Ubicada en el estado de Campeche, la ciudad de San Francisco de Campeche fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad en el año de 2002 por la armonía de su arquitectura colonial, civil, militar y religiosa que al fusionarse con los saberes y prácticas hacen la fusión ideal de una nutrida herencia ancestral que se puede palpar en cada una de sus familias, sus barrios y sus edificaciones. La cultura ha sido trascendental ya que a pesar de tener una gran riqueza de atractivos naturales y arquitectónicos, es la cultura el principal imán para el turismo nacional e internacional.
San Francisco de Campeche es la única ciudad de la república donde para dar inicio a las festividades decembrinas, el día ocho de diciembre de cada año, las familias originarias de la entidad, con la finalidad de que no se olviden las usanzas de su tierra, realizan una casi inexistente cena a la que denominan Nochebuena Chiquita. Esta es una celebración peculiar del pueblo campechano donde las familias se citan por la noche evocando la conmemoración en honor a la virgen de la Inmaculada Concepción en un ambiente de armonía y amor con sus consanguíneos.
La celebración de esta cena es por lo general en la casa de los integrantes más longevos en la familia que resultan ser casi siempre la casa de los abuelos quienes convidan a sus hijos, nietos, bisnietos y hasta amigos cercanos a la familia para ser parte de esta celebración y sentarse a la mesa con ellos.
La cena de la Nochebuena Chiquita a pesar de ser un elemento que simboliza la víspera del nacimiento del niño Jesús, es más sencilla que las que sirven para la Nochebuena, ya que en esta ocasión solo se pone a la mesa pan dulce como mojadas, riñones, pan francés, hojaldras, pero de mayor volumen comparado con los que normalmente se consumen cotidianamente.
A la mesa también se pone la mantequilla y algunas carnes frías como el jamón, la mortadela, Queso edam y en algunas ocasiones, pollo asado al carbón y marinado con achiote y otras especies.
Cómo bebida principal las abuelas preparan con antelación un chocolate artesanal elaborado con la receta heredada de la familia donde muelen el cacao tostado, azúcar y canela, en los grandes establecimientos casi extintos en la ciudad dedicados a este giro, o en los molinos caseros donde le pueden agregar otros frutos o especies para tener diferentes sabores
Está celebración a pesar de tener su origen religioso en la fe católica es una tradición de gran relevancia, riqueza e importancia para el patrimonio inmaterial histórico del Estado de Campeche pues con ella se emula a otro aspecto que se remonta a los tiempos de los grandes hacendados y familias poderosas del puerto donde las mujeres que trabajaban como servicio en las casas recibían al año en cuatro partes su indumentaria. La celebración del 8 de diciembre era la última etapa de las llamadas 4 entregas, ya que en esta fiesta completaban su ajuar presidido por otras fiestas de vital importancia en la comunidad, como era el carnaval donde recibían joyas, las fiestas de San Juan donde se les entregaba un rebozo nuevo, la celebración en honor al cristo negro de San Román; y era en esta fiesta donde recibían un par de botas, una sandalias de charol bordadas con hilo blanco en la parte superior con formas de flores y guías y otras sandalias de piel para el trabajo cotidiano siempre era determinado por el poder adquisitivo de los patrones.
La Nochebuena Chiquita, al realizarse en el último mes del año, ha representado por décadas el motivo perfecto para congregar a las familias con la finalidad de poder pasar momentos de esparcimiento y convivencia agradeciendo por los favores y beneficios recibidos durante el año, si tienes la oportunidad de viajar a esta ciudad no te pierdas la experiencia de ser parte de ella y conocer otra tradición por la que el pueblo campechano se ha identificado.