Misiones es una provincia argentina de exuberante naturaleza y una multiplicidad de atractivos con una gran riqueza cultural, cargada de misticismo y religiosidad, que además es custodia de un tipo de agua de características milagrosas en el llamado “Cerro Monje”. En la localidad de San Javier, distante a 140 km de la capital provincial, se encuentra este atractivo turístico, cultural y religioso, que es, asimismo, uno de los principales lugares de peregrinación de los feligreses católicos en Semana Santa.
Para llegar al sitio hay que dirigirse 7 km al norte de la antigua reducción jesuítica de San Javier, por un camino perfilado de 4 km y el resto se recorre entre empedrado y asfalto, donde se puede ver el paisaje rural con sus animales pastando, las pequeñas casas de los lugareños, las plantaciones de caña de azúcar (principal fuente de trabajo del lugar) y siempre la compañía de la característica vegetación del paraje que es bordeada a lo lejos por el serpenteante Río Uruguay.
El escritor Salvador Lentini Fraga describe este lugar: “en el paisaje del Cerro Monje se encuentra ahora un cielo extraordinariamente azul, cúmulo de nubes blancas que parecen pintadas sobre un fondo raso. La vegetación en distintas gradaciones de verde…y allá abajo, otro cielo azul, pero viajero sinuoso y es el Río Uruguay…»1
Al llegar a la entrada, se alza el escarpado cerro en cuya cima un arco de piedras es la bienvenida a este rincón de la provincia que encierra en sus orígenes historias y leyendas. Una pintoresca capilla de ladrillos blanqueados y el lugar donde se guarda celosamente el agua curativa, completan los elementos del lugar. En el espacio lateral se disponen varias postas para la realización del Vía Crucis; el calvario cuenta con las catorce estaciones que representan el camino de la Pasión de Jesús.
Aquí, cada año -antes de la pandemia- se congregaban miles de peregrinos que eran movilizados por su fe y participaban de las celebraciones religiosas. En la actualidad se utiliza como espacio recreativo en el cual las familias visitan el lugar y pueden pasar el día, disponiendo de sus cómodas instalaciones: estacionamiento, sanitarios, parrillas, lugar para acampar, juegos para niños. Además, San Javier y las localidades aledañas ofrecen alojamientos y restaurantes acordes a distintos gustos y necesidades.
Aparte de las hermosas vistas paisajísticas hay una leyenda que envuelve el ambiente de este emplazamiento. Cuentan que allá por el año 1567 un buque italiano que recorría el mundo naufragó en el Río Uruguay y pereció toda la tripulación, excepto un monje que sobrevivió a la tragedia. El religioso llegó hasta el cerro, lo escaló y una vez que apoyó su cayado en el suelo, brotó un chorro de agua cristalina, a la que se le atribuyen cualidades curativas. El hecho se conoció en los alrededores y por ello los peregrinos acudían al lugar para curarse de todos los males con el “agua milagrosa”. 2
La provincia de Misiones tiene una gran diversidad religiosa debido al resultado de la huella que dejaron las misiones jesuíticas guaraníes y a los inmigrantes que llegaron en la primera mitad del siglo XX, lo que dejó un inconfundible sello en la región. Las tradiciones, la lengua y la fe de los recién llegados se amalgamaron con la de los nativos lo que dio origen al crisol de culturas.
Junto con esta diversidad cultural, los mitos y creencias populares aportan lo suyo y surge un todo de leyendas y fe que hacen del Cerro Monje un lugar único e interesante para visitar y conocer.
Referencias
- “Cerro Monje, leyenda o realidad”. Salvador Lentini Fraga
- “Supersticiones y leyendas de la Argentina”. Juan Bautista Ambrosetti