En la región Huancavelica está visible aún el cómo se buscó entrelazar la cultura inca con la desarrollada en la época virreinal, según se puede ver hoy en día en la Iglesia San Juan Bautista de Huaytará, construida por los españoles sobre el edificio inca erigido por mandato del Inca Túpac Yupanqui, quien gobernó el imperio incaico entre los años 1471 y 1493.
A la construcción del templo católico en Huaytará, que habría estado dirigido a doblegar a los antiguos peruanos que habitaban dicho territorio, se sumó la construcción de la Iglesia Santísima Trinidad de Conayca (acondicionada turísticamente en el año 2012 por Plan COPESCO Nacional, la unidad ejecutora del MINCETUR), en la provincia de Huancavelica, dicha zona fue vital para la economía de los inicios de la conquista española (siglo XVI) por concentrar las minas más importantes productoras de mercurio o azogue, muy requerido para el aprovechamiento del oro, mineral que constituyó la principal riqueza peruana en dichos tiempos y lo sigue siendo ahora.
Queda, como reflejo de su importancia, la Mina Santa Bárbara, la más grande en una zona de inmensos socavones donde inclusive se enclavaba una ciudadela con casas, calles y hasta una plaza de toros. El mineral extraído era distribuido en todo el Perú, pero también iba exportado a México. Y las minas, hoy abandonadas, y las iglesias deberían ser convertidas en museos y sitios de visita obligada para los turistas.
Sin embargo, el producto turístico principal de Huancavelica debe ser el Geoparque de los Lagos, dada la alta presencia de estos a más de tres mil metros sobre el nivel del mar. Es cierto, debe obtenerse antes el reconocimiento de la UNESCO, pero tan solo el anuncio del inicio del proceso será capaz de generar un movimiento turístico para el disfrute de los lagos y los recursos naturales y culturales que los circundan, incluyendo las aguas termales de San Cristóbal. Y con una certificación en ciernes, bastante promisoria de ser alcanzada, se alentará también la instalación de prestadores turísticos, principalmente hospedajes y restaurantes, agencias de viajes, guías profesionales y locales y el infaltable transporte terrestre, porque esta región solo puede ser recorrida por dicha vía. Por ahora, su agreste territorio no permite la instalación de aeropuertos.
Toda la región, de este a oeste, puede recorrerse en dos días, aunque dicho territorio puede atraer a los turistas para una permanencia mayor. Y el Geoparque contribuirá a ello.
El Geoparque, como ya lo es Colca y los Volcanes de Andagua, en Arequipa, requiere del consenso de la población para el inicio del proceso. A ello deben sumarse las autoridades locales, el Gobierno Regional de Huancavelica, las universidades, el MINCETUR, entre otros actores de relevancia. El involucramiento de los pueblos que abarca el corredor entre la ciudad de Izcuchaca y Humay, con importantes lagos como el Pultocc, Choclococha y Orcococha, generaría el apropiamiento del proceso y con ello la disposición al cuidado de los recursos culturales y naturales.
Una gran ventaja de los geoparques es que en su ámbito se pueden realizar todo tipo de actividades permitidas por las propias comunidades y normativas locales, las que pueden incluir costumbres ancestrales, resaltando así la importancia de la tradición y cultura para la gestión del geoparque. Adicionalmente, está la condición de que el reconocimiento es efectuado por una agencia independiente de alcance mundial como es la UNESCO y con periodicidad de dos años de vigencia, lo cual implica la necesaria y constante preocupación de los pueblos y autoridades por mantener el reconocimiento.
Pero la iniciativa debe ser impulsada por la DIRCETUR del Gobierno Regional de Huancavelica, entidad que dispondría de los recursos humanos, financieros y técnicos para el proceso; y si no los tiene aún, el gobernador debería hacer los esfuerzos necesarios para lograr ello. La generación de fuentes de ingresos y trabajo que genera el turismo lo justifican. Tan solo el año 2019 arribaron a los hospedajes 229 mil turistas que gastaron en promedio 269 soles (US$ 67), con una permanencia promedio de 5 días. El arribo de extranjeros es casi nulo, tan solo un mil quinientos en el año 2019, pero podría incrementarse con adecuadas campañas de promoción, porque finalmente son estos los que más gastan en el Perú.
Actualmente Huancavelica registra 120 recursos turísticos inventariados, muchos de los cuales quedarían incorporados en el espacio del Geoparque. Y si bien no todos están acondicionados turísticamente, el inicio del proceso del reconocimiento del geoparque debería ser capaz de generar los compromisos por parte del gobierno regional y municipalidades para la formulación y ejecución de más proyectos de inversión en turismo que preserven la vida y salud de los visitantes (turistas y excursionistas) y de los propios recursos. Asimismo, debería impulsarse la promoción de grandes inversiones públicas y privadas para el desarrollo del turismo.
Y en los lagos se podría promover las competencias de nado en aguas abiertas. Pero también los turistas podrían disfrutar de actividades como trekking o recorridos a diferentes cumbres de los cerros circundantes, con diferentes niveles de dificultad para atraer a familias enteras. Jornadas de trote o de corredores por diferentes rutas. Talleres y visitas guiadas. Ferias, concursos de danzas, fiestas de carnavales, fiestas de fin de cosechas y cientos de otras actividades que privilegien las diversas manifestaciones, prácticas agrícolas y de crianza milenarias de la cultura huancavelicana.
