Hay lugares que al visitarlos nos transmiten la sensación de haber dejado México atrás y estar en otro país. O de haber viajado en el tiempo y estar de vuelta en el pasado. Los lugares que logran hacernos sentir esa magia son especiales, inolvidables y únicos. San Rafael, Veracruz es uno de ellos.
Déjame llevarte a descubrir este lugar que ha sido fuente de inspiración para escritores, escenario de rodajes de viejas películas y destino de recreo y relajación de algunos artistas.
Dos horas hacia el norte del puerto de Veracruz, bordeado por las aguas del río Filobobos y dominado por el verdor de sus cultivos de plátano, naranja y limón, es donde se encuentra San Rafael, un municipio que guarda un sinfín de historias fascinantes y que obsequia un contraste entre el presente y el pasado.
Su origen se remonta hasta el año 1833, cuando los primeros pobladores provenientes en su mayoría de Dijón, Francia, (actualmente Champlitte) buscaban mejores condiciones de vida y decidieron embarcarse y cruzar el atlántico liderados por Estéfano Guenot. El grupo de campesinos llegó a la ribera del río Nautla y se asentaron en el sitio conocido como Jicaltepec, perteneciente al municipio de San Rafael, en donde lucharon contra las inclemencias del clima y se dedicaron a trabajar duro para salir adelante y progresar. La colonia de migrantes franceses fue creciendo y poblando las diversas partes de San Rafael, que actualmente, es un pueblo orgulloso de su pasado y un punto de encuentro entre ambas culturas.
Para el visitante que desea empaparse del pasado y conocer más sobre la historia de la llegada de los primeros pobladores franceses, nada mejor que ir al poblado de Jicaltepec, en donde están algunas de las casas más antiguas de la zona y muchas otras que aún conservan el estilo propio del pasado. Puedes cruzar por el puente colgante, darte una vuelta por el parque con su iglesia antigua y andar por las pintorescas callecitas para descubrir los secretos de este lugar. Si vas por la tarde, podrás disfrutar de un bello atardecer frente a las tranquilas aguas del río.
San Rafael guarda evidencia de la herencia francesa en sus casas, en sus parques, sus iglesias y en muchas de sus calles principales, así lo demuestran los monumentos típicos como El Quijote, la Torre del reloj y el Monumento al Cortador de Plátano. Asimismo, algunos de sus hoteles te ofrecen una experiencia de vuelta al pasado con su decoración antigua y su estilo único, en donde parece que te trasladas en el tiempo y vuelves al origen y a los primeros años de este lugar.
También está el Museo San Rafael, que cuenta un poco sobre la historia y la cultura de la región. En sus salas de exposición se conservan utensilios antiguos, vestigios arqueológicos y muchos otros objetos que se han hallado en los alrededores de la comunidad.
La herencia francesa también se puede constatar en su gastronomía. La fusión franco mexicana es protagonista en muchos de sus guisos y en su repostería. Es común que los turistas siempre carguen con los aclamados quesos La Noria, los riquísimos vinos Stivalet y las ya clásicas Galletas Doña Rosa.
San Rafael tiene las puertas abiertas para recibir a sus visitantes todo el año, sin embargo la mejor fecha para visitarlo sin duda es el verano, pues durante los meses de junio y julio se llevan a cabo algunas de sus festividades más conocidas, como el Carnaval de San Rafael. Otros eventos que se ofrecen cada año son la gran subasta ganadera y diversos festejos artísticos, deportivos y culturales previos al carnaval, encabezados por los reyes y reinas de cada año. También se puede aprovechar del agradable clima de esta temporada para visitar su playa y degustar exquisitos platillos en sus restaurantes o hacer alguna excursión cercana, pues alrededor de San Rafael hay una gran variedad de atractivos para todos los gustos.
Para los cazadores de lo extremo se encuentran los rápidos de Filobobos y la cascada El Encanto, para los amantes de lo ecológico, está el centro tortuguero del hotel ecoturístico Istirinchá, y para los que gustan de zonas arqueológicas, a menos de una hora están las pirámides del Tajín. Como ves, las opciones para darse una vuelta y pasar un día especial junto a la familia o amigos son muchas.
Así que si estás en busca de un pequeño rincón para pasar unas buenas vacaciones, visita San Rafael, un pedacito de Francia en México.