Últimamente a causa del COVID-19, escuchamos con mayor frecuencia la cancelación de vuelos, cierre de fronteras y cierre de aeropuertos que ocasionan innumerables cambios de itinerarios y de planes en los turistas o viajes previstos. Lo cual generó un caos en todas las aerolíneas comerciales, ya que no se encontraban preparadas para responder a tal número de reclamaciones, cambios, protecciones y cancelaciones que debieron emitir para afectar lo menos posible a sus clientes y poder continuar operando con el menor impacto posible, sin embargo, al no haberse enfrentado nunca a tal eventualidad se ocasionaron diversas quejas, mala publicidad, pérdida de clientes y listas interminables de reembolsos, cambios de itinerarios, entre otros. Convirtiéndose esta enfermedad en la afectación más grave que haya tenido la aviación comercial.
No obstante, la aviación se encuentra expuesta a diversas circunstancias que pueden repercutir en el retraso o la cancelación misma de un vuelo, lo cual implica un cambio en los itinerarios de los viajeros generando la pérdida de reservaciones o el viaje en sí. Dichas repercusiones pueden ser tanto internas, como externas con base en quien recaiga la responsabilidad de dicha afección.
En el entendido de que una demora es considerada cuando existe retraso en la llegada o salida de un vuelo y una cancelación la interrupción o anulación de un vuelo programado, las aerolíneas han establecido causas probables que pueden ser atribuibles a la empresa en sí, conocidas como repercusiones internas que varían dependiendo del área que ocasione esta irregularidad, por lo que de acuerdo con La ley General de Aviación Civil, la aerolínea es responsable de compensar y proteger a sus pasajeros.
Por otra parte, las demoras y cancelaciones por causas externas, son aquellas que por su origen no son atribuibles o generan responsabilidad a la aerolínea, esto significa que no tiene la obligación de compensar al pasajero en ningún caso, sin embargo, es su responsabilidad informar de manera oportuna y clara la situación real a cada uno de los pasajeros.
Las demoras y cancelaciones INTERNAS imputables a las aerolíneas pueden ser por causas operacionales como: tardanza o discrepancia en el abordaje, sobreventa, diferencia en el control de equipajes, lentitud en las recargas de combustible o la limpieza de las aeronaves, irregularidades con el número de comidas abordo, documentación errónea de tripulación, pasajeros o aeronave, cambios de ruta, cambios en la planeación de las aeronaves, entre otros.
Otra causa interna es el mantenimiento, ésta causa de demora y/o cancelación puede deberse a la tardanza de entrega en algún mantenimiento programado o bien algún defecto o daño hallado o producido de manera repentina, por impacto de aves, cambios en la configuración, etc. Todo lo anterior puede llevar a la necesidad de refacciones o un cambio completo de la aeronave.
También pueden presentarse anomalías con la tripulación. Si bien cada tripulante tiene un rol establecido de manera mensual, también se tiene la posibilidad de que tengan cambios en sus llamados, por ausencia de otros tripulantes, enfermedad, falta de documentos, cambio de itinerario de último momento, vencimiento en sus entrenamientos o vuelos de entrenamiento.
Por estos motivos, la aerolínea deberá emitir compensaciones o protección a sus pasajeros de acuerdo y bajo las políticas previamente sujetas a aprobación por la autoridad aérea correspondiente.
Asimismo, las causas EXTERNAS de demoras y/o cancelaciones corresponden principalmente a las condiciones meteorológicas tanto del destino como del lugar de origen, que va desde una baja visibilidad, lluvia, tormentas, vientos que exceden los límites de seguridad, erupciones volcánicas, fumarolas de lava y ceniza, huracanes, etc. Incluyen además en este rango de causa de demora o cancelación la alteración o cambio en la seguridad aeroportuaria; no hay otra cosa más importante en un vuelo que la seguridad por lo que alguna inspección requerida no será interrumpida por la salida o llegada de algún vuelo, la seguridad es “prioridad”; y finalmente el control de tráfico aéreo, es otra de las demoras no imputables a las aerolíneas, lo cual puede incluir cambio de pistas, de rutas, restricción o cierre de pistas, pistas cerradas, remolque o arranque de motores tardíos.
Todo lo anterior es solo un pequeño listado de las condiciones hostiles que repercuten en un vuelo comercial, las cuales pueden ser las causas que originen el retraso a tu destino.