Cuando hablamos de belleza sabemos que es un tema muy amplio e inspirador, cada persona tiene su propia definición de belleza, y es que cómo no enamorarse de lo agradable para los sentidos. Diariamente observamos en las redes sociales hermosos paisajes naturales que nos animan a visitarlos, o entornos artísticos/culturales que igualmente nos hacen admirar tanto al artista como a su obra.
Hoy abordaremos a la estética tomando en cuenta la definición, que de acuerdo a la RAE, es: disciplina filosófica que se encarga de estudiar a la belleza propiamente en el ámbito artístico y natural.
No confundir con turismo estético, el cual engloba al turismo que busca a través de las cirugías, un cambio en la estética personal.
Aclarado el punto, tal ves nos preguntemos, ¿qué relación tiene la estética con el turismo?
Y la respuesta es: ¡todo! Tomemos en cuenta que el turismo busca dar a conocer destinos de manera responsable, a través del desarrollo de productos turísticos que engloban tanto establecimientos que brinden los servicios necesarios como atractivos que satisfigan la necesidad del viajero en conocer más. Por otro lado, la estética busca entender desde una perspectiva filosófica qué es la belleza y porqué el ser humano la concibe como tal.
En otras palabras, el turismo busca la belleza a través de los espacios, llámese paisajes naturales o centros urbanos culturales creados por el ser humano, mientras que la estética analiza a la belleza a través de dichos espacios, como por ejemplo los museos que son entornos diseñados con el único propósito de propiciar un encuentro entre las obras artísticas, diversos fenómenos sociales, económicos, tecnológicos, etc., y el visitante, que puede ser turista o gente del mismo lugar.
Dicha relación, entre turismo y estética está cada vez mas fomentada, ya que día a día los destinos se maquillan, mejorando su apariencia superficial y también su calidad en cuanto a experiencias. No se puede hablar de destinos sin tomar en cuenta la belleza de los mismos, porque son el motivador principal para hacer que una persona se interese en trasladarse de un lugar a otro, como dice el refrán: “El amor entra por los ojos.”
Hay otro punto que quisiera abordar y es el de los establecimientos turísticos, ya que son parte fundamental de la experiencia del turista o viajero dentro de su destino deseado.
Los establecimientos turísticos son otra forma de crear espacios agradables donde el turista se sienta tranquilo y feliz. Ya que como bien sabemos, el turista busca conocer nuevos lugares pero también, escapar de su rutina de estrés y trabajo, y la solución puede ser por ejemplo los resorts, que son justamente espacios creados para que el turista descanse a través de diversos elementos que juntos forman entornos con tal belleza que el turista no desee irse.
Pero no sólo los resorts pueden ofrecer este tipo de experiencias, sino también pequeños establecimientos, llámese cafeterías locales, hostales comunitarios, centros artísticos, etc., que buscan fomentar espacios que inviten a la interacción cultural entre locales y visitantes creando estética por sí sola.