Sol, playa, arena, palmeras, clima tropical, comida y bebida que invita a olvidarse del gélido clima allende las fronteras… cuerpos morenos, por natura o por tecnología, artesanías, playeras todas iguales donde lo que cambia es el nombre de la localidad… pesca, buceo, delfines, leones, camellos, iguanas, tirolesa, safaris, avistamientos, golf, vida nocturna.
Al paradisiaco escenario que contiene todo lo anterior hay que agregarle, en la periferia, asentamientos humanos irregulares que la costumbre, la antigüedad, la necesidad de votos o la inevitable inclusión en la zona urbana, las convierten en colonias donde el trasporte, la seguridad y los servicios públicos son escasos.
¿Problema de México? No lo es, ocurre como se planteó al principio, en cualquier destino de sol y playa que bajo el modelo de desarrollo implementado en la segunda mitad del siglo XX hizo del turismo la industria sin chimeneas y una de las fuentes más constantes de divisas, de empleos directos e indirectos, pero sobre todo de esperanzas para quienes no encuentran, en su lugar de origen, una alternativa de subsistencia, estabilidad o crecimiento.
Pero, ¿Qué podemos hacer para revertir esta fatídica tendencia? ¿Qué nos queda por hacer, por decir, por pensar?
El pasado 8 de septiembre se realizó el 2° Foro del Agua que convocó a funcionarios, académicos, investigadores, empresarios y miembros de organizaciones civiles de Los Cabos, Baja California Sur, para dar su opinión y experiencia sobre el Agua en temas que van desde la potable, la residual, la que se obtiene por desalación, así como la gestión del recurso hídrico, la gobernanza, el uso y el abuso, y las ideas y proyectos para enfrentar y mitigar la escasez.
En ese sentido, desde mi función como profesor, pero también de habitante de esta comunidad turística ambientalmente vulnerable, platiqué sobre lo que se hacer: enseñar, divulgar y plantear escenarios y propuestas de solución desde la óptica de la docencia y el activismo social proactivo, el que ocurre en los salones, las bibliotecas y los patios de escuela.
Mi participación dura un poco menos que 30 minutos y va desde el génesis hasta el apocalipsis de un destino turístico. Los invito a verla, seguro encontrarán algo interesante o algo divertido, pero, sobre todo, me permitirán compartir un punto de vista que sin ser catastrófico ni exagerado debe ponernos en alerta como ciudadanos globales.
Video: Presentación 2° FORO DEL AGUA: «CUANDO EL DESTINO NOS ALCANCE»