Directivos de diversas aerolíneas de Estados Unidos han trabajado en los últimos meses en la creación de una lista que prohiba el uso de sus aviones dentro del territorio americano a pasajeros problemáticos, esto debido a los ataques constantes que ha vivido el personal de las aerolíneas, lo cual ha generado molestia y quejas tanto en el personal de la empresa como en los demás pasajeros.
De acuerdo a la Administración Federal de Aviación, el año pasado se generaron 5,981 reportes de los cuales el 72%, es decir, 4,290, estaba relacionado con medidas de seguridad para combatir a la COVID – 19 como el uso de mascarillas; esto aunado a otros eventos ocasionados durante los vuelos, por ejemplo, los que se suscitaron a mediados del año pasado cuando algunos pasajeros intentaron abrir la puerta del avión en pleno vuelo y más recientemente el caso de un pasajero de American Airlines que hace unos días intentó abrir la puerta de salida del vuelo que iba de Los Ángeles a Washington y que tuvo que ser sometido entre otros pasajeros para que se calmara.
Muchos asistentes de vuelo también se han unido y han levantado la voz a favor de la creación de esta lista, ya que han denunciado todo tipo de maltrato, desde acoso físico, verbal y hasta sexual, en algunos casos extremos.
¿Cuáles serán las medidas a tomar?
La propuesta de hacer una lista de exclusión de pasajeros problemáticos se ha discutido entre el Departamento de Seguridad Nacional, la Administración de Seguridad del Transporte y las diferentes aerolíneas, sin que aún haya una decisión clara sobre cuál será el actuar de las aerolíneas sobre los pasajeros con este tipo de conductas y tampoco queda claro cuáles serán los estándares para incluir a estas personas en esta lista, ni cómo se trataría la información privada de cada una de estas personas para poder ser identificada entre las diferentes aerolíneas americanas, ya que esta información al ser personal y privada, si se comparte entre empresas tendría implicaciones relacionadas con libertades civiles de los pasajeros.
Por su parte, el CEO de Delta Airlines, Ed Bastian, ha pedido al departamento de justicia en dos ocasiones que se promulgue la lista de los excluidos para volar, asegurando que esto servirá como ejemplo para que este tipo de comportamiento desaparezca o al menos disminuya entre los pasajeros y así prevenir futuros incidentes.
Aún así, Delta ya tiene a 1900 personas en su lista de exclusión aérea y ha compartido 900 de los nombres con la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) para iniciar sanciones civiles. Por su parte United Airlines ha prohibido el acceso a más de 800 de a sus vuelos.
El caso ya se ha estado discutiendo en el senado, sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer para establecer una regulación que pueda solucionar este tipo de conductas entre los pasajeros en las diferentes aerolíneas americanas, ya que incluso cuando el tema del terrorismo cambió por completo a la industria aérea, no se pudo generar este tipo de acciones en contra de los pasajeros de avión.