Julio Bruno es uno de los directivos más visionarios, exitosos y reconocidos del panorama mediático a nivel mundial, CEO de Time Out Group, compañía líder internacional, nacida en Londres, en el campo de los medios de comunicación y el ocio. En esta entrevista, Bruno nos habla del Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea, y de cómo esta nueva configuración internacional va a repercutir en las relaciones entre los países, en el turismo y en el resto de los sectores, en una época muy complicada de pandemia.
La carrera de este español universal, ciudadano del mundo (actualmente vive a caballo entre Londres y Nueva York), cuyas máximas virtudes son la honestidad, el optimismo y la pasión, está repleta de éxitos como haber hecho de Time Out una empresa rentable y con futuro a raíz de una exitosa operación de bolsa. Sus reconocimientos internacionales, abarcando sectores como el turismo, la tecnología, el comercio electrónico y los medios de comunicación.
¿En qué medida va a cambiar el panorama comercial en Europa con el Brexit?
El acuerdo firmado en las últimas horas de 2020, cuando toda Europa se enfrenta a una de las mayores crisis económicas desde la Segunda Guerra Mundial, se ve de diferente manera dentro y fuera de Reino Unido.
Para los británicos parece que se ha completado una etapa, que traerá dificultades, pero, como en el pasado, se podrán solventar; y desde Europa, aunque los mercados financieros han respirado tranquilos con la firma del acuerdo, aún no están contando con las dificultades a medio y largo plazo, que sin duda llegarán. El Reino Unido pasa a ser un país tercero fuera del ámbito europeo con nuevos aranceles que antes no existían, cupos y cuotas de pesca y acuerdos bilaterales nuevos que crean una fricción comercial que hasta ahora no existía. Esto, unido a la conclusión de la libre circulación de trabajadores, dificultará aún más la relación comercial. Aun así, el Reino Unido seguirá siendo un aliado estratégico para Europa y viceversa.
¿Cómo cree que se van a ver afectadas las relaciones a nivel comercial y político entre España y Reino Unido?
No es lo mismo comerciar libremente dentro de un macro-espacio europeo que pasar a ser un país tercero con aduanas, aranceles, visados, etc. En resumidas cuentas: sin las ventajas fiscales y comerciales que la Unión Europea representa. Ya se han dado casos de empresas que han tenido que detener su actividad, al no contar con todos los permisos y licencias, que anteriormente no eran necesarios. Esta nueva burocracia no facilita el comercio como antes, pero tampoco lo hace imposible.
Recordemos que desde el pasado 1 de enero, todas las empresas españolas que quieran exportar volverán a tener que cruzar la frontera con Reino Unido, con toda la burocracia e impuestos que conlleva.
A nivel político, cada uno irá por su cuenta. Los acuerdos políticos y las relaciones exteriores de la Unión será cosa de los 27 miembros, así mismo el Reino Unido tomará sus propias decisiones, que es lo que querían. Imagino que como socios estratégicos de la UE, las cuestiones políticas se discutirán en reuniones bilaterales, pero ya fuera de un ámbito de socio y más como competidor.
¿Cómo ha influido el Covid-19 en la nueva relación de fuerzas entre Reino Unido y el resto de Europa?
Esta pandemia ha cambiado el mundo durante los últimos 10 meses y, en la medida que se pueda acelerar la campaña de vacunación en la UE en comparación con otros países, puede ayudarnos a relanzar la economía de nuestros países, activar las empresas, olvidar los confinamientos totales o parciales de nuestras ciudades o activar el turismo nacional e internacional nuevamente. El Covid-19 en el fondo nos ha “hermanado” a todos en la miseria compartida. Todos padecemos las mismas penurias y anhelamos las mismas soluciones.
El anuncio de poder crear un pasaporte de vacunación que podría habilitar para viajar sin exigencias de test ni cuarentenas no ha sido mal visto por la Comisión Europea, ni por muchos de los socios, y sería otro paso más para posicionar Europa un paso por delante de otros países.
¿Qué le ha parecido la comunicación sobre el Brexit en el resto de los países: rigurosa, correcta, deficitaria…?
En general en todos los países ha habido una falta de comunicación en tiempo y forma cercana a los ciudadanos y a las empresas. 2020 ha sido el año de las pocas certezas y de las muchas incógnitas, a las que tampoco ha ayudado la llegada de una pandemia, que ha centrado el foco de las noticias en sus efectos devastadores para cientos de miles de personas y empresas. Europa ha tenido varios años para digerir que Gran Bretaña salía de la Unión, y tras el shock inicial del divorcio impuesto, cuando ha llegado – Covid-19 por medio- ha pasado un poco de puntillas y casi con cierto alivio. Un problema menos en el que pensar.
¿Hay sector/es profesionales que se van a ver perjudicados con el Brexit?
