Bello e Bbuono, el nombre de este restaurante italiano que acaba de abrir en Madrid, en plena plaza de Chamberí, una de las más castizas y famosas de la capital, ya lo dice todo. Tres palabras que provienen de una expresión en dialecto napolitano, que en origen son Bell´e Bbuon, cuyo significado es “algo repentino”. Pues sí, algo pasional, algo súbito, algo bonito y algo que surge del bondadoso corazón del alma napolitana, es de lo que está hecho este restaurante que trae a Madrid una excelsa cocina proveniente de Nápoles, de ese Sur de Italia, campechano, bullicioso y vividor, pero revisitada, con criterio y rigor, por su joven chef Carmine Bavuso.
A finales de diciembre de 2020, año horribilis, donde los haya, desafiando los malos vientos, un equipo valiente y esperanzado, capitaneado por dos italianos, afincados en España, abría este local. Por un lado, Salvatore Romano, hostelero de gran experiencia, dueño desde hace 16 años, de Totò e Peppino, uno de los restaurantes napolitanos más afianzados de Madrid, y por otro, Mariella Gambardella, una experta en hoteles donde ha desarrollado gran parte de su actividad profesional.
Entre los dos, ayudados por el talentoso y creativo chef Carmine Bavuso, poseedor de una gran experiencia a pesar de su juventud, han puesto en marcha Bello e Bbuono con la intención de traer a Madrid algo que no se estila tanto entre los restaurantes italianos aquí presentes. Su cocina aporta ese nivel de calidad, de gourmet, de exquisitez e innovación, al margen de la quizás consabida “pasta e pizza”. Porque la gastronomía italiana de Norte a Sur es mucho más. Claro que se puede comer pastas (caseras) y pizzas (éstas últimas, elaboradas en un imponente horno directamente traído de Nápoles) en Bello e Bbuono pero no solo. No hablamos, tampoco, de un restaurante de cocina elitista con ínfulas. En Bello e Bbuono, todo es genuíno. Todo sale del corazón, del origen más auténtico y humilde de las recetas tradicionales napolitanas de pescados, verduras, pastas, pizzas, pero con toques más modernos. El servicio es acogedor, hospitalario, desde Federico, en sala, hasta el resto de componentes del proyecto, que no dudan en acercarse a los comensales.
Comer en este restaurante es rendir un homenaje a los sabores y aromas sutiles del sur de Italia, dándole una vuelta de creatividad e imaginación. En los entrantes, ya sobresalen platos como la pizza di riso (pizza de arroz), que consiste en un arroz empanado con “salsiccia e friarielli” (traídos desde Nápoles expresamente) con crema del queso provola ahumada de Agerola, pueblecito napolitano. Presentado, aquí, en pequeñas pizzitas, es muy tradicional de la cocina napolitana. Parecen pizzas pero se diferencian en que se hacen con arroz y, en este caso, sin tomate. Las salchichas se presentan cortadas en trocitos mezcladas con los “friarielli”, verduras que recuerdan a las acelgas o los grelos españoles, pero menos amargos. Un entrante suculento que te hace viajar, desde el principio de la comida, a la mejor gastronomía de la región de Campania.
Pescados y mariscos como los platos de Capesante (unas muy buenas zamburiñas), el crudo di pesce (crudo de pescado) o una exquisita Parmigiana napolitana (berenjenas con tomate), modernizada con crema de queso provola ahumada, completan estas propuestas de entrada.
La carta consta, además, de cinco primeros platos, donde cuatro pastas (y un risotto), están elaborados con creatividad. Impresionantes los Tortelli, pasta rellena de “genovese napoletana”, un ragú que se cuece durante horas (al menos 3) quedando como una delicada y aromática carne. Si Genovese es el nombre histórico de su inventor en Nápoles, el chef Carmine, lo adapta y le aporta una sutileza extraordinaria.
Otros platos como Da Roma a Napoli, gnocchi a mitad de camino entre la cocina napolitana y romana, con tomate del Piennolo (DOP de Nápoles) y guanciale (papada de cerdo) o los Fusilli a la Nerano, pasta con calabacines, queso provolone y gambas marinadas nos maravillarán por sus combinaciones y punto de cocción.
Entre los segundos, destaca la calidad del producto. Solomillo de ternera, cordero y pescados, todo está magníficamente cocinado. El ‘O Purpo (pulpo) con crema de berenjenas ahumadas, burrata y polvo de aceitunas negras es el ejemplo de plato tradicional napolitano, combinado, de una forma vanguardista, lo que aporta esa nota, tan Bello e Bbuono, de tradición y modernidad juntos.
Si nos creíamos que habíamos terminado, en los postres, hay algo que no se puede dejar escapar. El Tiramisú del chef Carmine te transporta a los cielos de Madrid. Revisitado, con una crema ligerísima, un crumble y una galleta de arroz encima, está realmente delicioso.
Si la carta es equilibrada y hecha con mucho cariño- con un apartado de vinos italianos y españoles interesante-no podemos olvidar que existe un menú diario a 14,90 que incluye nada menos que entrante, primero, segundo, bebidas, postre y café. Algo a tener, también, en cuenta. La hora del aperitivo también tiene su hueco en Bello e Bbuono. Y, de forma inminente, se incluirá en la oferta de la carta, una variedad de pizzas tradicionales y otras, gourmet.
Todo este festival gastronómico- por cierto, con buena relación precio-calidad, se desarrolla en un flamante y elegante marco, donde resplandece el blanco, que contrasta con el colorido de las fotografías de la bella Nápoles (“Vedi Napoli e poi muori”: Ver Nápoles y morir, como dijo el poeta Goethe ante tanta belleza, cuando visitó la ciudad), de los limoneros de la zona, de las flores y de las aguas cristalinas de Sorrento. Toques verdes de plantas y mesas perfectamente puestas con su mantel y servilletas de algodón (algo que se echa de menos en muchos locales) configuran un local espacioso, placentero y alegre, donde, además, se respeta perfectamente la distancia entre las mesas. Distribuido en varias salas, se incluye, asimismo, un apartado. Una coqueta terraza con vistas a la hermosa plaza de Chamberí complementa el espacio.
Bello e Bbuono comienza su andadura firme y seguro. Lleva poco tiempo pero, hay calidad, profesionalidad, simpatía y, sobre todo, mucho corazón. Le auguramos un “bello e buon” futuro.
Dirección: Plaza de Chamberí, 10
Reservas: [email protected] – Teléfono: 914 45 24 99
Horario de cocina: Actualmente (debido a las restricciones por el Covid) 13h15 a 21h00
Horario habitual: De 13:15 a 15:45 y de 20:15 a 23:30 (cierra lunes completo)
Precio medio: 35 euros
Web: https://belloebbuono.com/