El transporte aéreo se ha convertido a través de los años en un aliado fundamental en lo que a materia turística se refiere. En el año 2009 la Air Transport Action Group (ATAG) publicó un informe donde ofrece datos y cifras que dejan asombrados a aquellos que no están ligados a esta inmensa industria.
El informe titulado “Los beneficios económicos y sociales del transporte aéreo 2008” nos demuestra que la aviación transporta a más 2,200 millones de personas durante un año, y más de 44 millones de carga. Para el turismo representa un pilar fundamental, pues es por este medio de transporte que se logran conectar personas, países y culturas. Por lo que se afirma que el 40% del turismo internacional se traslada por aire. Los alcances de esta industria son tales, que genera alrededor de 32 millones de puestos de trabajo, ya sea de manera directa o indirecta, y representa el 7.5% del Producto Interno Bruto Mundial (GDP).
Según el estudio, existen alrededor de 2,000 líneas aéreas en todo el mundo operando unos 23,000 aviones y utilizando unos 3,750 aeropuertos, el mayor tráfico aéreo registrado es el del viejo continente. En Europa se registra una media de 30,000 vuelos por día, según el departamento de la Unión Europea, para el año 2016 despegaron o aterrizaron cerca de 973 millones de personas de la UE, lo que significaba un aumento de 5.9% con respecto al año anterior. Es por ello que los primeros cuatro aeropuertos con mayor flujo de pasajeros se encuentran allí, estos son: el Heathrow en Londres, Charles de Gaulle en París, Shipol en Ámsterdam, y por último el de Frankfurt en Alemania.
Con todas estas cifras surgen varias interrogantes, sin embargo, la más importantes es ¿Cómo hacen para manejar tanto flujo de aviones en el aire? Pues bien, esto es gracias a las vías aéreas o aerovías, definido por la Real Academia Española como rutas establecidas para vuelos de los aviones comerciales, aunque en realidad pueden ser usadas por cualquier aeronave que se encuentre en el espacio aéreo. En ocasiones, algunas de estas aerovías son designadas sólo en un sentido, es decir, solo ida o solo regreso. Existen a su vez, las coordenadas de geoposicionamiento, puntos virtuales en el mapa que sirven como señales de tránsito. Estas son nombradas con una combinación de 5 caracteres de vocales y consonantes que sean fáciles de recordar y aunque pudieran no tener sentido, muchas veces corresponden a lugares de poblados cercanos, como por ejemplo: OKUDI, LISNA.
Las herramientas que se han ido diseñando para precisar la ruta a seguir por la aeronave han sido diversas y se han perfeccionado con el pasar de los años. Al inicio de la aviación los pilotos eran entrenados para que pudieran volar con una brújula y la vista, es decir, se iban guiando de acuerdo a la que podían ver; este método es conocido en el mundo aeronáutico como las reglas de vuelo visual o las VFR, las cuales forman parte de la formación básica de los pilotos. Luego de ello, se comienza a manejar lo que es la navegación a estima, técnica que se aplica con la aparición del navegador que le permitía al piloto maniobrar la aeronave mientras este calculaba velocidad, rumbo, vientos, etc.
Posterior a ello, aparecen lo que son las señales radioeléctricas, que son captadas por los receptores a bordo y permiten ir trazando la ruta por la cual el avión va pasando. Estas primeras radioayudas, conocidas como RDF, pronto fueron reemplazadas por el VOR, radiofaro omnidireccional VHF, un sistema similar pero más preciso y que hoy en día es con mucho el tipo de radioayuda más utilizado en todo el mundo. En los últimos años se ha incorporado también los dispositivos GPS, lo que ha permitido mejorar la precisión en cuanto a la ubicación del avión.
Gracias a todas estas herramientas y a muchas otras que se están aplicando en conjunto con el trabajo realizado por los controladores aéreos, que a su vez es digno de admirar, pues son ellos los encargados de controlar, planificar y administrar el tránsito de aeronaves tanto en espacios aéreos como dentro de los aeropuertos. Se ha logrado reducir el riesgo de algún siniestro entre aviones.
A pesar de todos los beneficios que nos trae esta actividad, esta también tiene un impacto directo sobre el medioambiente, sobre todo en ruido y emisiones que afectan la calidad del aire y el clima. Su desarrollo es la causante del 2% de CO2 y los encargados de llevarlo a cabo han asumido su responsabilidad en ello y se han comprometido a mitigar el impacto que este tiene sobre nuestro planeta sin que eso sea impedimento para preservar sus beneficios económicos y sociales.