La identidad cultural de los pueblos y nacionalidades ecuatorianas se ven reflejados en diferentes ámbitos tales como: vestimenta, habla, tradiciones ancestrales, etc., caracterizando y diferenciando cada uno de ellos, haciéndolos únicos en sus diferentes manifestaciones culturales.
Un aspecto que se considera relevante y que caracteriza a los ecuatorianos es su gastronomía; sin duda alguna el Ecuador tiene una diversidad gastronómica que considero es muestra de identidad cultural y que debería manifestarse al mundo.
Por lo tanto, apostarle a la gastronomía como un producto turístico tomando como ejemplo a España en Europa, y Perú y México en Latinoamérica, debe ser el reto para Ecuador y así buscar incrementar las visitas de turistas con el objetivo de conocer y degustar las delicias gastronómicas que ofrece el país.
Dentro de la diversidad gastronómica lo más rescatable por muchos chefs internacionales que han visitado y degustado de la gastronomía del Ecuador, es la diversidad de menús que se oferta en costa, sierra y amazonia, reflejando así la identidad ecuatoriana.
Hoy en día la demanda turística sobre experiencias vivenciales ha tenido gran acogida, es decir que los turistas demandan más sensaciones, únicas e irrepetibles. Por lo que es necesario implementar este tipo de ofertas en beneficio de un turismo sostenible y sustentable.
La relación turismo y gastronomía es muy poco aprovechada en Ecuador, la diversidad y calidad de platos típicos representan un potencial atractivo para quienes les interesa probar cosas nuevas y diferentes. Explorar este ámbito como una oferta de turismo sería una excelente opción puesto que, al ser un elemento «tangible» mantiene la ventaja frente a otras ofertas, el mismo hecho de poder ofrecer experiencias que transmitan el patrimonio cultural inmaterial de los ecuatorianos, es un plus en esta oferta turística.
Considero que se debe fortalecer el ámbito gastronómico en el país con el afán de fomentar una cultura gastronómica y no enmarcarse en el hecho de sólo prestar un servicio de alimentación, sino que generar ofertas que brinden experiencias gastronómicas únicas e irrepetibles a los turistas.
Un ejemplo podría ser un restaurante donde el turista pueda apreciar los procesos de elaboración de los diferentes platos que va a degustar y qué mejor si puede ser partícipe del mismo. Teniendo en cuenta que la capacidad con la que se transmita y brinde la mejor experiencia al consumidor será la clave para poder despuntar en este tipo de experiencias a ofertar.
El éxito en el desarrollo de un turismo gastronómico debe ser el resultado de un consenso entre el sector público y privado, con el afán de mejorar y brindar siempre servicios de calidad y promocionar a nivel mundial la diversidad gastronómica del país.