“Seré una nómada toda la vida, enamorada de lugares lejanos e inexplorados”
Isabelle Eberhardt
No es novedad conocer a mujeres viajeras que se haya atrevido a realizar su travesía sola, ya sea por motivos de estudio, placer, rebeldía o por amor…
Sin embargo, aún prevalecen diversos escepticismos y temores respecto a este tema reflejados en típicos cuestionamientos ¿y si pasa algo? ¿y si te roban?; ¡¿cómo vas a irte sola?! ¿y si te enfermas? […] Como dice una frase: si algo bueno te pasa, viaja para celebrar; si algo malo te pasa, viaja para olvidar; y si nada te pasa, viaja para que algo pase.
Dicen que una mujer, al desplazarse sola, puede hacer lo mismo que un hombre, pero con una dosis de preocupación extra… viajar va más allá que sólo ver lo que hay para ver, es iniciar un cambio en nuestras ideas respecto a lo que es vivir. Desde inicios de nuestra era y hasta los siglos XIX y XX, diversas mujeres viajeras supieron desafiar a su época enfrentándose a “empresas” propiamente masculinas, desde el peregrinar por Medio Oriente y desafiar la aviación, hasta descubrir y estudiar yacimientos arqueológicos… ellas, sin duda, te van a inspirar:
Índice
Egeria: peregrina & escritora
Fue una de las primeras mujeres viajeras de la historia que han sido documentadas. Se sabe es que entre el 381 y 382 d.C. viajó sola a Egipto, Palestina, Siria, Mesopotamia, Asia Menor y Constantinopla; posteriormente relató minuciosamente sus experiencias en el libro titulado Itinerarium ad Loca Sancta.
Isabelle Eberhardt: la viajera rebelde
Intrépida exploradora y escritora que, quien desde a temprana edad y adversa a su época, era una persona libre que rechazaba la moral europea siguiendo su camino en el Islam. Cuando sus padres perecieron, Isabelle sintió que ya no tenía nada que la atara y dedicó el resto de su vida a viajar por el norte de África. Por ello decidió vestir como hombre y se hacía llamar Si Mahmoud Essadi; lo que le permitió moverse por las sociedades árabes con mucha más libertad. Así, Eberhardt decidió adentrarse en el desierto, hasta que murió inesperadamente a los 27 años.
Entre algunos de sus libros destacan: “Los diarios de una nómada apasionada” “Notas de ruta: Marruecos, Argelia y Túnez”, “País de arena: relatos argelíes”.
Amelia Earhart: el desafío en persona
A corta edad, Amelia juntaba recortes de periódico con historias de mujeres que sobresalían en actividades que tradicionalmente eran protagonizadas por hombres… hasta que en 1928 fue la primera mujer en cruzar el Atlántico, imponiendo varias marcas: fue la primera mujer en hacer un vuelo solitario en el Atlántico, fue la primera persona en hacerlo dos veces y en el menor tiempo; y fue la primera mujer en volar la distancia más larga sin parar.
En 1934 cruzó el Pacífico, de Hawaii a California, y en 1935 comenzó a planear su vuelta al mundo sobre la línea ecuatorial. Durante ésta última misión, después de sobrevolar las Islas Nukumanu, cerca de Papúa Nueva Guinea, el avión en el que volaba desapareció. Earhart, tenía 39 años, y sus restos nunca fueron encontrados.
Fanny Stevenson: la viajera enamorada
Vagó por medio mundo para sentirse viva y dar una esperanza de vida al único hombre que amó: Robert Stevenson, novelista y poeta, autor de “La isla del tesoro”.
Fue pionera entre los buscadores de oro, pintora en el París de los impresionistas y aventurera hasta el extremo de irse a los mares de sur y formar con los indígenas una comunidad. Intentó ser madre, esposa, amante y pintora –nada sencillo en siglos pasados-. Siguió la estela de su gran amor por medio mundo, para buscar los climas más propicios a su tuberculosis y curarle.
Amante compañera, viajera, inconformista, soñadora, valiente. Fanny fue la gran viajera de los Mares del Sur hace más de 100 años…
Alice Dixon Le Plongeon: la viajera olvidada
Fue la primera y única mujer viajera de la península de Yucatán en el siglo XIX; la primera mujer exploradora de Chichén Itzá y Uxmal; la primera mujer que estudió y escribió acerca de la cultura maya viva, la primera profesional de la fotografía en la región; y una de las primeras escritoras que difundieron los detalles de la vida cotidiana, costumbres y tradiciones de los mayas yucatecos. Fue, de hecho, la primera mujer precursora de la antropología…
Junto a su hombre, Augustus Le Plongeon, vivió y trabajó durante once años en la península de Yucatán, fotografiando y estudiando los yacimientos arqueológicos precolombinos mayas en una época en que el origen y la historia de dicha cultura era aún oscura y poco conocida.
Viaja sin importar la edad ni la época, viaja no a donde te lleve el camino, viaja a donde no haya ninguno y deja tu propia huella.
“Todos tenemos océanos que atravesar, si nos atrevemos. ¿Es peligroso? Quizás. ¿Pero qué saben los sueños de límites?”
Amelia Earhart
Y tú… ¿te atreves a viajar sola?