La Agenda 21 es una estrategia global adoptado por 182 gobiernos en la “Cumbre de la Tierra” en 1992 sobre importantes cuestiones ambientales y de desarrollo a nivel mundial. Constituye un plan para garantizar el futuro sostenible del planeta. Se trata de un plan de acción propuesto por la ONU para conseguir entre todos un desarrollo más sostenible en el siglo XXI.
Por su parte, La Agenda 21 para los viajes y el turismo fija campos y actuaciones prioritarios. El Área de Prioridad IV trata de la planificación del desarrollo sostenible del turismo. Su objetivo es desarrollar y poner en práctica medidas efectivas de planificación de uso del suelo para optimizar los beneficios ambientales y económicos potenciales de los viajes y del turismo, minimizando al mismo tiempo los posibles daños ambientales o culturales.
Dentro de esto, rectificamos que el Turismo tiene un enorme potencial para aportar prosperidad económica y mejorar el medio ambiente en los destinos donde se hace presente. Sin embargo, un turismo mal planificado o gestionado puede causar daños a los mismos recursos de que obedece. La degradación ambiental y cultural puede evitarse mediante la adopción y cumplimiento de medidas adecuadas de planificación.
En este campo, los ministerios gubernamentales, las ANT y, si existen, las organizaciones profesionales, deberían:
- Colaborar con las autoridades locales y regionales de planificación para incrementar la conciencia sobre los posibles problemas relacionados con la mala planificación y gestión del turismo.
- Guiar el desarrollo turístico en zonas especialmente sensibles o protegidas; en algunos casos, esto puede incluir la recomendación de una evaluación completa de impacto ambiental antes de la decisión de pleno desarrollo o incluso oposición a todo tipo de desarrollo.
- Responder a los reglamentos, medidas o directrices de planificación sean practicables y fáciles para la adaptación y capaces de un seguimiento efectivo por medios voluntarios o reglamentarios.
- Recomendar a las autoridades locales y regionales un avalúo de la «capacidad» del destino en cuanto a la disponibilidad de recursos críticos (suelo, agua, energía eléctrica, infraestructura, etc.), factores ambientales (salud del ecosistema y biodiversidad) y factores culturales.
En el área del transporte:
- Desarrollar y promover sistemas de transporte de costos ajustados, eficientes y menos contaminantes.
- Colaborar con las autoridades y empresas locales para conseguir un funcionamiento eficiente del transporte público y el mantenimiento de la infraestructura de transportes.
- Gestionar por todos los medios que los nuevos proyectos de turismo estén situados en zonas bien atendidas por transporte público de alta ocupación o donde la creación de estos servicios se incluya como parte de la propuesta de planificación.
- Colaborar con los departamentos gubernamentales, comunidades y empresas de viajes y turismo para la creación de caminos seguros (bicicletas y caminantes) para residentes y turistas, y para la aplicación de otras medidas que reduzcan la necesidad de uso de vehículos privados a motor para desplazarse dentro del destino de vacaciones y para llegar a él.
- Integrar la planificación del transporte y del uso del suelo para reducir la demanda de transporte.
- Producir del turismo un desarrollo socioeconómico y la protección ambiental de zonas sensibles, por ejemplo, zonas costeras, parajes montañosos y enclaves de gran diversidad biológica.
Fuente: El turismo en el mundo de hoy