10 cosas que no te dicen sobre trabajar en un crucero

De izquiera a derecha: Altamar, Altamar, Britania y Montenegro / Alejandra Pintor

Viajar por el mundo a bordo de un crucero es una actividad que a muchos les causa curiosidad. Resulta algo misterioso y fascinante a la vez. En las redes sociales se comparten fotos de la gente en crucero viviendo experiencias increíbles por todas partes del mundo. 

En particular, nosotros los latinos, al vivir en países con una economía inestable y difícil en general, aplicamos para trabajar en un crucero con la ilusión del empleo soñado en el que ganaremos un sueldo decente y viviremos viajando y conociendo el mundo. ¿Pero es realmente tan fascinante como parece?

Aquí les comparto 10 cosas que nadie te dice sobre trabajar en un crucero. Algunas positivas y otras no tanto. 

Pruebas médicas minuciosas antes de subir al crucero

Antes de poder subir a un crucero, debes saber que las empresas solo te aceptarán a bordo si te consideran en condiciones físicas y mentales óptimas para realizar tu trabajo, por lo que te mandarán a hacer exámenes de salud minuciosos para verificar que cuentas con las condiciones esperadas para sobrevivir 5 meses o más a bordo. Esto no quiere decir que no haya un médico que te vaya a atender alguna gripita o dolor de estómago que te pudiera dar durante tu contrato, pero, si ven que eres propenso a problemas de salud graves, no te aceptarán. 

Capacitación constante y simulacros de seguridad todas las semanas

Trabajar en un barco es como ser aeromoza en un avión: debes estar preparado para cualquier situación adversa que pudiera suceder. Tú, como tripulante, sin importar tu puesto de trabajo, debes tener conocimiento y estar capacitado para saber cómo reaccionar ante cualquier emergencia. Por lo tanto, antes de subir y una vez a bordo, te exigirán constante capacitación sobre temas de seguridad a la cual debes asistir al menos una vez a la quincena. Aunque esto puede variar según la naviera. 

In Port Manning o tripulación en puerto 

Cuando estás a punto de subirte a trabajar a un barco es común pensar que siempre podrás visitar todos los puertos que visites. Esto es un error. Como parte de los estándares de seguridad, en todas las navieras existe un deber llamado In Port Manning, que conciste en que un porcentaje mínimo de tripulación debe quedarse a bordo cuando se llega a un puerto. Esto con el fin de que si llega a suceder alguna emergencia estando atracado en un destino, este personal pueda auxiliar a los huéspedes que decidieron quedarse en el barco. Y claro, también debe estar abordo alguien del departamento encargado donde se originó la emergencia. Aunque debo mencionar que dependiendo de la naviera para la que trabajes, a algunos puestos no les exigen esta parte.

A veces solo podrás visitar un destino por 2 horas o menos 

A veces se piensa que al viajar por el mundo a través de crucero, se podrá visitar todos los destinos amplia y extensamente como cualquier turista con todo el tiempo del mundo. ¡Falso! Las jornadas de trabajo en un crucero suelen ser largas y extenuantes. El tiempo disponible que tengas para conocer un lugar va a depender mucho de tu puesto y de tu horario de trabajo. 

Normalmente, se visita un puerto de 8 a 10 horas solamente. A veces más, a veces menos. Si tu horario de trabajo es de 8 a 12 p.m. por ejemplo, luego tienes descanso de 12 a 4 p.m. y vuelves a entrar a turno a las 4 p.m., pero tienes que estar de regreso en el barco a las 3 p.m., pues tendrás sólo 3 horas para aunque sea probar la comida del restaurante que está enfrente del puerto y comprarte algún souvenir para decir que estuviste ahí. 

Vas a extrañar la comida de tu casa

¿Que la comida que se sirve en los barcos es de las cocinas más exquisitas del mundo? Tal vez, pero no para los tripulantes. Creo que está claro que hay un comedor exclusivo para los empleados. Aquí se sirve comida preparada especialmente para nosotros. Como en todo lo demás, va a variar dependiendo de la naviera, pero en general es un pequeño buffet en el que se ofrecen cosas básicas como arroz, frijoles, lechuga, papas, alguna carne y probablemente algún platillo hindú, ya que son ellos los que normalmente están a cargo de la cocina. Y así todos los días con algunas pequeñas variaciones. 

