Seguramente usted ha escuchado hablar alguna vez sobre el carnaval de Río de Janeiro en Brasil o el Carnaval de Barranquilla en Colombia que son algunas de las varias festividades existentes dentro de Latinoamérica y que son las más esperadas por espectadores de todo el mundo, y es obvio el interés debido a sus singulares formas de agasajar, pues cada país celebra el carnaval con sus tradiciones y culturas diferentes, pero ¿ha escuchado acerca del carnaval de Guamote?, A pesar de que cada carnaval tiene su esencia única, todos tienen algo en común y es que se convirtieron en un legado para sus descendientes, inmortalizando de esta manera la palabra “carnaval”.
Guamote es un cantón ubicado en la provincia de Chimborazo en el país de Ecuador a los pies del majestuoso volcán Chimborazo y a tan solo 45 minutos de la ciudad de Riobamba, es un lugar que ha sido y sigue siendo la cuna de nobles indígenas y mestizos. El Taita Carnaval de Guamote tiene su origen que data de la época de la conquista de los españoles, quienes trajeron a América estas costumbres como: el disfraz, los carros alegóricos, los toros, el juego con agua y polvo, que sin tener filosofía alguna llenan de diversión y alegría; pero los antepasados no sólo festejaban el carnaval como diversión, más bien ellos involucraban sentimientos. Los Incas adoraban al sol y a la tierra, es por esto que por los meses de marzo y septiembre con la llegada del equinoccio comenzaban a brotar las semillas y realizaban bailes y danzas, brindando de esta manera homenaje a la Pachamama con el fin de que les bendiga con buenas cosechas.
Como resultado se da una mezcla de dos culturas, la española y la indígena: la una por pura diversión y la otra por sentido ritualístico, convirtiendo de este carnaval único en todo el mundo, que se ve reflejado en su tradición rítmica y colorida en el folclore mestizo. Cada año las autoridades y los pobladores del cantón despliegan todos sus esfuerzos, organizan y preparan un programa especial en el que se desarrolla en casi dos semanas de fiesta.
Índice
Fiesta y danza del pueblo indígena
Comienza esta festividad en el estadio Municipal, donde participan todos los Guamoteños en la fiesta y danza del pueblo indígena, en la que llegan desde todos los rincones del cantón con infinidad de grupos que se presentan ante un jurado integrado por personalidades ilustres a que encabeza su alcalde, a más de deleitarse con danzas y bailes, califican el arte presentado ante ellos. Cada grupo participante hace su aparición en la escena con atuendos llamativos y coloridos, sus armoniosas voces matizan la danza con bocinas rondadores, tambores e instrumentos musicales antiguos y tradicionales, los varones son los más entusiastas a la hora del baile, se disfrazan con anacos y sombreros personificando auténticas mujeres que danzan armoniosamente con los ritmos autóctonos.
El grupo que con su música acompaña al rey del carnaval en su recorrido, se le conoce con el nombre de warmi tukushkas. Entre música, aguardiente y bailes, los indígenas comparten con el alcalde comida típica de la zona y la tradicional chicha en una mesa decorada en el suelo con ponchos y bayetas. Los espectadores lanzan harina y carioca a los rostros de los participantes mientras desfilan ante el jurado con sus presentaciones de tradiciones y leyendas como la fiesta brava al son del popular toro barroso, durante esta gran fiesta los indígenas comparten en sus corazones la emoción de sentir el espíritu del Taita Carnaval.
Los guamoteños respetan sus costumbres y tradiciones y jamás olvidan su verdadera esencia, por eso cada año el carnaval tiene su reina y su rey. El rey recibe respeto y veneración así como ofrendas y bendiciones de los denominados jochantes que otorgan al rey regalos o jochas demostrando a través de reses de sacrificio, comida, bandas, danzas y más, el respeto y cariño que le profesan. La res de sacrificio es uno de los regalos más antiguos y desde el tiempo de los Incas simboliza la fuerza y valor de la raza indígena, por eso se ha convertido en una costumbre que se transmite de generación en generación.
Festival artístico
Otra costumbre es la realización de un festival artístico musical con la participación de importantes estrellas de la canción, como Ángel Guaraca nacido en el cantón de Guamote, artista que con su auténtica música ecuatoriana se ha ganado el cariño y la admiración de sus seguidores ídolos de multitudes.
