Seguramente se ha visto o escuchado en las propagandas publicitarias de viajes que los menores no pagan, que hay algún determinado descuento para ellos, etc… Si bien casi todos los hoteles de manera muy general ofrecen este tipo de descuentos atractivos, es muy importante conocer hasta qué punto los menores “no pagan” cuando se contrata un paquete de viajes que incluye servicios de boletos de avión, seguros de viaje, etc.
A continuación se explica cuáles son algunas condicionantes para el pago de las personas menores de 18 años.
Es muy importante categorizar a los menores:
- Infante: de 0 a 1 año y 11 meses
- Niño(a): de 2 a 12 años
- Junior: de 13 a 17 años
Los infantes no pagan el costo de los servicios, únicamente llegan a requerir el pago de impuestos en las aerolíneas, principalmente en vuelos internacionales, mismos que pueden cubrirse en los mostradores de la aerolínea involucrada al momento de documentar o previamente en la agencia de viajes si es que se requiere. Importante señalar que al no pagar un boleto de avión de como tal, el infante no tiene derecho a asiento ni franquicia de equipaje. En el hotel y el resto de servicios (excepto seguro de viaje) no pagará absolutamente nada.
En el caso de los niños(as) el boleto de avión se paga en su totalidad, al ser así, por consiguiente, tendrá derecho a viajar en un asiento propio y a llevar consigo la franquicia de equipaje incluida en la tarifa contratada.
Es precisamente en este parte en donde hay confusiones muy grandes en los clientes que pueden entorpecer el proceso de comunicación con su agente de viajes debido a que muchas veces se acercan a la agencia de viajes a querer contratar la promoción de los niños gratis y al proporcionarles la información, sus cálculos no concuerdan con lo que ellos habían revisado previamente por cuenta propia. ¿Por qué sucede esto? Todos los casos se reducen a lo mismo: El hotel es sin costo para los niños (aunque depende de cada hotel), pero el vuelo se paga al 100% lo que arroja una tarifa global para el total de las personas, misma que casi todos los sistemas promedian y arrojan un “costo por persona”.
La reacción inmediata de los clientes resulta en expresiones verbales como: -¿Por qué se me está cobrando a mi niño como si fuese un adulto?, -¿Por qué mi niño de 2 años tiene que pagar como mayor si no consume lo que uno?, -¿Entonces no se me está respetando la promoción de niños gratis?
En este aspecto, la mejor forma de proceder para esclarecer la información, es hacer el ejercicio de cotizar únicamente el hotel sin el vuelo primeramente para los adultos solos y después para los adultos y agregar a los menores; si el hotel seleccionado realmente tiene menores gratis, el costo deberá ser el mismo. Una vez realizado este ejercicio el cliente se dará cuenta que los precios ofertados coinciden con la información que han visualizado previo a su llegada a la agencia.
En el caso de que los costos sean distintos para los menores, lo más probable es que se esté tratando de un pasajero junior.
Para el caso de los Juniors, básicamente ya estarán pagando el 100% de los servicios como adultos: solo en promociones muy específicas de hoteles habrá algún tipo de descuento para ellos, la recomendación es poder contemplarlos siempre ya con tarifas de adultos.
Un aspecto muy importante a señalar en este espacio es que se proporcionen siempre las edades exactas de los menores que se incluirán en la reservación, ya que si no se especifica desde un principio y posteriormente resulta que el menor es de otra edad, se podría modificar el precio causando molestias en el cliente. Molestias que se pueden evitar si desde un principio se establece una comunicación óptima con el ejecutivo de viajes.
