El conflicto armado entre Rusia y Ucrania ha iniciado oficialmente este jueves por la madrugada, cuando el ejército ruso entró por la frontera este de Ucrania, invadiendo varios de sus territorios.
Ambos países se encontraban en tensión política desde hace varios meses al tener diferentes posturas políticas e ideológicas sobre su territorio, sin embargo esta situación en la región se remonta desde la fractura de la Unión Soviética y la independencia de varias regiones que se convirtieron en países independientes.
El mundo se encuentra actualmente recuperándose del impacto económico y social que ha generado la COVID-19, por lo que un nuevo conflicto bélico pudiera afectar no sólo a Europa y parte de Asia, sino también a América y África.
Desde que inició la ocupación armada en Ucrania por parte de Rusia, el precio del petróleo subió a máximos históricos y se espera que su distribución y venta de productos derivados suban de precio, haciendo que otros servicios tengan que hacer lo mismo, como el transporte y la generación de energía eléctrica.
Rusia es uno de los principales proveedores de gas natural y petróleo para la Unión Europea, por lo que, si se diera un corte en la distribución de este, debido al conflicto armado, se verían afectadas varias industrias que dependen de estos recursos.
Esta escasez de petróleo lo pudieran aprovechar otros países que también extraen este recurso y venderlo a más países, pero podría representar un mayor gasto para los países que solo lo importan.
Otra consecuencia de este conflicto armado es la desestabilización de los mercados financieros, caídas en las bolsas y un retroceso en las economías de varios países, lo que ocasionaría que otros países que no se encuentran involucrados directamente también tengan caídas en sus mercados.
Algunos metales como el oro y ciertos commodities subirán de precio por la inflación generada y esto causaría una desestabilización de algunos productos y servicios consumidos por la población en general. Esto incluso ya llegó a afectar al menos en un corto plazo al precio del Bitcoin.
¿Qué pasa con el turismo?
En cuanto al turismo, debido a una guerra, la región más afectada sería Europa, sobretodo en los territorios más cercanos a Ucrania y Rusia.
El transporte turístico se vería muy afectado con la subida del precio de los combustibles en caso de que llegara a existir una escasez, subiendo el costo de operación y por consecuencia haciendo más caros los vuelos.
El mercado ruso y ucraniano también representaban un gran flujo de turistas hacia Europa, pero debido al conflicto, estarían evitando realizar viajes.
Las agencias de viaje en Europa que esperaban en los próximos meses una recuperación económica después de las restricciones sanitarias por la pandemia, se verían nuevamente en problemas económicos por el temor generalizado que provocaría un movimiento armado más grande del que ya está ocurriendo en Ucrania, disminuyendo aún más el número de turistas a Europa.
Aún es muy temprano para pronosticar cuál será el desenlace de este conflicto armado, si habrá más países involucrados o incluso si estallaría una guerra (recordando que lo que sucede en la región, apenas es el comienzo de lo que puede detonar en una guerra).
Sin embargo, este conflicto podría volver a generar un retroceso importante y muy doloroso para la actividad turística en todo el mundo, algo que no muchas empresas podrían soportar y correrían de nueva cuenta el riesgo de desaparecer.
Impactos negativos al turismo debido a la guerra
- Al generarse tensiones políticas, empresas del sector turismo como aerolíneas y hoteles, presentan caídas en el valor de sus acciones.
- Rutas de vuelos podrían verse disminuidas, sobre todo para turistas o civiles; tal como lo explicamos en el artículo «Países piden no viajar a Ucrania por posible guerra«.
- Al ser Rusia un productor de gas natural y petróleo, habría escasez, por ende un aumento en su precio, lo que encarece los precios del transporte turístico y disminuye la demanda.
- En un escenario de guerra, se deja de consumir bienes y servicios de lujo (viajes por ejemplo).
- Incertidumbre, miedo y preocupación limitan viajar a países en guerra.
- Conflictos armados pueden destruir sitios considerados patrimonio de la humanidad, lugares visitados por turistas.
- Sitios y destinos turísticos podrían ser ocupados por comandos militares, impidiendo el acceso a estos.
- Eventos internacionales a realizarse en estos países u otros cercanos se podrían cancelar (ejemplo: el mundial de fútbol o la final de la Champions league a celebrarse en Rusia).