceremonias tradicionales.

Pátzcuaro, Michoacán (México)

Destino famoso por la celebración del Día de Muertos y sus tradiciones purépechas llenas de color y mestizismo.

Actividades: Participación en festividades locales, aprendizaje sobre técnicas de artesanía en madera, barro y cobre.

Oaxaca de Juárez, Oaxaca (México)

Reconocido por su gastronomía, textiles y celebraciones tradicionales, como la Guelaguetza.

Actividades: Talleres de cocina oaxaqueña, visitas a talleres de alebrijes y degustaciones de mezcal con muestras del proceso de destilado.

San Juan Chamula, Chiapas (México)

Pueblo indígena conocido por su singular sincretismo religioso.

Actividades: Conocer los rituales realizados en el templo de San Juan Bautista y aprender sobre la vida comunitaria de los tzotziles.

Cusco (Perú)

Ciudad Patrimonio de la Humanidad: la capital del imperio inca es una de las maravillas arquitectónicas de Sudamérica, con un legado histórico único en el mundo.

Actividades: Visitas a Machu Picchu, talleres de tejido andino y participación en rituales tradicionales con comunidades quechuas.

Kyoto (Japón)

Ciudad conocida por sus templos históricos y tradiciones japonesas.

Actividades: Ceremonias del té, aprendizaje de caligrafía japonesa y vestimenta con kimono.

Fez (Marruecos)

Uno de los epicentros del mundo árabe, con construcciones religiosas de gran valor histórico como la Madrasa de Bou Inania.

Actividades: Talleres de cerámica, visitas a curtidurías tradicionales y clases de cocina marroquí.

Chiang Mai (Tailandia)

Región famosa por su cultura Lanna y la interacción con comunidades locales mediante actividades vivenciales.

Actividades: Talleres de artesanía, meditación en templos budistas y festivales como el Yi Peng (festival de linternas).

Isla de Bali (Indonesia)

Destino que combina naturaleza y espiritualidad, con profundas raíces hindúes.

Actividades: Clases de danza balinesa, participación en ceremonias en templos y aprendizaje de arte batik.

El turismo sociocultural está compuesto de tantas vertientes y variedades que, en muchas ocasiones, cuando se practica, no se sabe que se está practicando, o bien se confunde con el turismo cultural. Sin embargo, el turismo sociocultural propone una experiencia más profunda, prioriza la interacción directa con las personas y la creación de experiencias significativas.

Arturo Escobedo: 🇲🇽 Profesional en turismo especializado en desarrollo sostenible y social media con proyectos realizados en México, Perú y Colombia.
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