Ante los impactos del turismo a nivel cultural, ambiental, económico y social, Venecia implementará una novedosa medida que sentará las bases para un turismo más responsable. Aquí te compartimos todos los detalles:
Como toda actividad, el turismo tiene dos caras: una en que el destino y los viajeros se ven mutuamente beneficiados (turismo sostenible) y otra en que, al explotar los recursos de forma irresponsable y descontrolada, se generan daños tanto para el destino como para los habitantes del mismo (turismo de masas).
Este es el caso de Venecia, una ciudad afectada desde hace años por la llegada incontrolable de cruceros y miles de excursionistas que desembarcan de los mismos. Con más turistas que habitantes, la ciudad flotante enfrenta las siguientes problemáticas:
- Deterioro de su patrimonio histórico.
- Servicios básicos (servicio de agua potable, manejo de residuos, transporte, sanitario, electricidad) al borde del colapso.
- Abandono de la población local por el alto costo de vivir en el lugar.
- Contaminación y daño al medio ambiente.
- Acqua Alta: inundaciones cada vez más devastadoras que son provocadas por la subida de mareas y el hundimiento de los cimientos.
Para el desahogo de la ciudad de Venecia, el Ayuntamiento decidió implementar un impuesto que será cobrado a los excursionistas y turistas que quieran visitarla. Se exceptuará a los residentes, trabajadores, estudiantes de la región y participantes de eventos. El alojamiento de los turistas que pernocten en Venecia contemplará esta tasa.
La entrada a Venecia que podrá adquirirse vía Internet, tendrá un costo entre 2.5 y 10 euros por persona variable de acuerdo a la temporada, oferta y demanda, así como la antelación con la que se compre.
Será de utilidad para costear la limpieza, mantenimiento, seguridad (sobre todo en eventos como Nochevieja y el Carnaval), así como la construcción de senderos en temporada de inundación, gastos que originalmente eran asumidos por la población local. Además, servirá para vigilar, llevar un mayor control, limitar y reducir el número de turistas que llegan a la ciudad.
El impuesto entrará en vigor a partir del 16 de enero de 2023 y aplicará no solo para el casco antiguo sino para las islas de la laguna de Venecia, la cual se encuentra en el listado de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el año 1987.
Con esta medida, Venecia se convierte en la primera ciudad que cobra una cuota por ingresar, a la vez de manifestar su inclinación por un turismo más responsable y respetuoso.
