El estado de Veracruz tiene un extenso litoral costero en donde puedes encontrar desde las más populares playas turísticas, como Boca del Río o Tuxpan, hasta pequeñas joyas desconocidas como las playas vírgenes de Boca Andrea, Paso de Ovejas o Playa Muñecos.
En esta ocasión quiero mostrarles un lugar que combina lo paradisíaco de lo natural, con las amenidades de los servicios turísticos locales. Se trata de Costa Esmeralda, que además, gracias a su ubicación, te permite complementar tu viaje con dos visitas fantásticas, una repleta de aventura y adrenalina y otra llena de historia y magia ancestral.
Costa Esmeralda es la franja costera ubicada entre el municipio de Nautla y el de Tecolutla (al que oficialmente pertenece.) Se compone de aproximadamente 40 kilómetros de playas con pequeños poblados a la orilla del mar como Casitas, Monte Gordo, Guadalupe, La Vigueta entre otros. Costa Esmeralda es una buena opción para quienes buscan hacer un viaje de playa en un ambiente más natural y menos urbano, ya que se encuentra alejado de las grandes ciudades y su esencia de pueblo, permite al viajero experimentar el relax y confort que busca en una escapada de la vida citadina. Además de disfrutar del mar, el sol, una refrescante piscina y el calor veraniego, en este lugar encontrarás muchas ofertas tanto de servicios de hospedaje para todos los presupuestos, como una gran variedad de restaurantes para degustar lo mejor de la cocina local y sus suculentos guisos, platillos y especialidades en pescados y mariscos.
Yo les recomiendo hospedarse en el Hotel Canadian Resorts, pues es una excelente opción para hacer viajes en familia, ya que cuenta con distintos tipos de habitaciones y villas, algunas con capacidad de hasta 10 personas. Además, todas ellas cuentan con cocineta equipada lo que puede representar un enorme ahorro en tu presupuesto. Además de las albercas y el poolbar, también hay áreas de asadores para hacer una buena parrillada familiar, canchas deportivas, un restaurant de primera y amplias áreas verdes para disfrutar de una tarde de completo relax.
Si dispones de más días o decides alargar tu estadía en Costa Esmeralda, te propongo dos actividades que harán de tu viaje una experiencia fantástica:
La primera de ellas es visitar el sitio arqueológico El Tajín en el municipio de Papantla, que se encuentra a menos de 75 kilómetros. Este complejo nombrado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, era una ciudad prehispánica con pirámides, templos y hasta “canchas” del antiguo juego de pelota. Recuerda que una de las costumbres de estos pueblos del pasado, era que el ganador debía ser ofrecido a los dioses mediante un sacrificio humano por haber sido el mejor. Se dice que El Tajín era la capital de la cultura totonaca y que alcanzó su mayor esplendor entre los siglos VI y VII.
Las pirámides levantadas en este sitio veneraban al sol, la lluvia y el tiempo. La más bonita es la pirámide de los Nichos y algunos historiadores le atribuyen a esta majestuosidad fines de estudio del calendario en la antigüedad.
Durante tu visita presta atención a los detalles de cada construcción y aprende sobre la historia de esta civilización y sobre la cultura totonaca, admírate del ingenio de los arquitectos de aquella época y captura muchas fotografías de este mítico lugar que forma parte importante de la cultura y la identidad de nuestro México. También puedes visitar el pequeño museo y de vez en cuando hay salas temporales para exposiciones especiales. Si te gustan los espectáculos, echa un vistazo al calendario para saber cuándo se llevará a cabo la Cumbre Tajín, un evento cultural con diversas actividades recreativas, talleres, presentaciones musicales y otros shows que se realiza una vez al año. Papantla también es famoso por ser la cuna de la tradicional danza de los voladores de Papantla. Dentro del Tajín se practica este ritual a determinadas horas del día, así que asegúrate de no perdértelo cuando visites el sitio arqueológico.
La segunda escapada que te propongo, está un poco más cargada de velocidad y emoción. Se trata de un descenso en los rápidos del río Filobobos. Este lugar se encuentra a sólo una hora de distancia aproximadamente de Costa Esmeralda. Al llegar a la zona te abordarán algunas agencias que organizan tours para ofrecerte sus servicios. El costo varía dependiendo del servicio que adquieras. Hay diversas rutas con diferentes duraciones y niveles de dificultad, pero toma en cuenta que algunas sólo están disponibles en ciertas épocas del año, dependiendo del nivel del río y la temporada de lluvias. La empresa con la que contrates el servicio te facilitará a ti y a tu grupo la balsa con remos, chalecos salvavidas, equipo de seguridad y un guía que te apoyará durante el recorrido. Antes de comenzar el recorrido, podrás entrar con la balsa a una gruta en donde está la cascada “El encanto.” Deberás remar a contra corriente para poder acercarte e impregnarte de la brisa que despide el chorro de treinta metros de altura y disfrutar del sonido de la caída del agua. Una vez que salgas de la cueva, comienza la aventura. Si elegiste el recorrido sencillo, te divertirás cuando atravieses cada descenso de agua y podrás disfrutar de lindos paisajes naturales mientras navegas en tu balsa. Si elegiste alguna de las rutas más largas, primero deberás llegar hasta la parte más alta del río en una caminata en medio de la selva, donde podrás avistar vestigios arqueológicos, atravesar caprichosas cavernas y una vez en la balsa, hacer el descenso del río. Sea cual sea el recorrido que escojas, las risas y la diversión están garantizadas. No olvides llevar bloqueador y cámara resistente al agua.
Espero que disfrutes mucho tu visita a Costa Esmeralda y que este articulo te sea de utilidad para planear tus próximas vacaciones por las playas de Veracruz. Nos vemos en la próxima.