La más reciente edición de ATMEX, en la ciudad de Oaxaca, eligió una temática representativa: la importancia del turismo en la salud mental. Bajo esta premisa, se reflejó el enorme compromiso que tiene el segmento de aventura y naturaleza en la búsqueda del equilibrio emocional, sin dejar de lado la protección del medio ambiente ante el crecimiento económico y turístico dentro de las comunidades.
El estado de Oaxaca posee un enorme potencial para convertirse en un referente del desarrollo sustentable, al proteger y conservar la biodiversidad. Dentro de la entidad, se desarrolla un proyecto para la ordenación de la actividad, buscando que Huatulco se convierta en la primera zona de desarrollo turístico sustentable a nivel nacional.
La conferencia “Conservando la biodiversidad para conservar el turismo”, que se presentó durante el evento, tenía un panel conformado por Adalberta Chávez Robles, representante del Campamento Tortuguero Chacahua; Adrián Mendoza Barrera, coordinador de proyecto GEF (Fondo para el Medio Ambiente Mundial) del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); Elfego López Peña, coordinador de proyecto GEF de World Wildlife Fund for Nature (WWF); y Román Caamal, presidente de la Red de Turismo Comunitaria Caminos Sagrados.
Adrián Mendoza, biólogo de profesión, destacó la importancia que tiene la colaboración política, normativa, económica y social en la protección de la biodiversidad. Dijo que México, con 45 millones de turistas internacionales, es el sexto país más visitado del mundo, gracias a la gran riqueza cultural, natural y en ecosistemas que posee. Sin embargo, esta situación representa enormes desafíos en términos de sustentabilidad, pues la nación se sitúa en los últimos lugares en este rubro, sobre todo en aspectos como la protección de la naturaleza, el uso de energías renovables y la contaminación ambiental.
Mendoza enfatizó la necesidad de implementar acciones que promuevan la protección del medio natural. La pérdida de especies y poblaciones es alarmante, considerando que el 94% son mamíferos terrestres, y el 6% restante representa a los mamíferos de vida acuática. Recordó que el 75% de los cultivos depende directamente de los polinizadores, insectos, aves, entre otros; sin ellos, nos enfrentaríamos a una gran crisis sin precedentes.
Elfego López, quien cuenta con experiencia en la implementación de corredores turísticos, como el proyecto GEF en el destino piloto Huatulco-Chacahua, enunció los cuatro componentes del KUXATUR para la conservación y uso sustentable de la biodiversidad: fortalecimiento del marco institucional reglamentario y normativo; movilización de inversiones para abordar las fallas del mercado; la integración de la biodiversidad en el desarrollo y operación del turismo costero; y promoción de México como un destino amigable con el medio ambiente, la gestión del conocimiento, monitoreo y la sistematización de los resultados.
Los proyectos requieren de aliados, por lo cual se establecen alianzas estratégicas con empresas comunitarias interesadas en la preservación, colaborando con el diseño de planes de negocio, insumos para monitoreo, manuales e infografías de observación de aves, manglares y ballenas (con traducción al chatino y zapoteco), así como la impartición de talleres, en donde se promueven las buenas prácticas que contemplan los criterios de conservación.
Adalberta Chávez, quien dirige un restaurante, está involucrada en un proyecto dirigido a la conservación y protección de las tortugas. Su comunidad mantiene un fuerte compromiso con la biodiversidad. Por este motivo, se impulsaron estrategias para la regularización de la extracción del mejillón y el resguardo de los manglares, los cuales son el hábitat de diversas especies, como cangrejos y peces.
Román Caamal destacó la importancia que tiene, para Amigos de Sian Ka’an, la marca destino Maya Ka’an; un proyecto que unió a un grupo de destinos para implementar estrategias, buscando el fortalecimiento del turismo comunitario y de naturaleza. Los esfuerzos rindieron frutos y se logró que el segmento fuese reconocido en la Ley Estatal de Turismo de Quintana Roo como una actividad económica capaz de preservar la riqueza cultural, natural y gastronómica de la región.
Durante su participación, habló de la relevancia que tiene trabajar en coordinación con las autoridades turísticas y las comunidades, quienes conocen a detalle el patrimonio con el que se cuenta. No se trata de enfocarse en el número de visitantes, sino en la calidad del visitante que arriba a un destino, el cual deberá estar consciente de su huella de carbono.
Otros proyectos GEF se localizan en Quintana Roo y Baja California. Para su implementación se requiere de la participación de los visitantes, los prestadores de servicios, los profesionales del sector y los representantes gubernamentales. Aún hay mucho por hacer, sobre todo en el aspecto de la aplicación de la normatividad en cuanto a generación de residuos se refiere. Es necesario que los visitantes se comprometan a contribuir en la protección de la biodiversidad.
El turismo tradicional debe transicionar hacia un turismo sustentable, preservando los recursos naturales que se poseen, garantizando su interacción con el ser humano de manera armónica y en beneficio de ambas partes. La actividad genera impactos positivos en la economía; sin embargo, requiere de la aplicación de políticas alternativas enfocadas en una economía responsable, la cual asegure la sostenibilidad a largo plazo de los recursos naturales y el acceso a una vida digna.
México tiene una posición geográfica privilegiada, la cual le permite tener diversidad de ecosistemas, aunado a una vasta riqueza cultural e histórica, permitiendo el desarrollo del turismo. Es necesario diseñar estrategias que impulsen un turismo responsable, comunitario y regenerativo que sea el motor del cambio ante la pérdida de hábitat terrestre y acuático.
