Nunca nadie se habría imaginado que, de un día para otro, íbamos a tener un cambio tan acelerado de estándares, protocolos y procedimientos para tareas que antes considerábamos sencillas.
Como colaboradora del departamento de Servicio al Cliente, solía pensar que todos estos cambios no afectarían ¨tan directamente¨ en mi área. Mi trabajo se enfoca en la orientación de visitantes dentro de un parque, solución de problemas, apoyar al visitante en lo que se requiera -siempre y cuando esté a nuestro alcance claro-, identificación y manejo de áreas de oportunidad, por no decir problemas, apoyo en logística de eventos internos, ya sea culturales o deportivos, entre otras cosas.
En lo personal, me es muy gratificante interactuar con muchas personas; siempre he tenido la idea de que trabajando en y por el turismo, todos los días tendrás la oportunidad de aprender algo nuevo, y es realmente increíble la cantidad de personas con las que puedes interactuar en un solo día; pero qué pasa cuando esto se convierte en una amenaza, qué haces cuando de repente te ves en medio de un mar de personas que desconoces si se han preocupado por su salud al igual que tú.
Ahí es en donde te das cuenta de la enorme cantidad de cambios que ha habido en tan pocos meses; antes podías dar un saludo o un gracias con solo una sonrisa, hoy dicen: «tienes que sonreír con los ojos», -exacto: ¡gracias cubrebocas!-; si sabías que alguien estaba festejando algo, podías incluso dar abrazos o saludos sin pena, pero ahora dime, «actualmente, ¿lo harías?» Abrazar a un desconocido pasó a ser una actividad casi prohibida, un gesto tan común, ahora es algo que no podemos tomar tan a la ligera.
Siempre en cualquier empresa, se busca hacer sentir al cliente como en casa, pero ahora, además, es sumamente importante recalcar la importancia del distanciamiento físico, el uso de cubrebocas y el constante lavado de manos, así como el uso de gel antibacterial. Sí, justo como en casa, ya que como hemos escuchado a lo largo de ya varios meses, esto ya es parte de nuestra “nueva normalidad”, lo difícil es, cuando alguien quiere disfrutar como antes haciendo caso omiso a todas estas recomendaciones. He ahí el cambio, la transición y claro, la capacidad de adaptación que vemos en todas las personas que nos rodean; es en donde a pesar de que nos incomode o de plano no nos guste, nos vemos en la necesidad de seguir estos nuevos protocolos. Enseñar con el ejemplo, hacer evidente que no solo me cuido a mí, sino también a mi familia, amigos y a todos los que pasan por nuestra vida aunque sea por un minuto.
Muchas personas dicen: «no viajes, no salgas de casa, no te arriesgues», pero ¿y si vivimos de eso? ¿Qué hacemos si nuestro trabajo depende de esto? ¿darías esta recomendación? Creo que la respuesta de mis compañeros sería un gran NO, no porque no seamos conscientes de la situación, al contrario, pero considero que, como todos, queremos seguir teniendo la oportunidad de desempeñarnos en lo que tanto disfrutamos.
Sigue viajando, sigue visitando ese restaurante que tanto te gusta, conoce aquello que tanto anhelaste alguna vez. Hoy en día, no te cuesta nada investigar y conocer los nuevos protocolos de cada lugar, las nuevas reglas de cada espacio, y después de esto, atrévete a seguir disfrutando de nuevas experiencias, cuidándote y cuidando a los tuyos. Lo dije anteriormente, aquí es donde vemos la capacidad de adaptarnos.
Ahora, considero que quienes trabajamos en servicio al cliente en el ámbito turístico, tenemos como prioridad, la mega tarea de dar a conocer la importancia de seguir estos nuevos protocolos, no se trata de solo dar recomendaciones o soluciones, se trata de mantener la unión con las familias y amigos aún con la palabra distanciamiento al frente, mantener la sonrisa aún con un cubrebocas y sobre todo, tener la oportunidad de seguir haciendo recuerdos.