Vida social activa

Cuando vives en un barco, convives con la misma gente 24 horas, 7 días a la semana. La gente con la que trabajas es la gente con la que socializarás. Es por ello que es importante crear un buen ambiente de trabajo en el que puedas relajarte, divertirte y sentirte parte de la comunidad. Y esto, las navieras lo saben. 

En el famoso “Crew Bar” del barco, se llevan a cabo muchas fiestas y eventos todas las semanas. Las hay latinas, hindús, rockeras, karaokes, entre otras. Suele ser aquí donde se lleva a cabo la mayor interacción con gente de todos los departamentos. 

Las fiestas y eventos organizados varían según la naviera, pero en general debo decir que suelen ser muy buenas. Ya se imaginarán que en el barco también aplica decir que “lo que pasa en el barco… se queda en el barco”. 

No hay días de la semana

Para bien o para mal, cuando trabajas en un barco no importa si es domingo, lunes o viernes, solo importa si es día de puerto o día de mar. Todos los días se trabaja a menos que tengas día de descanso por algún motivo en especial. 

Sin embargo, para algunos su horario cambia dependiendo si estás en puerto o si estás en alta mar.  Esto es lo único que cuenta. Además, claro, te acostumbras a planear tus días dependiendo de los destinos que visitas. 

Conoces gente de todo el mundo y aprendes a convivir con diferentes culturas

En un barco siempre va a haber gente de todas partes del mundo trabajando ahí (aunque la mayoría sean hindús, filipinos y latinos). 

Esta es una de las partes más bonitas y mágicas de la experiencia de trabajar en un crucero. Trabajar aquí no sólo es conocer amigos de diferentes partes del mundo y aprender palabras en otra lengua, también es empatizar con las creencias, costumbres y tradiciones con las que crecieron tus compañeros de trabajos y maravillarte de que hay miles de perspectivas diferentes alrededor del mundo. ¿Ustedes sabían que las novelas mexicanas son superpopulares en Croacia y los croatas aprenden español viendo Marimar? Pues yo no sabía y morí de la risa cuando mi compañera de este país me dijo en español, con un tono serio y dramático (obviamente bromeando): “Estoy embarazada y el hijo es tuyo”.

Conocerás lugares increíbles que ni siquiera estaban en tu “Bucket list

Uno de los grandes beneficios de trabajar en un crucero es que conoces lugares que nunca te imaginaste que conocerías o que ni siquiera sabías que existían. ¿La Isla del Diablo en Guyana Francesa? ¿Boca da Valeria en Brasil? Sí, estos lugares existen y son hermosos. El primero es una isla paradisíaca virgen en la pequeña región de la Guyana Francesa, donde no hay nada, ni casas ni restaurantes, solo un pequeño alojamiento para 5 personas máximo y una increíble vegetación que te enamorará la vista y te dejará agradecido por haber conocido ese lugar. El segundo es una villa que se localiza en el río Amazonas, donde vive una pequeña comunidad brasileña que sobreviven a base de la comida que ahí mismo cosechan y de los pocos turistas que llegan en los barcos. También es un bello lugar con naturaleza virgen y cautivadora.

Vas a vivir en una cabina de 2 x 3 metros 

A menos que llegues a trabajar como oficial o en un puesto administrativo alto, siempre vas a compartir cabina y esta no te imagines que será como las hermosas suites que se le ofrecen a los huéspedes con vistas al mar. Las cabinas para tripulantes son muy pequeñas y solo con el espacio necesario para tus cosas.  Además ¿qué crees? Las cabinas para tripulantes también suelen estar hasta el frente del barco y en los pisos de hasta abajo; donde se siente más intenso el oleaje del océano. ¡Bienvenido a bordo! 

En definitiva, trabajar y vivir en un barco conlleva sus sacrificios. Estar lejos de casa y además estar encerrado en medio del mar con las mismas personas por meses, no siempre es fácil. Sin embargo, trabajar en un crucero es una experiencia única e increíble que no encontrarás en ninguno otro trabajo. En definitiva, creo que es una vivencia enriquecedora de la cual no tengo ningún arrepentimiento y me siento muy feliz y afortunada de haberla vivido.

Alejandra Pintor: 🇲🇽 Orgullosamente oaxaqueña y amante de los viajes y la aventura. He trabajado en el mundo del turismo y he viajado por todos los rincones del planeta a bordo de cruceros. Autora de la página web www.oaxacademiparati.com, proyecto personal el cual hago con pasión para dar a conocer lo mejor de mi estado.
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