Durante la pasada Feria Internacional del Turismo de Interior (INTUR), celebrada en la ciudad castellana de Valladolid, ha tenido lugar el nombramiento de la Capital Española de la Gastronomía 2022. El título ha recaído en la ciudad andaluza de Sanlúcar de Barrameda, en la provincia de Cádiz. Durante el próximo año, se realizarán numerosas actividades que darán a conocer los tesoros gastronómicos de Sanlúcar de Barrameda en muchos de los 150 establecimientos hosteleros de la zona.
Esta distinción supone la mayor plataforma de promoción gastronómica de España, enmarcándose en el programa de acciones conmemorativas del V Centenario de la Primera Vuelta al Mundo, de Magallanes y Elcano.
Sanlúcar de Barrameda es la tercera localidad andaluza, después de Huelva y Almería en conseguir este premio gastronómico, que se ha conseguido gracias al apoyo ciudadano, a sus riquezas gastronómicas, a su clima excepcional, a su naturaleza incomparable como el Parque Natural de Doñana y a su tradicional hospitalidad sureña que han resultado argumentos imbatibles para el Jurado.
Los productos de tierra y de mar de Sanlúcar son de grandísima calidad como dos de sus mejores embajadores, el vino de Manzanilla, uno de los mejores del mundo, y los langostinos.
Además, la cocina de esta zona equilibra tradición e innovación, como pocas. La Marca de Calidad «Langostino de Sanlúcar» se ha consolidado como la garantía de un producto único e identitario y destaca por su sabor único. Es un crustáceo que se consume principalmente fresco. Su carne es muy apreciada. Cocido, frito o formando parte de cualquier guiso de tradición marinera, es siempre una opción garantizada. La lonja de Bonanza facturó en 2020 más de 2,9 millones de euros por las ventas del langostino.
La Manzanilla, por su parte, cuenta con el marchamo de la Denominación de Origen «Manzanilla de Sanlúcar» que desde 1964 supervisa con esmero las bondades de este oloroso único. Sanlúcar de Barrameda también se integra en la Denominación de Origen Jerez. Para los expertos «las manzanillas finas son pálidas, de un brillante color amarillo pajizo. De aroma punzante y delicado. Las pasadas, con un proceso de crianza excepcionalmente prolongado, son de color dorado intenso. Son complejas y potentes en aromas». El Jurado ha valorado «el ejemplo de unidad y compromiso entre el sector público y privado que representa la Fundación de la Manzanilla, comprometida en la recuperación de los oficios, costumbres y tradiciones en torno al viñedo y la viticultura del término de Sanlúcar como fuente de conocimiento del sentir social del ciudadano y sus tradiciones.
Además, la gastronomía sanluqueña posee otros tesoros como el pescado frito: Acedías y chocos (sepia), «tapaculos», puntilllitas, pijotas (pariente de la pescadilla), cazón en adobo, camarones al ajillo con huevos fritos.
También, las tapas en la Plaza del Cabildo son protagonistas, destacando las almejas, las tortillitas de camarones de Balbino y las papas aliñás de Barbiana.
De la huerta, vienen productos como las papas con Melva o el ajo papa. Y, del mar, numerosos guisos marineros como el rape al pan frito, la raya a la naranja, el cazón con tomate o con chícharos (guisantes), las coquinas al ajillo, los fideos con almejas, la sopa de galeras y muchos más. Destacar el arroz con pato azulón que se come en salsa o con arroz.
Esta distinción es una oportunidad sin igual para conocer la zona y descubrir, a través del turismo gastronómico, un Sanlúcar de Barrameda, floreciente de comidas deliciosas, de playas (6 kilómetros), de sol o de fiestas como la excepcional Semana Santa.
