La llaman “la primera bartender interactiva” del mundo. Su nombre es Cecilia, su apariencia es la de una mujer y vive dentro de una máquina. Funciona gracias a la inteligencia artificial y no sería nada raro que tu interacción con ella se sintiera como si estuvieras con una persona real.
Cecilia bien podría utilizarse como una solución innovadora en hoteles, restaurantes o cruceros y ayudar al personal de la barra de bebidas a aligerar su trabajo y hacer las labores que puedan considerarse repetitivas y sistemáticas. Además, sería muy útil en estos tiempos porque no habría contacto directo ni con la máquina ni con personas. Algo que la pandemia nos ha obligado a practicar.
Por el momento no sustituirá al bartender, sino que trabajarán juntos (aunque todo se puede esperar en un futuro), pero sin duda es una herramienta que a los clientes les encantará, que les ofrecerá una experiencia completamente diferente.
Gracias a la inteligencia artificial y procesamiento del lenguaje natural (PNL) con lo que está diseñada, cuando te acercas a ella te saluda y platica contigo, te cuenta chistes y te pregunta por tus bebidas favoritas, incluso te recomienda algo en base a tus preferencias o al humor en el que estés.
Tiene una velocidad para preparar bebidas que cualquiera envidiaría, en tan sólo 30 segundos tendrás lo que le solicites. Su récord es 120 cócteles por hora.
¿Cómo funciona Cecilia “la primera bartender interactiva”?
Se trata de una máquina del tipo de las tragamonedas que observamos en los casinos. En la parte superior tenemos una pantalla que proyecta a una mujer al más puro estilo de los bartenders tradicionales; hacia abajo podemos apreciar otra pantalla donde nos muestra las bebidas que nos puede ofrecer. Por supuesto, aquellas que han sido previamente programadas por sus dueños.
Lo más interesante de todo es que puedes diseñar a Cecilia a tu gusto. Está claro que es una máquina y por más avanzada que sea su tecnología, aún está limitada a las funciones que tu quieras darle.
La Cecilia original tiene el cabello corto a la altura de los hombros, de color pelirrojo, una camisa blanca con una corbata moño, un chaleco en tonos morados y una falda negra.
Pero te resultará fascinante saber que puedes elegir las características físicas de Cecilia, desde la raza, el color de la piel, el tipo de cabello, la forma en que está vestida, el tono de su voz y el tipo de conversación que quieras que tenga con los clientes.
Solo está restringida la posibilidad de vestirla con bikini.
Cuando te acercas a Cecilia, de manera muy educada te saludará y querrá saber cómo estás. Luego de una ligera conversación, podrás pasar al punto importante, pedirle que te recomiende bebidas o que te muestre el menú.
Si ya has decidido lo que quieres, podrás observar a Cecilia simular hacer la preparación. Cuando todo esté listo, el líquido se vaciará sobre el vaso o copa ideal localizado en un minibar, similar a lo que ocurre con las máquinas de refrescos o café que ya conocemos.
Lo que sigue es que tomes tu bebida y la disfrutes.
¿De qué sirve tener este tipo de tecnología?
Primero que todo se trata de la experiencia. Los clientes y viajeros actuales están habidos de hacer cosas que les generen el “efecto wow”, que sientan que en ningún otro lugar podrán vivir algo similar, lo que los impulsará a compartir su experiencia en redes sociales y motivar a más personas a visitarte.
Como ya te decíamos, funciona con inteligencia artificial. Ella pareciera actuar, pensar y hablar como un humano de verdad. Y esto le permite almacenar información como hábitos de consumo de los clientes que luego puede utilizarse para entregar un servicio mucho más personalizado.
Y yendo un poco más allá, a mediano y largo plazo podrás prescindir de algunos trabajadores para economizar gastos y aumentar tus ganancias; así como destacar sobre tu competencia.
Para saber
Cecilia cuesta 60 mil dólares aproximadamente y el plazo de envío es de 3 meses.
