Egipto, país de las enormes pirámides milenarias, jeroglíficos místicos y antiquísimos rollos de papiro, continúa atrayendo la atención mundial a través de los años.
Hace poco más de un mes, los arqueólogos, quienes realizan diversas excavaciones, anunciaron el descubrimiento de nuevos vestigios en perfecto estado de conservación: sarcófagos de madera, vasijas y un papiro, se suman al patrimonio material elaborado en el Antiguo Egipto.
Hablar de Egipto es hablar de un fascinante país bañado por las aguas salinas de los mares mediterráneo y rojo; entre sus profundas arenas desérticas del imponente Sahara y sus cielos intensamente azules se esconden, en el Valle de los Reyes, misteriosas historias que esperan su oportunidad para ser descubiertas por los arqueólogos, brindando una nueva visión acerca de la vida en el Antiguo Egipto.
El pueblo egipcio fue una de las primeras civilizaciones agrícolas de la Historia, legando a la Humanidad no solo sus conocimientos en el cultivo de cereales a las orillas del río Nilo, sino también escritos médicos compilados en el papiro Edwin Smith, en el que se narra cómo se atendían a los pacientes en aquellos años, principalmente en lo que actualmente conocemos como traumatología; sus avances en las matemáticas, astronomía, arquitectura, confección de indumentaria y técnicas de momificación.
Es por ello que, en pleno siglo XXI, el Antiguo Egipto sigue siendo noticia y mantiene el interés por aprender más de la milenaria civilización, ya sea a través de sus personajes históricos como Ramsés II, Nefertiti, Hatshepsut, Cleopatra, Tutankamón y Akenatón, o por el culto a las principales deidades.
Es sabido que existe un segmento importante de la población mundial que desea conocer Egipto y adentrarse en la Historia mediante los datos que proporcionan los guías turísticos, viviendo una experiencia inolvidable.
Visitar la antigua ciudad de Guiza representa conectar con el conocimiento del pueblo egipcio, transmitido de generación en generación; es crear un puente de entendimiento entre los turistas y la población local dedicada al sector turístico, apoyando a su vez el desarrollo de su economía. Al mismo tiempo, es preservar y difundir, a través de las fotografías, el estado en el que se encuentran las pirámides de Keops, Kefrén y Micerinos, aquellas cuyos nombres se han encontrado escritos en los libros de Historia durante décadas. Al mismo tiempo, significa despertar la curiosidad al imaginar cómo eran transportados los enormes bloques de piedra que fueron dando forma a las pirámides de más de cien metros de altura, manteniéndose en pie hasta nuestros días, a pesar de las inclemencias del desierto.
La necrópolis de Saqqara es una muestra de la cosmovisión religiosa en la que se conjugaron las técnicas avanzadas de conservación de los cuerpos, previo a su momificación; la manipulación de la piedra para crear magníficos sarcófagos, que a su vez, resguardarían los ataúdes en los que descansarían los cuerpos de los faraones y sus familias por siglos.
La elaboración de las máscaras mortuorias en metales y piedras preciosas, y vasijas talladas con las figuras de las principales deidades egipcias, que contendrían los órganos de los gobernantes, estaban sumamente relacionadas con los sortilegios escritos en los papiros que, en conjunto, componen el Libro de los Muertos.
Fue en el año de 1979 que la antigua capital de Menfis y su necrópolis junto con las zonas de las pirámides desde Guiza hasta Dahshur fueron declaradas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, de acuerdo con los criterios I, III y VI.
Las civilizaciones antiguas siguen generando interés y expectación, es sumamente importante proteger, preservar y cuidar el patrimonio que nos han legado, en beneficio de las futuras generaciones.