Entre los últimos directores de la secretaría de turismo de México podemos encontrar a influyentes personajes vinculados a las elites políticas y empresariales del país, la mayoría de ellos especializados en derecho, ciencias políticas, economía, administración y otras disciplinas ajenas al turismo.
Esta situación ha derivado en una serie de inadecuadas gestiones por parte de directores que desconocen la complejidad del turismo y sus alcances en los diferentes ámbitos nacionales, lo que a su vez ha provocado una serie de impactos negativos que ponen en evidencia el desconocimiento de disciplinas como la planificación turística, el desarrollo sustentable y la geografía del turismo, así como de conceptos como la capacidad de carga turística y las metodologías de diagnóstico de destinos.
Ante el desconocimiento de estos principios turísticos básicos, los líderes del sector suelen tomar sus decisiones en base a datos exclusivamente económicos, minimizando los impactos sociales, culturales y medioambientales que esta actividad tiene sobre las comunidades y sus entornos.
La conciencia cultural y medioambiental que se desarrolla durante el curso de los estudios en turismo y que permite valorar el patrimonio nacional, pareciera estar completamente ausente de las secretarías gubernamentales cuya función es precisamente la explotación de este patrimonio en beneficio de unos pocos. Además, la incapacidad para renovar un modelo de turismo concebido hace más de cuarenta años es un prueba clara de la urgente necesidad de reestructurar los organismos que dirigen el rumbo del turismo nacional.
En una situación ideal, un especialista altamente calificado estaría a cargo de su respectiva secretaría gubernamental, ya sea economía, medio ambiente, relaciones exteriores, turismo, etc. desafortunadamente, en un sistema en el cual se premian las alianzas políticas con altos cargos públicos, un licenciado en turismo que no forme parte de las familias y grupos de la élite nacional difícilmente podrá acceder a puestos de dirección gubernamental.
Una práctica distintiva de las oficinas gubernamentales es la constante rotación de cargos y puestos entre las diferentes secretarías nacionales e instituciones públicas, tal es el caso por ejemplo de la ex-secretaria de turismo Claudia Ruíz Massieu -abogada y sobrina del ex-presidente Carlos Salinas de Gortari- quien ahora ocupa el cargo de secretaria de relaciones exteriores, o el actual secretario de turismo Enrique de la Madrid -abogado, hijo del ex-presidente Miguel de la Madrid- quien anteriormente ocupaba el cargo de director general de la institución bancaria gubernamental Bancomext.
Como estudiantes y graduados de turismo, sabemos que un turismólogo ha estado en contacto directo con la realidad del sector turístico a través del cumplimiento de cientos de horas de prácticas profesionales, servicio social y la elaboración de proyectos de investigación participativa que requieren el contacto directo con los destinos, lo que permite la conformación de una visión integral que facilita el análisis de la realidad desde una perspectiva turística.
Un político tradicional que se especializa en áreas como el derecho, las ciencias políticas o la economía, difícilmente ha ocupado puestos operativos en el sector turístico, mucho menos ha realizado trabajos de investigación que le permitan entrar en contacto con la realidad de los destinos, por lo que sus políticas implementadas suelen desconsiderar las necesidades de los trabajadores y las comunidades, situación que a su vez propicia el desarrollo de proyectos insostenibles que generan más perjuicios que beneficios.
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Para revertir estas prácticas tan arraigadas a la cultura política, será necesario que los graduados en turismo opinen, presionen y hagan escuchar sus voces. Aquellos que han tenido el privilegio de cursar estudios universitarios en turismo tienen las credenciales y las capacidades para involucrarse directamente en el desarrollo del sector turístico de su país.
Por lo pronto, esperemos que las autoridades gubernamentales entiendan que el turismo conlleva una serie de dinámicas que son específicas a su contexto y que requieren de conocimientos especializados para comprenderse adecuadamente, por lo que un licenciado en turismo cuenta con el mejor perfil para dirigir esta secretaría en sus diferentes niveles municipal, estatal y federal.