Además de lo que ya hemos hablado de aranceles, aduanas y fricción en el comercio, todos los sectores van a padecer las consecuencias del Brexit. Si la libra cae afectará a las compras de las empresas y particulares británicos, ya que deberán pagar en euros, y al revés si sube. En cualquier caso, creo que los sectores que pueden notar más las consecuencias de este nuevo paradigma son el comercio al por mayor, la fabricación de vehículos de motor, la actividad textil y después la agricultura, la ganadería y la pesca, aunque al acuerdo al que se ha llegado los deja en una mejor situación. El sector financiero es un capítulo aparte, ya que Londres era la plaza central para la bolsa de valores, el mercado de futuros en Europa y en muchos casos la central europea de muchas multinacionales. Esto ha cambiado, ya que al no ser parte de la Unión no pueden continuar siendo sede europea de muchas empresas, habiéndose mudado estas a Europa y dejando una filial británica en Londres en muchos casos.
¿Las relaciones turísticas entre España y Reino Unido se van a ver perjudicadas?
No creo. Es cierto que al Brexit se ha unido el Covid-19, y desde muchas instituciones se está solicitando para empresarios y autónomos la ampliación de las ayudas económicas durante este 2021, un año que aún no sabemos si se podrá salvar; pero según vuelva la tranquilidad gracias a las vacunas y los test masivos, el sector turístico se volverá a reactivar. Un británico o un español no tendrán necesidad de solicitar visado para sus vacaciones, y se podrá viajar con el DNI hasta el próximo 1 de octubre, después será obligatorio el pasaporte, una molestia, pero no una ruptura. El británico va a seguir buscando el sol, la buena comida, cultura y demás, y España es un referente mundial en el turismo por sus servicios, su gente, su calidad, su variedad y sus precios.
¿En qué medida este nuevo marco va a afectar a Time Out?
Time Out es una empresa global con presencia en 58 países y contenido en 328 ciudades a nivel mundial con lo que no afecta a nuestro día a día. Nuestra sede mundial seguirá estando en Londres, ciudad que nos vio nacer. En España seguimos teniendo nuestras sedes en Barcelona y Madrid. Si acaso nos da pena que el Reino Unido no sea ya parte de la Unión Europea, pero es más a nivel personal que profesional.
¿El concepto de ocio y viajes ha cambiado mucho a raíz del Covid-19, en el mundo?
Soy muy optimista con respecto a la vacunación, por lo que espero que en algunos meses podamos volver a disfrutar de la oferta de ocio, tal y como lo hacíamos antes de la pandemia. En cuanto a los viajes, tendremos que ser más cautos en el medio plazo, pero una vez que la mayor parte de la población esté vacunada, viajar de forma segura será de nuevo una realidad. Al fin y al cabo, somos seres sociales y estamos deseando poder volver a hacer todo lo que hacíamos: viajar, ir a restaurantes, ir a espectáculos… No estamos hechos para concebir el mundo en dos dimensiones, necesitamos 3D.
¿Piensa que va a ser más complicado en el día a día residir en Londres, con los controles en las fronteras o las visas de trabajo?
Obviamente, el proceso burocrático se va a incrementar, como he comentado antes. Por otro lado, los controles fronterizos van a ser más exhaustivos y rigurosos en los aeropuertos, lo que conlleva un tiempo de espera adicional. Será como ir a un país fuera de la Unión Europea, es cuestión de acostumbrarse.
A nivel de trabajo efectivamente esto ha cambiado radicalmente. Ya no se puede viajar desde un país de la Unión y ponerse a trabajar al día siguiente sin más permisos. Ahora se necesitará obtener visado de trabajo, lo que conlleva un proceso largo y complicado y unos requisitos mínimos para la entrada. Los residentes que hayan formalizado su residencia tanto temporal (“pre-settled status”) como permanente (settled) no van a tener ningún problema.
¿Cómo es vivir y trabajar fuera de España?
Sin lugar a dudas es una oportunidad para crecer profesional y personalmente. En mi caso particular, he pasado más de la mitad de mi vida residiendo en otros países, lo que me ha permitido tener una visión global y experimentar el mundo desde otros puntos de vista y otras culturas. Esa experiencia ha sido clave para mi desarrollo profesional y no la cambiaría por nada. España es mi tierra, donde está la mayor parte de mi familia y donde regreso cada vez que puedo. Sigo pensando que es difícil vivir tan bien como en España, con todos sus defectos y sus muchas virtudes.
Usted ha declarado querer volver o acercarse más a su patria. El Brexit ¿le va a alejar más de volver?
Considero que a Europa la salida de la Unión Europea de Reino Unido no la beneficia y viceversa, por lo que no solo no creo que ahora sea más feliz, si no que entiendo que lo sentirán como una derrota. De la misma forma, creo que en el medio plazo también Reino Unido lamentará esta decisión y confío incluso en que algún día se revierta. Respecto a si esta cuestión me va a alejar más de volver a España cuando así lo decida, pienso que no, de hecho, es una opción que veo cada vez más posible si las circunstancias se dan. Hay muchas cosas buenas que hacer en España.