Si existe una leyenda en México que ha logrado trascender más allá del recurso oral y la palabra, sin duda esa es la leyenda de la llorona, un relato que ha conseguido adaptarse y moldearse a la realidad de diferentes zonas del país, retomando características culturales específicas sin abandonar su esencia y simbolismos identitarios que a pesar del paso de los siglos, no pierden vigencia y continúan asustando a más de uno.
Índice
Origen de la leyenda de la Llorona
Saber el cómo comenzó y cuál es la verdadera historia de la leyenda de la llorona ha sido una pregunta frecuente para muchos, sin embargo, hasta la fecha no se ha podido identificar un origen exacto, cosa que no es para extrañarse porque las leyendas por su naturaleza narrativa evolucionan y cambian constantemente, durante el proceso de ser contadas de persona a persona agregando o quitando información.
La diosa Cihuacóatl
Por un lado, tenemos la versión que retoma Fray Bernardino de Sahagún en el siglo XVI, de la diosa mexica Cihuacóatl, una de las deidades más importantes de la cosmovisión del mundo nahua por ser la responsable de la fertilidad de la tierra y la existencia del hombre.
Esta variante hace referencia a los ocho augurios de Moctezuma que presagiaban la llegada de los conquistadores españoles y la caída del imperio. Uno de estos augurios habla sobre el lamento desgarrador de una mujer que caminaba por las calzadas de Tenochtitlán, la capital del imperio, deshaciéndose en llanto por el destino fatal que tendrían sus hijos los mexicas en los días próximos, a esta mujer se le relaciona directamente con Cihuacóatl.
La malinche
Otra versión apunta que la llorona fue ni nada más ni nada menos que la malinche, figura femenina de altísima capacidad intelectual, la cual fue regalada a los españoles por un cacique y gracias a su conocimientos de diversas lenguas nativas y posterior dominio del español, fue pieza clave durante la conquista en las labores de traducción y alianzas estratégicas entre hispánicos y pueblos enemigos de los mexicas.
La relación nace a partir de la relación amorosa que Hernán Cortés tuvo con Malinalli (como también se la llama) misma que dio como resultado un hijo de nombre Martin.
La leyenda dice que Malinalli después de enterarse de que Cortés la dejaría, ahogó a su hijo (la leyenda dice que eran dos) en las laderas del lago de texcoco, lo que se convirtió en una pena y dolor que cada noche hacía temblar a la naciente Ciudad de México por medio del grito “ay mis hijos”.
Hay que decir que esta versión se contrapone a la historia oficial, ya que el hijo del español y la mujer índigena, en realidad creció y vivió gran parte de su vida en España lejos de su madre, aparte de comentar que sólo fue un niño y no dos.
Historia verdadera de la llorona o al menos la más aceptada
Finalmente, la verdadera historia de la leyenda de la llorona y por ello la más aceptada, es la que cuenta sobre un hombre rico y poderoso, quien se encontraba casado con una mujer de su misma alta clase social pero que a su vez mantenía un relación secreta con una muchacha pobre que había conocido como parte de su servidumbre.
Con el paso del tiempo, la relación dio como fruto dos hijos. El hombre siempre prometía dejar a su esposa e irse a vivir con la muchacha para hacer una vida juntos.
Una noche, la pareja decidió que la joven se regresaría a su pueblo para preparar la boda con el que había sido su patrón. Ella siguiendo el plan se fue con sus hijos. La fecha de la boda llegó y ella esperó impaciente en la entrada de la iglesia. Todo estaba listo para un servicio discreto, los minutos pasaron rápidamente y el hombre jamás se apareció.
El hecho llenó de furia a la joven que perdiendo todos los estribos, esa misma noche ahogó a sus propios hijos usando el vestido de novia blanco en un lago cercano al pueblo. Desatando que desde ese momento su alma anduviera en pena lamentando haber asesinado a sus niños cada madrugada por las calles junto con gritos perturbadores de arrepentimiento.
En fin, elegir la verdadera versión podría más bien ser cuestión de gusto personal
La llorona es parte de la identidad nacional. Si uno no ha tenido la oportunidad de escucharla o verla, es seguro que se conozca a alguien que sí, ese relato forma parte del patrimonio cultural de todos los mexicanos.
Características de la llorona
Aunque en México hay «muchas lloronas», dependiendo de cada región del país, sus características generales la diferencian de otras leyendas mexicanas.
El grito
Sin duda, la razón por la que más se ubica a la llorona es por su característico grito, un alarido que va del simple “ayyyyyyy” hasta el aterrador “aaaayyyy miis hiiijos”. Inmediatamente al escuchar este particular sonido, cualquier persona en lo primero que piensa es en la llorona, eso es seguro.
Su vestimenta
Otro rasgo es la vestimenta blanca con ese vestido largo que es fácil de divisar en la noche, depende la versión pero casi siempre se alude al vestido de novia que se dice que traía puesto en el momento de asesinar a sus hijos.
Físicamente
En muchas ocasiones se dice que no se le ven sus pies, lo que ocasiona que parezca que flota, una experiencia aún más aterradora.
La llorona en la cultura popular
Uno de los factores que más ha fascinado a propios y extraños acerca de la leyenda de la llorona, es la manera en que se ha representado, los canales que se han utilizado para su divulgación prácticamente no han conocido barreras, la leyenda se ha llevado al cine, al teatro, a los libros, en canciones, en recorridos caracterizados de leyendas y hasta en disfraces y adornos para la casa.