Después de mi vuelta por Bruselas, seguí con mi visita por los Países Bajos rumbo al norte, Groninga. Y pasé unos días en un monumento y además B&B, en concreto en De Drie Vlasbloemen, que significa Las Tres Flores de lino.
En De Drie Vlasbloemen tienes la posibilidad de alojarte justo en el centro de la ciudad, con vista a los canales que te permiten poder disfrutar de unas preciosas panorámicas de postal y ubicado en la mejor zona de Groninga, repleto de bares, restaurantes, tiendas, comercios y a orillas del río A, ahora llamado Hoge der A. Es sin duda uno de los muelles más bellos de esta ciudad hanseática.
Es un monumento tan maravillosamente mágico, tiene un jardín que te pierde en medio del centro de la ciudad, en donde aún puedes escuchar el silencio mezclado con algún canto de los pájaros, la decoración y todo hace que te transportes al siglo XIV.
Los dueños, la familia de Jongh – de Veij Mestdagh me comentaron que es una casa grande y muy emocionante y que no solo puedes quedarte aquí y desayunar, sino que hay mucho más que experimentar, y me gustó la idea..
Fue justamente entonces cuando estaban casi acabando con la restauración del monumento y ese día se encontraban decidiendo sobre si era el momento para retocar o no el color de las flores de lino: y yo me atreví a preguntar de qué flores hablaban, ya que siempre pensé que se hablaba de tulipanes en Holanda, pero ¿las flores de lino?.
Y fue cuando el encargado de la restauración, Mark Geluk me las enseñó, estaban allí, justo en medio del edificio a unos 7 metros de altura…
Y me contó un poquito de la historia. Me comentó que se trataba de un monumento nacional, De Drie Vlasbloemen fue construido alrededor del año 1350 como un almacén residencial. En 1650, la casa fue ampliada y reconstruida por la familia Vlasblom. En lo alto de la llamativa fachada, hay un muro de piedra con tres brillantes flores de lino azul púrpura y el nombre Vlasblom. El edificio fue renovado en 1898 por el arquitecto HPBerlage.
Y yo no sé ustedes, pero yo no tengo el lujo de pasar tiempo en lugares con tanta historia.
Mark Geluk me comentó que solamente les faltaba por pintar las flores y con ello ya acababa ese lindo proyecto de restauración del monumento. Mi cara se iluminó y siguiendo con el consejo de experimentar que me había dado el dueño de la casa tuve una idea… en ese momento llegó Lex van de Zwaag, -especialista en colores de monumentos- y fue cuando me uní a la conversación y me ofrecí como voluntaria para pintar las flores… asombrados de mi propuesta debatieron y me preguntaron que si yo sabía pintar… y les dije que soy fan de Frida Kahlo, he pintado de pequeña… que si me dan esa oportunidad yo pintaré esas flores con todo el amor y respeto que se merece una casa con toda esa historia. Finalmente decidieron darme esa posibilidad, el dueño de la casa y los restauradores estaban de acuerdo y yo encantada.
Recuerdo que subí al andamio, es la primera vez que lo había hecho, un aire fresco, era agosto y subí con los colores y las brochas.
Una vez arriba, la ciudad se ve tan maravillosamente diferente, me sentí tan especial… así que comencé a pintar y sentí como si lo hubiese hecho durante toda mi vida, yo estaba tan feliz y agradecida por el gesto.
Al bajar no paraba de mirar las flores, quien me conoce sabe que mis flores favoritas son los tulipanes, pero ahora en mi corazón también tengo las flores de lino del De Drie Vlasbloemen de Groninga.
Me siento orgullosa de haber dejado un granito de mi en esta ciudad acogedora y que cuida su arquitectura como el primer día de construcción.
He regresado por navidad y os dejo la foto de postal navideña. Mark Geluk me ha enseñado un libro que han publicado donde sale la historia, las fotos de la casa y también aparecen las flores de lino. Realmente una linda experiencia y feliz de que los holandeses confiaran en mí. Gracias Groninga.
