La Torre Latinoamericana o también conocida como “La Latino” es un edificio que representa actualmente un gran atractivo turístico para todos los visitantes a la Ciudad de México, debido principalmente a su gran altura de 182 metros (incluida la antena), cuya magnitud la ha convertido en un emblema de la ciudad.
Está catalogada como monumento artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Su inauguración se dio el 30 de abril de 1956 y estuvo a cargo de los mejores ingenieros del mundo en ese entonces, Leonardo Zeevaert y Augusto H. Álvarez quienes tardaron 8 años en su construcción.
Inspirado en el Empire State Building de Nueva York, el proyecto fue ordenado por la compañía de seguros “La Latinoamericana S.A”, a quien debe su nombre y era en ese momento la más alta de América Latina. Desde 1956 hasta 1972 tuvo el reconocimiento de ser el rascacielos más alto del mundo fuera de Estados Unidos y por consiguiente de México.
Es un símbolo de la ingeniería moderna y sobre todo mexicana, que ha servido de ejemplo para la construcción de futuros edificios en el mundo, puesto que su cimentación ha sido probada por tres sismos de gran fuerza, como lo son el de 1957, 1985 y 2006, a los que ha resistido sin sufrir prácticamente ningún daño. Precisamente el sismo de 1957 la hizo merecedora al premio del Instituto Americano de la Construcción de Acero, por ser el edificio más alto que jamás haya sido expuesto a una enorme fuerza sísmica.
Tiene una altura de 182 metros, cuenta con 44 pisos y 25 mil toneladas de peso.
La resistencia a estos sismos se explica debido a su sistema de vibración, capaz de inyectar agua del sótano, aumentar la presión de un lado, bajarla del otro y almacenar agua en las cisternas para aumentar el peso. Cuando ocurre un sismo, el movimiento de la torre hace que absorba gran parte del movimiento de la tierra, lo que ocasiona que los desplazamientos no sean tan grandes.
De igual manera, las ventanas de cristal tienen movimiento y absorben el desplazamiento del edificio, lo que evita que se rompan los vidrios.
El mirador de la torre latino, ubicado en el piso más alto, es su principal atractivo. Por su céntrica ubicación, desde ahí se puede apreciar gran parte de la Ciudad de México; es visitado cada año por más de medio millón de personas, desde gente local hasta turistas nacionales y extranjeros. Pero también cuenta con dos museos dedicados al Bicentenario de México y a la historia de la capital del país, cafetería y tiendas de suvenirs.
Dentro de los sucesos curiosos y trágicos, este edificio cuenta con 3 casos de suicidio de personas que se lanzaron desde su mirador y trabajadores aseguran escuchar voces en sus pasillos y escaleras.
Actualmente se busca la remodelación del aluminio de la torre y la instalación de nuevos vidrios térmicamente más eficientes para aprovechar mejor la energía, esto, además ayudará a que continúe siendo un lugar seguro y atractivo, pero respetando sus materiales originales. Se pretende que el dinero para estas obras se obtenga de la reconexión de dos pantallas publicitaras en la parte superior y exterior de la torre.
Para saber:
En este lugar laboran un promedio de dos mil personas.
Hoy en día, la empresa de comunicaciones, Grupo Radio Fórmula, transmite desde aquí a toda la ciudad y el Valle de México en el 104.1 de FM.
Asimismo, en sus instalaciones cuenta con una sucursal bancaria, una tienda de teléfonos móviles, un restaurante, diferentes comercios y oficinas de diferentes compañías, todo en los 36 pisos destinados para renta.
