México ofrece un sinfín de experiencias en toda su extensión: bravura y calor en el norte; historia y tequila en el centro; y legado indígena en el sur.
Este verano, aprovechando el periodo vacacional, visité la hermosa ciudad colonial de Querétaro, y además, no pude dejar de lado la oportunidad de visitar el tan acogedor pueblo del cual es tan característica la muñeca Otomí o también llamada Muñequita María: Amealco de Bonfil.
¿Cuál es la razón que te lleva a dejar a un lado los días rutinarios? La respuesta a la pregunta anterior podrían ser: el enfado, la atracción hacia algún lugar por su riqueza natural, cultural, histórica o su gastronomía, su clima; y sellar tu experiencia con la inocencia y simpatía de las personas que en él residen.
Este verano estuve de visita en Amealco, un muy confortable pueblo perteneciente al municipio del mismo nombre en el estado de Querétaro.
Si tu ubicación es en la ciudad colonial de Querétaro, deberás tomar la carretera federal 57 Querétaro- México, después quédate muy atento, toma la desviación Galindo- Amealco y por ultimo incorpórate a la carretera federal 120 hasta llegar a Amealco.
Al principio este viaje fue una experiencia natural, la ruta que lleva hacia Amealco está rodeada de altos y verdes árboles y pinos; además algunos de los detalles que adornan sus terrenos son las piedras apiladas que delimitan a cada uno de ellos. El clima agradable, al igual que sus muy humildes habitantes le da un toque de hospitalidad a este pueblo.
Mi arribo a este pueblo se dio alrededor de las 10 de la mañana. Disfrutando los 13°, empecé mí recorrido por la plaza Constitución en donde te despertarán las campanas de la Parroquia de Santa María construida a partir de los siglos XVII y XIX y además, desde tempranas horas del día se hacen presentes las artesanas vistiendo sus trajes muy tradicionales y de mucho valor para ellos y para los mexicanos amantes de la cultura. Ellas ofrecen en pequeños puestos sus tan lindas artesanías que van desde llaveros, servilletas, bolsos, accesorios hasta las más lindas muñequitas Marías (Muñeca Otomí).
Un poco más tarde recorrimos el pueblo por sus calles empedradas y domicilios muy coloridos en busca de los platillos más típicos de la región, como lo son el Chicharrón de res, la deliciosa barbacoa y su consomé, y el famoso pulque y los vinos frutales. También nos alcanzó el olor de su delicioso pan artesanal.
A un costado de la plaza, se encuentra el museo de la muñeca artesanal, único en su género en todo el país; en este se encuentran una cuantas vitrinas llenas de muñecas de diferentes tamaños y con diversos atuendos muy valiosos y reconocidos por los habitantes de la región. Faldas cortas, largas, holanes y encajes con mucha o poca tela que aunque son diferentes los atuendos cada uno cuenta con un encanto propio.
Aproximadamente 500 familias dedican sus días a la elaboración de estas artesanías en sus domicilios o en talleres de Santiago Mexquititlán y San Ildefonso. Las técnicas de elaboración de artesanías se practican desde tempranas edades, es como un patrimonio familiar que se hereda a nuevas generaciones.
Las auténticas Muñecas artesanales de Amealco son Patrimonio Cultural del Estado de Querétaro con el objetivo de preservar las tradiciones, costumbres y raíces del municipio de Amealco de Bonfil.