En la localidad San Juan la Laguna, la Asociación de Guías de Eco Turismo Comunitario Rupalaj K’istalin ha logrado desarrollar un proyecto independiente que genera ingresos genuinos para toda la comunidad, preserva sus recursos naturales y fortalece su cultura Maya – Tz’utujil. De esta forma, su trabajo se ha transformado en un faro importante al cual deberíamos seguir.
La historia de Rupalaj Kistalin (rostro cristalino en Tz’utujil) comienza en el año 2000 cuando 25 personas decidieron organizarse para trabajar por el desarrollo sostenible de la comunidad San Juan la Laguna, ubicada a orillas del Lago Atitlán. Pero fue en el 2005 cuando, con apoyo de la Fundación Solar, lograron llevar a cabo su primer proyecto: un vivero de plantas nativas para reforestar áreas deterioradas. Un año más tarde, comenzaron a llegar los primeros turistas con intención de visitar el vivero y el trabajo que allí realizaba la asociación. Desde su nacimiento hasta hoy, Rupalaj Kistalin ha estado muy comprometida con el cuidado del medio ambiente. La limpieza del Lago, charlas de educación ambiental en las escuelas y llevar niños/as a reforestar el bosque son actividades constantes.
A partir del año 2006 el arribo de visitantes fue en aumento. Tanto fue así que luego de varias capacitaciones y mucho esfuerzo, la Asociación empezó a diseñar diferentes circuitos turísticos. El primero fue el sendero al Cerro de la Cruz, y como consecuencia de dicho trabajo, comenzaron a generarse ingresos que se utilizaron, principalmente, para comprar un terreno propio y construir la oficina de la Asociación.
Otras excursiones (como el Tour Natural, Circuito Cultural y Tour del Maíz…) son también una importante fuente laboral y reactivan la economía de la comunidad, ya que se visitan distintas cooperativas (mujeres tejedoras, comadronas de plantas medicinales, pintores…) para colaborar con su desarrollo socio-económico. San Juan la Laguna se caracteriza por ser una de las comunidades más organizadas, ya sea en cooperativas o asociaciones, y una de las que mejor conserva su patrimonio natural y cultural.
En este momento se cuenta con 14 socios, 9 hombres y 5 mujeres. Desde hace un tiempo han puesto en marcha un proyecto de alojamiento muy interesante. Se trata de las Posadas Mayas, un servicio de hospedaje que ofrece la posibilidad de conocer, aprender y sentir la cultura Maya pernoctando en casas de diferentes familias de la comunidad. Este proyecto representa un importante ingreso económico para la comunidad, pero también una experiencia única de intercambio cultural que colabora eficazmente para el entendimiento internacional.
Muchos de los turistas que llegan a conocer la Asociación Rupalaj Kistalin es por Viva Atitlán, una tour operadora que trabaja hace varios años con diferentes (ahora 9) organizaciones de base comunitaria situadas en las cercanías del Lago proponiendo una “experiencia de aprendizaje mutuo”, como dice Marlon, el gerente. Viva Atitlán también está comercializando algunos productos artesanales de estas mismas organizaciones colaborando así con la generación de ingresos genuinos y el fomento de aquellas manifestaciones culturales.
De esta forma, Rupalaj Kistalin se ha transformado, a base de mucho esfuerzo y resistencia ante la influencia externa, en una fuente de inspiración para todas aquellas organizaciones que pretenden generar un cambio en sus comunidades por medio de la auto gestión y el auto financiamiento.
Esta Asociación de Guías Comunitarios de Eco Turismo ya no tiene que pedirle apoyo económico a nadie. Es su propia labor diaria la que logra cubrir todos los gastos y pagar todos los sueldos. Es su propia solidaridad la que levanta y desarrolla un modelo económico sostenible para toda la comunidad. Y es su propio sueño, ahora hecho realidad, el que pinta de esperanzas el tejido enfermo del sistema turístico mundial.
Video: Turismo como propiedad Comunitaria: Asociación Rupalaj K’istalin