La Fiesta de San Carlitos
Se realiza una eucaristía en la capilla que lleva su nombre con la finalidad de bendecir los ropajes y galas que lucirá el rey en la noche de su coronación; varias personas concurren a esta capilla, los organizadores llevan en sus manos una capa, corona banda y cetro, ropaje que el sacerdote a través de sus oraciones y del agua bendita le augura al rey bendiciones y triunfos.
Desfile de comparsas
En medio de alegría e ilusión de los habitantes del Cantón Guamote y los turistas que se contagian con la calidez y el espíritu, se desarrolla el desfile o pregón de la fiesta del carnaval, en un despliego lleno de colores, música, danza y comparsas sin perder en ningún momento las tradiciones y costumbres. Sin lugar a dudas resulta difícil no compartir con los guamoteños un trago de whisky, puro de caña o la común entre ellos, chichita, que se constituye en la manera más humilde de demostrar a los extranjeros la calidad humana y el amor que poseen los pobladores. En su mayoría, los grupos de bailarines interpretan el folclore de la sierra de los páramos de los indígenas ecuatorianos, los hombres vestidos con los tradicionales zamarros de montar ponchos y bocinas, las mujeres con sus anacos bayetas y sombreros que muestran el arte de su alma y sobre todo el amor por su tierra; también se pueden observar los majestuosos carros alegóricos finamente elaborados y decorados que ponen el detalle de elegancia y fantasía a la fiesta del carnaval. Las hermosas reinas engalanan el desfile con su belleza y simpatía.
Plaza de toros
En la mañana siguiente después de la coronación del nuevo rey, todos se dirigen a la plaza de toros para convertirse en actores y espectadores del más grande motivador del carnaval, la fiesta taurina. A un costado de la plaza se improvisan tarimas que han sido decoradas sutilmente conocidas como palcos, desde allí el rey y su corte se deleitan de su fiesta brava, de pronto sin toros en la plaza se abre la barrera e ingresa un inmenso cortejo encabezado por el rey, seguido por la banda de música; todos bailan, cantan y son recibidos con gran emoción y múltiples aplausos por parte del pueblo. Continuando la fiesta, uno a uno saltan al ruedo a lidiar con el toro, mientras esto sucede la banda de pueblo nunca detiene su especialidad: las alegres melodías del carnaval al son de las bocinas.
El Carnaval murió
Luego de casi dos semanas de fiesta, el último día en la tarde todos se apresuran a llegar a la casa del rey porque el carnaval ha muerto, preparan una caja en forma de ataúd de color blanco que guarda en su interior botellas de whisky, huevos de gallina, cuernos de toro, copas rotas, resto de comida y chicha, es decir los sobrantes del carnaval; este ritual tiene un significado espiritual ya que en el ataúd va parte de su vivencia que se convertirá en semilla fértil para el próximo año, aquí se disfraza un hombre de viuda, llora y se lamenta sin cesar por su muerte, todos dan una vuelta por la ciudad hasta llegar a la plaza de toros, sitio elegido para el entierro. Al son de las coplas del carnaval y la vasija de barro, todos acompañan al cortejo fúnebre. Esta quien lleva el ataúd en los hombros, quien lleva la cruz, quienes cargan las coronas y sobre todo la loca viuda, todos bailan, cantan y lloran, y aunque parezca mentira, la mayoría llora de verdad.
Comienza el ritual del entierro que para los guamoteños es sagrado, después inmediatamente proceden a enterrar el ataúd como si se tratara de un ser humano; todos los acompañantes dan sus adioses a la mítica y significativa caja y arrojan un puñado de tierra y las coronas cobre el ataúd, y finalmente colocan la cruz. Se ha enterrado al Taita Carnaval, la viuda entrega en manos el nuevo rey de carnaval. Para entonces ya se conoce quién será el nuevo rey y los embajadores del carnaval del año siguiente. Dan una vuelta al ruedo saludando al público que baila y canta el carnaval hasta que llegue la noche y es ahí donde la fiesta termina con alegría y buen humor. En cada mes de febrero, Guamote abre sus puertas para recibir a todos quienes quieran compartir esta tradición tan antigua.