Se acerca el día de muertos en México, una celebración ancestral que tiene su origen en las tradiciones indígenas de Mesoamérica y que ha sido designada por la UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Entre los pueblos originarios de Mesoamérica se tenía la creencia de que el paso de la vida a la muerte era el viaje que emprendía el espíritu hacia “el otro mundo”, los cielos o los inframundos en donde habitan los dioses y las figuras míticas, por lo que realizaban complejos ritos y ceremonias para facilitar la transición del espíritu y honrar su memoria.
Actualmente, esta colorida celebración se ha fusionado con el catolicismo y es considerara como una de las manifestaciones más representativas y emblemáticas de la cultura popular mexicana y su folklore.
El día de muertos en México es motivo de desplazamiento de turistas nacionales y extranjeros hacia los pueblos y ciudades en donde se llevan a cabo diferentes celebraciones según la tradición particular de cada localidad.
Durante los festejos del día de muertos, es común ver en las plazas públicas llamativos altares con ofrendas que se constituyen de los platillos y bebidas favoritas del difunto, así como de imágenes religiosas, velas, flores, calaveras de azúcar, inciensos de copal (para ahuyentar a los malos espíritus) y objetos de valor personal como fotografías, instrumentos musicales, artefactos, juguetes y más.
Además, los panteones se iluminan con velas y se decoran con flores de cempasúchil (una flor con un alto valor simbólico ya que sus pétalos “iluminan el camino de regreso a los difuntos”), y tanto en los panteones como en los hogares, las plazas públicas, incluso en las escuelas, se colocan altares y se llevan a cabo danzas, ceremonias y rituales llenos de color y magia, se exclaman composiciones tradicionales o “calaveritas” y se degustan platillos alusivos a esta fecha como el pan de muertos.
Indiscutiblemente el día de muertos es una de las celebraciones ancestrales más vistosas, coloridas e impresionantes no sólo de América Latina sino del mundo entero. Si te interesa conocer a profundidad la cultura mexicana y su visión de la vida y la muerte, te recomendamos visitar alguno de estos 5 destinos mágicos para celebrar el día de muertos en México:
Índice
1. Pátzcuaro, Michoacán
El pueblo mágico de Pátzcuaro es reconocido a nivel internacional como el destino turístico por excelencia para visitar durante el día de muertos. Destacan por su número de visitantes las celebraciones de Janitzio y Tzintzuntzan, en donde se adornan las tumbas y se colocan flores y ofrendas a la luz de las velas. El volumen de la afluencia turística en los pequeños poblados purépechas del lago de Pátzcuaro ha comenzado a causar molestias entre los residentes locales, quienes acusan a los turistas de irrespetar la tradición e invadir espacios como los cementerios para tomar fotografías y emborracharse, por lo que las autoridades recomiendan a los visitantes respetar a la comunidad y no interferir con su tradición local.
2. Huautla de Jiménez, Oaxaca
Para muchas comunidades indígenas, las celebraciones en honor a los muertos son las más importantes de todo el año. En Oaxaca, estos festejos varían de comunidad en comunidad y sus rituales y ceremonias están cargadas de símbolos y significados que se remontan a las creencias y mitos prehispánicos aún vigentes. En el caso del pueblo mágico de Huautla de Jiménez, esta celebración que comienza el 27 de Octubre y culmina el 2 de Noviembre, se considera una fiesta de espiritualidad, música, gastronomía y magia que se distingue por la visita de los Huehuentones o los “viejos que regresan”, un alegre y estrafalario grupo de músicos, cantantes y danzantes enmascarados que acuden al panteón para “pedir permiso” antes de comenzar la celebración, y posteriormente pasan la noche bailando dentro de las casas en donde se les considera portadores de mensajes espirituales.
3. Pomuch, Campeche
Las celebraciones en honor a los difuntos en la comunidad de Pomuch, se distinguen por una práctica mortuoria de origen Maya que consiste en desenterrar los huesos de los difuntos para limpiarse y reacomodarse, mientras que se platica con el espíritu del difunto para ponerlo al tanto de lo ocurrido en la familia y en la comunidad durante su ausencia. Los huesos se guardan en cajas decoradas con manteles y paños coloridos que son cambiados cada año. Este ritual seguramente resultará extraño para la mayoría, sin embargo en Pomuch se cree que es una costumbre fundamental para garantizar el bienestar de la comunidad durante el año.
4. Xochimilco, Ciudad de México
Cada año Xochimilco se llena de color y alegría durante la celebración del día de muertos, en donde sus trajineras se decoran y se iluminan con velas, se cuentan leyendas, se exhiben altares que rinden homenaje al trabajo artesanal local, y se realizan recorridos, fogatas y eventos culturales entre los que destacan la presentación del espectáculo teatral de La Llorona. Otros lugares en la ciudad de México para celebrar el día de muertos incluyen el Barrio Mágico de Mixquic, Ciudad Universitaria y el Parque Ecológico Xochitla.
5. Huasteca Potosina, San Luis Potosí
Xantolo es el término de origen Náhuatl que significa Fiesta de las Ánimas, y se utiliza para designar a la celebración en honor a los difuntos de la región Huasteca de San Luis Potosí, en donde se realizan desfiles, presentaciones culturales, concursos y bailes en los principales espacios públicos, plazas y panteones. La celebración que tiene aproximadamente 3 mil años de antigüedad es reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad y se realiza en comunidades de origen Náhuatl y Tenek, entre las que destacan Axtla de Terrazas, Ciudad Valles, Coxcatlán, San Antonio, San Martín Chalchicuautla, San Vicente Tancuayalab, Tamazunchale y Tancanhuitz.