Plaza_de_la_Constitucion_Ciudad_de_Mexico_CityPlaza de la Constitución (Zócalo) en la Ciudad de México.

Como resultado de los problemas de la balanza de pagos, en nuestro país se empezó a buscar y tratar de descubrir la posibilidad de obtener ingresos a través de productos diferentes al “oro negro”. Dentro de este contexto, el fenómeno turístico se consideró como una posible fuente de divisas.

Desafortunadamente para nuestro país, y muchos de Latinoamérica, el sistema cambiario adoptado con el dólar, ha determinado la captación del llamado turismo “barato”, es decir, viajeros de pocos recursos que vienen a gastar poco y a comprar lo menos posible dentro del país (turismo conocido como de “mochila” o de “mochileros”).

Lo que determina la elección de México como destino turístico por parte de los extranjeros, son los bajos precios (casi en toda la República), lo han descubierto como un destino vacacional barato. Las agencias de viajes internacionales se interesaron en nuestro país y empezaron a ofrecer “paquetes turísticos” (transportes, hospedaje y alimentos) básicamente para nuestro gran mercado: Estados Unidos y Canadá.

Dada esta situación es necesario preguntarse: ¿cuáles son las posibilidades reales que ofrece actualmente México para reorientar su mercado de turistas hacia segmentos de mayores ingresos?, ¿cuáles alternativas u opciones diferentes a los paquetes y destinos baratos se tienen en nuestro país?

Administradores y empresarios en el sector turístico en nuestra nación parecen estar convencidos que el turismo “barato” es un turismo coyuntural y que, por lo tanto, se requiere desarrollar estrategias que permitan una captación más selectiva de turistas a través del ofrecimiento de servicios de mayor calidad y más sofisticados que los actuales. Sin embargo, a pesar de que los dirigentes del turismo en México parecen tener claro lo que se debe hacer en el futuro, no se percibe con igual claridad cómo lo van a lograr. La brecha que existe entre el turismo que nos visita y el deseado a largo plazo, está llena de interrogantes que giran alrededor de la posibilidad de evitar una serie de cuellos de botella y restricciones, las cuales limitan claramente el desarrollo turístico en nuestro querido México.

Una posibilidad que surge del llamado turismo alternativo y del esquema de los paquetes vacacionales novedosos, pero dirigido a una menor escala, es el denominado turismo de aventura (para un turismo de mayores ingresos) y el turismo rural (para un turismo de menores recursos), como una opción interesante.

La diversidad natural, el excelente clima y la belleza inigualable de los paisajes nacionales nos hace reflexionar que las potencialidades turísticas se encuentran aquí (México) para ser aprovechadas racional y conscientemente. Sin embargo, se debe tener presente que en ocasiones no es necesario tener suficientes atractivos turísticos naturales; el turismo debe sostenerse básicamente en una infraestructura, equipamiento y servicios de muy alta calidad, además de otros atractivos, por supuesto.

La poca existencia de servicios públicos y privados, de recursos humanos capacitados, de transporte y la falta de infraestructura adecuada en casi todo el país, es el común denominador de los problemas a los que tienen que enfrentarse los administradores mexicanos dentro del sector turístico, en su intento por responder, lo más pronto posible, al vertiginoso aumento de la demanda turística. Razón que dificulta observar, en corto plazo, el desarrollo de un servicio turístico capaz de avanzar hacia una actividad más competitiva internacionalmente con una mayor importancia en los servicios que en los bajos precios.

En consecuencia, los protagonistas del turismo en México han escogido la figura del paquete vacacional tradicional y de los paquetes cerrados (all – inclusive) como una forma de garantizar un cumplimiento “razonable” de lo esperado del turista. Esto lógicamente reduce el efecto multiplicador del gasto turístico, pero desde la perspectiva de los administradores y empresarios, es la única forma de disminuir el riesgo que determinan los cuellos de botella y las limitaciones comentadas.

Por otro lado, el producto turístico se define como un agregado de servicios prestados por diferentes organismos e instituciones, lo que caracteriza la actividad como altamente riesgosa cuando la posibilidad de combinar esos servicios es pobre en calidad y en cantidad. En México, se observa una tendencia marcada hacia la integración vertical con el objetivo de disminuir la incertidumbre que existe alrededor de la presentación y la calidad del servicio.

La oferta de paquetes formados por la agrupación de varios servicios, permite fijar un precio global que signifique para el empresario un margen mayor y la posibilidad de obtener ganancias más atractivas.

Esta marcada tendencia hacia la integración vertical tiene un precio: el sacrificio de la especialización y la eficiencia. Las empresas en lugar de dedicarse a realizar bien una sola actividad se dedican a distintos servicios a la vez, únicamente con el propósito de no depender de terceros y garantizar que el servicio será prestado.

El nivel gerencial de las personas comprometidas en la actividad turística se puede comparar muy favorablemente con el visto en organizaciones exitosas de otros sectores del país. Los actores del turismo son individuos que, en su gran mayoría, están laborando con los escasos recursos disponibles para brindar un servicio que guste en el mercado. Estamos en un proceso de formación de una clase importante, que hace tiempo atrás no existía.

Aunque el turismo se ha desarrollado como un producto secundario de la política cambiaria, sus características, en la actualidad, no le permiten definirlo como una actividad con personalidad propia y con las ventajas competitivas de largo plazo. Desarrollar el turismo no es depender de un peso devaluado para atraer turistas, por el contrario, requiere de un esfuerzo importante en materia de inversiones públicas, privadas, en normativa, regulaciones, leyes y en formación de recursos humanos. Si pretendemos ser un país cabalmente turístico, los esfuerzos en ese sentido deben tomarse en serio, de lo contrario, continuaremos siendo receptores de turismo “barato”.

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Por Mauricio Sotelo Arriaga

🇲🇽 Lic. en Turismo. Pasión, disciplina y voluntad: ingredientes indispensables para mostrar amor por el turismo.

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