Ubicada en la península Valdés, en la provincia de Chubut, Argentina, la Caleta Valdés es un hábitat donde conviven gran variedad de aves marinas y costeras, mamíferos marinos y fauna de la estepa patagónica.
La península Valdés es una Reserva Natural de 360.000 hectáreas declarada por la UNESCO “Patrimonio de la Humanidad”. La entrada a la península es a través del istmo Carlos Ameghino, desde Puerto Madryn o por la ruta provincial 2. Para ingresar a la Reserva se debe abonar una entrada. Allí se encuentran el centro de interpretación para informarse sobre el lugar, y el Museo Regional Fuerte San José. Luego se puede realizar una visita a la isla de Los Pájaros.
Volviendo a la península y al recorrer 25 km se ubica Puerto Pirámides, único asentamiento poblacional de la Reserva, donde se realizan avistamientos de ballenas Francas.
La caleta es una albufera creada por una franja de tierra, arena y canto rodado, que alcanza 30 km de norte a sur. Se conecta con el mar por una estrecha boca. En su interior existen grupos de islas donde se destacan por el tamaño la isla Santamaría, la isla Pescador y la isla Revolver.
Para llegar a la caleta se deben recorrer 75 km desde Puerto Pirámides, por un camino de ripio, donde se pueden observar colonias de pingüinos de Magallanes, que llegan a fines de septiembre para reproducirse y se quedan hasta mediados de abril.
Al sur de la caleta, en Punta Cantor, a través de senderos y con vigilancia de guardafaunas permanentes, se puede acceder al apostadero de elefantes marinos.
Las características de su playa, que está protegida del mar y de los vientos, hacen que sea el lugar elegido por los elefantes marinos que llegan al lugar a principios del mes de agosto. Primero arriban los machos, que pueden alcanzar un peso de seis toneladas, para seleccionar el mejor lugar de la playa y esperar a las hembras. En el mes de septiembre se pueden observar peleas entre machos, rugidos y trompas hinchadas, porque en las colonias es la temporada de la reproducción. En el mes de octubre los machos adultos flacos y cansados abandonan el lugar. Las hembras, con un peso que alcanza los 900 kilos, protegen y alimentan a sus crías hasta que mudan la piel en el mes de noviembre.
Las orcas son otra especie que se puede observar entre octubre y diciembre desde los miradores de los acantilados de la costa, atraídas por las colonias de pingüinos y elefantes marinos cuyas crías constituyen su alimento. Las crías de elefantes marinos a los 2 meses y medio se aventuran a entrar en el mar en busca de alimento y es ahí donde las orcas están al acecho.
Además de observarlas en Caleta Valdés, a las orcas se las encuentra en la Lobería de Punta Norte, a 80 km de Puerto Pirámides, entre fines de febrero y mediados de mayo. La técnica de ataque tanto en caleta Valdés como en Punta Norte que utilizan es la del varamiento intencional.
Más allá de la biodiversidad que se puede observar y fotografiar tanto en la caleta como en toda la península, lo maravilloso de visitar esta zona de la provincia de Chubut son los magníficos paisajes de estepa y el azul intenso del mar, cuyas imágenes serán recuerdos inolvidables.