estudiante con computadora

Estudiar turismo y estar en una pandemia no son cosas que se lleven muy bien, ¿verdad? Pareciera ser una broma cuando se presenta la escena de un estudiante de turismo inspirado en viajar, disfrutar, ser libre, y que en cambio, esté obligado a estudiar en su habitación encerrado por una pandemia que nos tiene paralizados. Ojalá fuera una broma, pero esta es la realidad que nos tocó vivir.

Ser estudiante de turismo podría ya implicar cierto “riesgo” por salir de lo tradicional, al menos si nos referimos al hecho de romper el patrón respecto a lo que quieres en tu futuro y es que, al menos para mí, se podría decir que fue parte del «contrato» para tomar tal decisión. Es decir, ¿qué podríamos obtener al estudiar esto?, ¿viajar, escapar de casa, conocer otros mundos?, ¿y qué conseguimos, quedarnos encerrados en casa? Suena bastante irónico, ¿no? Así parece cuando visualizamos aquel joven aprendiz, lleno de sueños y hambriento de libertad, quedándose en casa encerrado.

Entrando en juego con la imagen que tenemos de los estudiantes, podemos visualizar una persona que se consideraría amante de la aventura y libertad, como puede ser que no sea el caso y esta haya sido su oportunidad de serlo. Sin embargo, este suceso mundial nos ha debilitado las expectativas y en más de una ocasión, decepcionado respecto a lo que creíamos que sería.

Entonces, ¿qué es ser un estudiante de turismo en pandemia? Esto es muy subjetivo, pues hay tantas realidades diferentes que no es posible tomar un solo ángulo. Pero sí podemos resumir dos perspectivas: por un lado, aquellos que empezaron antes de la pandemia y les impactó fuertemente el abrupto cambio de estar en la universidad o en alguna práctica laboral, aprendiendo de un mundo que estaba en su peak, en donde su rol implicaría aprender bajo el motivo de ser quien entrega una experiencia inolvidable a los turistas que sobrepase sus expectativas, para finalmente caer de aquella nube hacia lo que pareciera ser un mundo de parálisis turística que nunca antes se había visto. Por otro lado, esto fue una gran desilusión para los “nuevos” de primer año, ¿y cómo no? Si estábamos en el inicio de la carrera, hambrientos de aprendizaje y conocer el mundo, donde lo que menos pensábamos era encerrarnos por más de un año para estudiar algo en lo cual lo que menos se piensa es en estar dentro de cuatro paredes frente a la computadora durante gran parte del día a día.

Pero esto une ambas perspectivas generales bajo la máxima: «buscar cómo enfrentar en estas condiciones el futuro, y tomar consciencia que ¡seremos parte de este gran cambio!» Y sí, nadie puede negar que ha sido difícil, el turismo se ha visto fuertemente afectado: esto se relata a través de cómo los profesores buscan las maneras más didácticas posibles de enseñarnos, cómo los trabajadores han tenido que buscar mil maneras de salir a la luz en estos momentos de crisis, cómo ha sido difícil para aquellos que ansiaban viajar hacia lugares desconocidos e incluso quienes utilizaban esto como una ruta de escape para empezar desde cero, pero ¿qué se puede hacer ahora? 

Quizás antes habríamos pensado que era lo peor del mundo, pero ya no más. Considera esto como una “pausa” o algo similar, donde debíamos detener el mundo para analizar qué estábamos haciendo, cómo debemos mejorar y valorar lo que debería permanecer. Este es un mundo diferente donde vemos la realidad y el impacto que generábamos, esta es una nueva era donde nuestros futuros pares se están educando nuevamente, analizando sus errores para no cometerlos más y levantarse con fuerza, porque sí será posible. 

De tal manera, considero que ser estudiantes de turismo ahora, es una oportunidad para ser el cambio que merecemos. Ser el “antes y después”. Aprender de aquellos que ya tienen experiencia, ser un ejemplo para las otras generaciones estudiantiles, y quizás esta es una señal de usar este encierro para instruirse en algo nuevo, recordando que estamos estudiando algo donde debemos saber de muchas materias, ya sea idiomas, psicología, economía, historia, entre un montón más.

Entonces, te invito a reflexionar, «¿por qué no vemos esto, siendo estudiantes de turismo en pandemia, como una parte de este camino que está en constante cambio, como una oportunidad para crecer?» A pesar de que creas que vas atrasado, no entiendes esta modalidad online o que estás bloqueado, hoy vales más por estar resistiendo para resurgir en una posible nueva ola del turismo. 

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Por Valentina Castro Labrín

🇨🇱 Estudiante de Ingeniería en Turismo y Hotelería, Universidad Andrés Bello. Joven aspirante a crear un cambio en el turismo. "Estudiar turismo implica rescatar momentos y crear aventuras inolvidables, construir nuevas historias".

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