El turismo es un sistema mucho más complejo que sólo viajar, ya que los generadores del movimiento turístico son nada más y nada menos que personas. Y en el que se crea un espacio donde se conjugan seres muy diversos, con diferentes características y realidades.
Si nos remitimos a la psicología social, entendemos que su estudio se enfoca principalmente en los fenómenos sociales, en este caso, el turismo. Y que su análisis nos permitirá conocer sobre la sociedad en la que se gesta este fenómeno, como así también, identificar los patrones de conducta de los individuos dentro de ese grupo específico (roles, acontecimientos que los afectan, etc.).
Es por ello, que el trabajo desde la psicología social del turismo se centra en el análisis y la interpretación del fenómeno turístico desde una dimensión social, en la que se generan interacciones entre los diferentes actores (turistas, comunidad receptora, empresas turísticas, etc.). Aplicarla permitirá llegar a comprender de manera profunda:
- Los procesos psicológicos individuales y sociales que se dan durante el desarrollo de la actividad turística.
- El comportamiento de los turistas (cómo usan su tiempo de ocio) y de los residentes del destino.
- Interrelaciones (entre los turistas y el destino, entre el turista y la comunidad receptora, o turista con otros turistas, etc.).
- De qué manera estos procesos sociales influyen en el destino y la actividad turística.
También se debe considerar la necesidad de mantenerse siempre actualizados en una sociedad dinámica, expuesta a los cambios constantes, que indudablemente repercuten en el comportamiento turístico. Por ello, además de interesante es importante que los profesionales del ámbito turístico puedan:
- Inadagar y analizar diversas motivaciones turísticas, que influirán en la elección o no de un destino, o de un tipo de alojamiento, la práctica de actividades turísticas específicas, la disponibilidad monetaria, entre otras.
- Definir distintos perfiles de turistas: con diversos gustos, criterios y características (personales, socioculturales, económicas).O detectar nuevos perfiles para satisfacer a su demanda.
Considerando que, al lograr comprender las actitudes y los comportamientos de los viajeros, los prestadores turísticos podrán establecer una mejor comunicación e interacción con cada uno de ellos y de esta manera satisfacer a sus expectativas y requerimientos. O por qué no, también superarlas.
Por todo lo anteriormente expuesto, aplicar el estudio de la psicología social en el turismo puede presentarse como una gran herramienta para el entendimiento principalmente de los turistas, como así también de cada uno de los actores que son parte del fenómeno turístico.
Y es así, que si nos enfocamos en su conducta podremos conocerlos y comprenderlos en profundidad, para saber cuáles son sus motivaciones, sus preocupaciones, sus necesidades o expectativas. Y finalmente capitalizar los resultados arrojados por el análisis psicosocial del fenómeno turístico, mediante el uso eficiente de la información obtenida, buscando implementar acciones para mejorar, permitiendo que el turismo se adapte y continúe creciendo: ya sea con el desarrollo de nuevas dimensiones turísticas o por qué no, innovando en nuevas formas de hacer turismo; potenciando destinos turísticos existentes o dando lugar al desarrollo de nuevos.