Atitalaquia es un municipio del estado de Hidalgo perteneciente a la región del Valle del Mezquital. De acuerdo con testimonios de la población local, las administraciones públicas previas no implementaron estrategias concretas para el fomento turístico, limitándose a la organización de algunos eventos culturales sin una visión integral del potencial de este sector. Como consecuencia, no se contaba con una oferta turística definida y atractivos acondicionados para los visitantes.
No obstante, la actual administración ha emprendido acciones para valorizar y promover de manera adecuada los tesoros culturales de Atitalaquia, tanto tangibles como intangibles.
Gracias a la ayuda del Licenciado en Turismo Brandon Alejandro Huitron Hernandez y el Licenciado en Gastronomía Andrés Verdsain López Hernández, el destino ha implementado una campaña de promoción turística que le ha permitido que más gente lo conozca. Elementos como su arquitectura, la importancia del trabajo en el campo, la exquisita gastronomía tradicional, el folclor, los valores de su gente y las costumbres y tradiciones propias del lugar son oportunidades para desarrollar turismo.
Como prueba del trabajo que se ha realizado, se consiguió el distintivo «Pueblos con Sabor«, que se otorga en el estado de Hidalgo a los municipios cuya gastronomía tradicional aporta un gran valor cultural. Ya que la gastronomía de Atitalaquia no sólo se degusta a través de las papilas sino de los corazones de su gente, siendo las cocineras y cocineros quienes generan un sabor para el alma. Algunos de sus platillos más emblemáticos son: gorditas gigantes de bistec con nopales, tlacoyos, sopes, pambazos rojos, enchiladas y la nieve artesanal “El Mezquite”.
También se le ha dado más difusión a sus atractivos arquitectónicos como lo son: la Hacienda de San Miguel, Xingu, la Hacienda de San José Bojay y la Hacienda Bojayito. Que han sido parte de la maravillosa historia del lugar, lo que lo hace más emblemático.
Mención especial merece la Parroquia de San Miguel Arcángel en el centro histórico, pues simboliza el valor cultural de Atitalaquia. Su construcción data de 1563, de estilo churrigueresco. Inscrita con el folio 00171 en el Registro público de monumentos y zonas arqueológicas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), por lo que está protegida por la Federación.
El caso de Atitalaquia es un ejemplo de que el desarrollo responsable del turismo depende de una sinergia entre la participación activa de la ciudadanía y un manejo responsable de los recursos por parte del gobierno municipal.