La multiplicidad de destinos y productos turísticos existentes actualmente en el mundo, la diversidad de herramientas para informarse con qué cuentan los clientes que les visitan o consumen sus productos y/o servicios, la cultura turística de los mismos por sus conocimientos y experiencias, llevan a una mayor competencia y exigen de los prestadores de servicios, luchar por el liderazgo a partir de su profesionalidad, inteligencia, dinamismo, adaptabilidad a los cambios y un análisis permanente de sus potencialidades y demandas imperantes.
Para los profesionales de los servicios en cualquiera de sus variantes, mantener un estudio permanente de los diferentes mercados, las tendencias existentes y una interacción constante con los que demandan de nuestros productos y servicios, acompañado de la evaluación critica permanente de los mismos, constituye en la actualidad una indiscutible necesidad. Recordemos que los viajeros de hoy no dependen de las Agencias de Viajes para hacer su elección y organizar sus vacaciones, pues aproximadamente el 53 % de la población mundial tiene acceso a internet (unos 4,388 millones de usuarios en 2019), algo más del 70 % a la telefonía móvil y más de 3,500 millones son usuarios de las redes sociales, lo que significa según investigaciones que 8 de cada 10 usuarios buscan información sobre viajes y turismo. Podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que los viajeros seguirán haciendo uso de las tecnologías, siendo un factor muy destacado en la toma de decisiones.
Turismo es una industria que ha crecido mucho en las últimas décadas, de unos 25 millones de viajes en los años 50 del siglo XX a 1,400 en 2018. El turismo según la OMT, está entre las cinco principales industrias del mundo, antecedida por los Productos Químicos y Combustibles, contribuyendo en un 10,4% al PIB mundial en aportes directos, indirectos e inducidos; el 29% en exportaciones mundiales de servicios, el 7% en exportaciones globales de bienes y servicios, siendo además generador de puestos de trabajo con unos 319 millones de empleos en el año 2018. Todo ello, a pesar de obstáculos que ha tenido que afrontar al ser muy susceptible a diferentes eventos que se presentan, tales como los meteorológicos, ataques terroristas, guerras, conflictos regionales, económicos, enfermedades y ahora esta gran pandemia de la Covid-19 que ha estremecido al mundo por las muertes que han ocurrido.
Sin embargo, también en esta ocasión saldrá adelante y los profesionales que laboran en el sector turístico, deberán estar conscientes de que en un futuro encontrarán a clientes mucho más exigentes, ansiosos de vivir nuevas experiencias que le lleven a olvidar esos momentos, personas más irritables, nerviosas, deseosas al mismo tiempo de socializar. Por lo tanto, deberemos ser mucho más empáticos y dispuestos a brindar mejores y diversos productos y servicios, acompañados de una carga de humanismo, solidaridad, respeto, sensibilidad y altos niveles de competencia.
La recomendación se dirige entonces, al aprovechamiento de estos días de confinamiento, para además de compartir con la familia y cuidar de su salud, dedicar tiempo al estudio, a la superación profesional, preparándonos para ese futuro que esperamos ansiosos. Profundizar en el estudio del perfil socio psicológico, las costumbres, hábitos, culturas de los potenciales clientes, además del mejoramiento de la tecnología de las diferentes especialidades, la importancia de las relaciones interpersonales, la comunicación, el trabajo en equipo y la práctica de idiomas, pueden ser buenos temas de superación. Asimismo, aprovechar las redes para intercambiar con amigos y colegas, experiencias, criterios, iniciativas, investigaciones realizadas, sugerencias de bibliografía, entre otros aspectos, sería también de mucho valor.
