Conseguir éxito en el sector hotelero implica esfuerzo, dedicación, trabajo, experiencia y un sin fin de cualidades propias de un prestador de servicios turísticos. A diferencia de una industria convencional, en el Turismo se trata con personas y para personas, situación que conlleva mucho más responsabilidades.
Llegar a un puesto gerencial no es fácil, y una vez que se ha logrado estar ahí, todavía queda mucho camino por recorrer, pues, aunque ya no estas trabajando directamente con el huésped (como lo hacen los recepcionistas, meseros o bell boys), ahora debes «enseñar» a trabajar con ellos.
Un director de hotel debe ser un ejemplo a seguir, impecable con sus acciones y sus decisiones, debe llevar a cuestas el trabajo de muchas personas y nunca olvidar el compromiso que tiene para con el huésped. Por eso y para que todo esto se cumpla de la mejor manera, te presentamos los 7 mejores hábitos de un director de hotel:
Notas relacionadas:
- 8 errores que comente un novato en la hotelería
- Consejos de la mejor recepcionista de hotel del mundo
Índice
1. Llegar temprano y desayunar en el hotel
El director debe poner el ejemplo a sus empleados, ser el primero en llegar y el ultimo en irse, demostrar el compromiso que tiene con el hotel y dar un golpe de respeto para con sus trabajadores. Aunado a esto, si establece el habito de desayunar en el hotel podrá sentirse como si fuera un huésped, recibir el trato de un cliente común y detectar errores para poder corregirlos.
2. Dar los buenos días a los trabajadores
Es sabido que un buen líder es querido, respetado y nunca temido. Ante todo debe estar presente la empatía para con sus empleados, a quienes debe ver como colaboradores y no como alguien inferior. Saludar a cada uno de ellos, o a la mayoría, proporcionará cercanía e interés. Además dará un buen ejemplo de valores, que inconscientemente los trabajadores reflejarán con los clientes.
3. Dar paseos constantes por el hotel
La mejor manera de saber las necesidades del hotel, es caminarlo y observarlo con los ojos críticos de un huésped. Debe conocer cada rincón y cada tarea que se lleva acabo, platicar con los empleados sobre las oportunidades que existen para darle más valor al cliente. Es necesario pensar, al menos una vez al día, cómo se puede mejorar.
4. Analizar resultados
Existen múltiples maneras de analizar los resultados, una de las mejores es medir los ingresos obtenidos en ciertos periodos de tiempo; al final de cuentas, un hotel es un negocio y debe obtener utilidades. Hay que analizar como se comportó la tasa de ocupación en el pasado, como se esta comportando en el presente y hacer pronósticos a futuro. Para ello, es indispensable que conozca qué es el RevPAR.
5. Revisar cuál es la reputación del hotel en Internet
Una de las ventajas de la tecnología para con el turismo, es la posibilidad que tienen los viajeros de hablar bien o mal de los servicios turísticos por los que pagaron. Un buen director de hotel debe estar al pendiente de estos comentarios, revisar redes sociales y agencias de viajes online; tomar en cuenta cada comentario que ahí se encuentre, responderlos e intentar mejorar donde haya fallas.
6. Hacer reuniones para compartir información con su equipo de trabajo
Como ya lo mencionamos anteriormente, más que trabajadores, cada uno de los integrantes del hotel deben hacer un equipo, todos tienen que tener los objetivos claros y apuntar en la misma dirección. En cada junta de trabajo que se realice, además de exponer puntos de vista y resultados de lo ocurrido (por ejemplo, en la semana), se debe reconocer a los mejores, impulsar a los peores, aportar puntos de vista y escuchar ideas. En general, debe haber un acercamiento más humano con cada colaborador.
7. El cliente siempre tiene la razón
Esta frase no se debe tomar de manera literal ni mucho menos, simplemente quiere decir que el cliente, lo mínimo que está esperando es pasar unas buenas vacaciones, para ello siempre querrá escuchar soluciones y no problemas o negativas. Un buen director de hotel alienta a su equipo a tratar al cliente con respeto y calidad en el servicio, tener la mejor actitud posible hacía con ellos y hacerlos pasar, durante su estancia en el hotel, el mejor de los días.