5 cosas que extrañarás de México cuando viajes a Europa

Edificio de el Reichstag en Berlín, Alemania.

Cuando sales de un país latinoamericano para llegar por primera vez a Europa, siempre es bastante impactante (en el buen sentido de la palabra) y emocionante descubrir ese «nuevo mundo» cultural, histórico y tal vez glamuroso que estás a punto de vivir, pues es un continente económicamente más desarrollado que el tuyo, que el nuestro. 

Para mí, esa primera vez fue cuando viajé a Alemania para un intercambio universitario, como el de los Erasmus. Especialmente son en estas ocasiones cuando viajas como estudiante y te quedas un tiempo prolongado para convivir con la gente y la cultura de allá, que tienes la oportunidad de percibir las diferentes costumbres y hábitos de un país foráneo. 

Sin embargo, como mexicanos, y en general como latinos, estamos conscientes que nuestros países son únicos y, las costumbres, hábitos y «rarezas», nos hacen amar más nuestras raíces. Por ello quiero compartirte 5 cosas que estamos tan acostumbrados en México a tenerlas en el día a día, que a veces no las valoramos y las pasamos por alto.   

1. Los cerillitos

Los cerillitos son las personas, principalmente niños, que te ayudan a empacar tus compras en el supermercado luego de pagar en caja. Normalmente ellos no tienen un suelo y sus ganancias son gracias a las propinas que les dan.

Aunque ahora por la pandemia, reducir los cerillitos en los supermercados fue una medida de prevención, la verdad es que antes, como mexicanos, estábamos acostumbrados a tener alguien que nos «echara la mano» y no estar a las carreras por hacerlo todo junto a la vez; mientras que en Europa es de lo más común que la gente espera que tengas las habilidades de empacar rápido tus compras, pagar lo antes posible y no tener que hacer esperar largo tiempo a la persona que está después de ti, de lo contrario se molestan fácilmente.

2. Las tiendas y supermercados cierran muy temprano y no abren los domingos

Aunque admito que esto ha de ser una maravilla para la gente que trabaja ahí, para los mexicanos que estamos acostumbrados a poder ir al super incluso en días festivos o ir al Oxxo por el antojo de medianoche, en Europa es un poco molesto que te limiten a comprar antes de las 8 de la noche y a prever tus antojos para el domingo, pues este día realmente muy pocos comercios abren (solo unos cuantos restaurantes y cafés).

La enseñanza es que ellos realmente se toman en serio el domingo como un día de descanso.

He de aclarar que sí existe uno que otro supermercado que cierra hasta las 12 de la noche, pero son pocos y manejan precios muy altos.

3. Las maravillosas estufas de gas

En Alemania y en varios países de Europa es más común que en las casas se utilicen estufas eléctricas que de gas. Principalmente lo hacen por seguridad de los niños y prevenir accidentes con el fuego. Aunque esto puede resultar muy práctico, pude notar que la comida no se cocina igual que en una estufa de gas y que el sabor puede variar.

En mi opinión, creo que vale la pena aprender a ser cuidadoso y respetuoso con las cosas de la cocina y de esa forma mantener un sabor rico y casero. 

4. Comer pan rico y barato

Las panaderías en Alemania son como las tienditas de la esquina en México, encuentras una cada 10 pasos. Los panes son de verdad muy ricos, pero también muy caros en comparación a México. Los precios de la mayoría de las piezas, normalmente oscilan entre 1 euro con 50 centavos y 3 euros (¡más de 25 pesos mexicanos por una pieza de pan!). Obviamente tampoco encontrarás coches rondando por tu colonia vendiendo rico pan casero con la canción «del panadero con el pan«. 

5. Comer saludable y barato

No sólo el pan es caro, la fruta y la verdura también lo son. 

En México resulta realmente barato ir al mercado y surtir tu despensa con comida rica y nutritiva como manzanas, plátanos, zanahorias, jitomates o cualquier otra cosa que necesites para una rica ensalada o sopa muy nutritiva. Tenemos la gran ventaja de que contamos con microclimas y biodiversidad que permiten el crecimiento de frutas y vegetales deliciosos y buenos para la salud que no se encuentran en otros países y que además ¡son baratos!

Como conclusión, puedo decir que viajar te abre los ojos para apreciar lo que hay en otras partes del mundo, pero también para valorar lo que tenemos. Europa, como continente, es un destino hermoso y altamente atractivo turísticamente, pero no podemos negar que como nuestro bello México ¡no hay dos!.

Entre más viajo más orgullosa me siento de ser mexicana. 

Alejandra Pintor: 🇲🇽 Orgullosamente oaxaqueña y amante de los viajes y la aventura. He trabajado en el mundo del turismo y he viajado por todos los rincones del planeta a bordo de cruceros. Autora de la página web www.oaxacademiparati.com, proyecto personal el cual hago con pasión para dar a conocer lo mejor de mi estado.
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