Siempre he pensado que el arte es una forma de expresión pura y sincera, sin rodeos. Es canal y mensaje al mismo tiempo que anhela llegar a su receptor, ser aceptado, escuchado, visto, sentido y experimentado por sus espectadores.
El artista busca comunicarse directa o indirectamente utilizando diversas técnicas y materiales a través de los cuales manifiesta sus sentimientos, creencias, conocimientos, experiencias, en fin; su perspectiva y su forma de ver la vida.
El viajero, no obstante, no busca lo suyo propio, más bien busca conocer diversas culturas, diversos paisajes, vivir nuevas experiencias, ver la vida a través de diversas perspectivas. Anhela admirar la creación de otros, y es ahí donde se unen estos dos grandes conceptos, Turismo y Arte, ambos satisfacen sus necesidades a través del otro: “El turismo es querer conocer y el arte quiere darse a conocer, ser reconocido y valorado”.
Si bien es cierto que el arte es muy extenso, partiendo de la vana premisa actual que todo puede ser considerado arte, enfoquémonos pues en cuatro conceptos ampliamente ligados: cultura, patrimonio, bellas artes y arte popular (artesanías), de los cuales el turismo se ha asido para beneficios no solamente económicos, sino también sociales y de conservación del patrimonio, creando experiencias “únicas” a través de productos turísticos que en muchos de los casos se conforman de obras de arte tomadas como recursos culturales.
Desde museos, galerías de arte, eventos culturales, hasta mercados de artesanías y arte urbano en las avenidas. Todos estos utilizados para generar una imagen propia (marca) de un destino en particular.
Y es que no podríamos concebir la oferta de turismo cultural de la CDMX sin el tan famoso Museo Nacional de Antropología e Historia por ejemplo, o la Ciudad de Zacatecas sin su hermosa catedral barroca de cantera rosada, o a Guanajuato sin su gran Festival Internacional Cervantino, o a Puebla sin su Talavera con denominación de origen.
Si tomamos en cuenta que las redes sociales se han convertido en las nuevas postales de la imagen viajera, entenderemos la importancia de las imágenes que hacen únicos a los destinos.
¿Cómo el arte ayuda al turismo y el turismo ayuda al arte?
Sencillamente existe un apoyo mutuo.
Desde hace ya un tiempo, el turismo ha sido una alternativa maleable, ya que se puede utilizar en diversos ámbitos tales como la cultura, la naturaleza, la ecología, la valorización del patrimonio, la educación, entre otros.
El turismo se ha utilizado para contrarrestar problemas como la violencia, la pobreza, la discriminación, etc.
El ámbito artístico no es la excepción ya que el turismo puede ser utilizado como medio para que una obra sea conocida y reconocida, dándole la importancia que merece, así como también el arte puede servir como atractivo que motive al turista a viajar al destino deseado
Por ultimo manifiesto que usemos con responsabilidad a estas dos enormes disciplinas: turismo y arte, ya que ambas merecen respeto y se complementan desde cualquier perspectiva que se vea.
Turismo como impulsor del arte o arte como impulsor turístico.
