Ubicado al sur del Perú, se esconde una “Ciudad de Barro” construida y habitada por antepasados peruanos; en el 2017 fue nominada en la lista de “World Monuments Fund” (WMF) por ser considerada Patrimonio Cultural Amenazado, debido a los constantes saqueos e invasiones que viene sufriendo; a pesar de esta situación, Cerro de Oro es un lugar atractivo para culturizarse y relajarse ya que desde aquí se puede observar el Gran Valle de Cañete.
Cerro de Oro, conocido así por los vestigios de una mina antigua, es un gran complejo arqueológico donde a simple vista podemos observar restos humanos, fardos funerarios, construcciones, cerámicas y un gran cementerio de civilizaciones pasadas que se desarrollaron y se levantaron para fundar su sociedad. En este lugar vivieron distintas sociedades que han dejado huella con el pasar del tiempo, la primera etapa de ocupación data de 500 d.C. hasta 850 d.C. cuando fue habitada por los “Antiguos Cañetanos” conocidos así por ser los primeros pobladores. Después de esta sociedad, en el 1300 d.C. a 1532 d.C. fue el hogar de los “Guarco-Inca”: las reliquias de esta etapa son las que se pueden apreciar hoy en día en este sitio. Luego de esta etapa la población comenzó a migrar al valle para cosecharlo y poder vivir en él, esto lo podemos constatar en la actualidad pues podemos observar la gran cantidad de sembríos y cosechas de maíz, frutales, flores, etc.
Este gran complejo cultural está ubicado sobre un promontorio rocoso en el valle de Cañete, es de fácil acceso ya que la movilidad nos deja cerca a la entrada de Cerro de Oro, en la subida se apreciar la vieja mina abandonada donde se tejen muchas historias místicas; una vez que veamos un cartel con la frase: “BIENVENIDOS A CERRO DE ORO” sabremos que hemos llegado para empezar nuestra exploración. La entrada es completamente gratuita y se puede encontrar información valiosa en los diversos carteles que hay en el complejo puestos por los arqueólogos que investigan la zona.
En primera instancia al llegar vamos a observar una gran cantidad de huesos, cerámica, tejidos de la época e incluso es fácil encontrar cabellos humanos en muy buen estado lo cual deja a muchos asombrados y maravillados; todo este espacio pertenece al gran cementerio de la cultura “Guarco-Inca”, al seguir avanzando nos encontraremos con la “Ciudad de Barro” que ocupa aproximadamente 150 hectáreas, con partes aún no descubiertas y sectores en constante investigación. En el camino es fácil divisar plantas del tipo cactáceas y en los aires sobrevuelan distintos tipos de aves propios de la costa del Perú.
Para visitar la zona se recomienda ir con zapatos cómodos, aplicarse bloqueador y tener una constante hidratación ya que debido a su ubicación este lugar tiene un clima seco – desértico y la mayor parte del año tiene un sol intenso; en los meses de Junio -Agosto suelen haber lluvias, por lo cual si uno va es posible acabar embarrado de barro completamente. Si eres amante de las fotos podrás tomar excelentes imágenes de este maravilloso lugar con vista al valle.
Por último, recordemos que este lugar a sufrido constantes saqueos y muchos visitantes se llevan objetos del lugar sin descaro, muchas tumbas han sido profanadas y en parte es debido a que el estado peruano no ha establecido algún tipo de plan de conservación del territorio, es por eso que como turistas y profesionales debemos recomendar que al visitar este lugar se realice con mucho respeto para esta cultura que aún falta mucho por descubrir.