En mi anterior relato os contaba sobre mi visita a Gouda en Holanda. Así que esta vez he decidido cambiar de país e ir a Bélgica.
Mi hermano y yo decidimos ir en octubre y visitar Bruselas, las principales razones eran porque es la capital de Bélgica, además de ser la principal sede de la Unión Europea… Así que fuimos en coche e hicimos una visita express: 24 horas en la ciudad. Debido al poco tiempo que teníamos, lo primero que hicimos fue buscar un guía, nos decantamos por un free tour y Lorena, nuestra guía, nos enseñó lo más lindo y llamativo de esta ciudad.
Empezamos el tour en el Grand Palace, un lugar más que bello, hermoso. Conozco varias capitales y esta en particular te hace sentir pequeñita. Rodeada de oro, brillo, los edificios y los colores de las fachadas hacen que sea realmente un lugar majestuoso. Lorena nos contaba que esta plaza es patrimonio de la humanidad por la UNESCO y está considerada como una de las plazas más bellas del mundo. Nosotros también la consideramos igual, bellísima y parece una joya…
Ya casi saliendo de ese lugar fue justo en ese momento que íbamos a seguir con nuestra visita hasta que nuestra guía nos preguntó que cómo íbamos de suerte y si queríamos tener un poquito más… Mi hermano y yo nos miramos y dijimos que sí, claro. Entonces nuestra guía siguió caminando y nosotros la seguimos. Nos llevó a solo unos metros de la plaza donde nos encontrábamos y nos explicó, mientras nos acercábamos al lugar, que se trata de una estatua especial, mágica, que es un atractivo de la ciudad pero que si la tocas puede tener varias consecuencias en tu vida. Nosotros pusimos cara de asombro y abrimos las orejas para escuchar bien atentos de qué se trataba…
Nos explicó que la estatua fue realizada por Julien Dillens en honor de Everard ‘t Serclaes, héroe belga del siglo XIV que luchó y recuperó el poder de Bruselas y los derechos de sus ciudadanos en una exitosa campaña militar que enfrentó a las tropas flamencas. Murió asesinado por proteger a la cuidad de los abusos y defender sus derechos… y así mientras caminábamos allí estaba la estatua, hecha de bronce y por ello tenía mucho brillo… Antes de tocar nos contaba Lorena que la tradición indica que si le tocas el brazo al héroe atraes la buena suerte. Nosotros nos reímos y nos pusimos contentos… Luego Lorena nos dijo «pero si tocas más de la cuenta pueden suceder otras cosas que no te imaginas». Fue entonces cuando nosotros nos miramos sorprendidos y calladitos escuchamos mientras nos poníamos en la fila para esperar y tocar el brazo… para que nos diera un poquito de suerte.
La primera es que si tocas desde la cabeza a los pies la estatua te ayuda a encontrar pareja o contraer matrimonio.
La segunda es que si le tocas desde los pies a la cabeza ayuda a separarse de la actual pareja… Lo más llamativo es que habían personas que estaban tocando de esa forma y nosotros las mirábamos mientras esperábamos nuestro turno…
También nos llamó la atención que junto al monumento hay un ángel y un perro. Y nos indicaba la guía que también si les tocas tiene un significado en tu vida: Si tocas la cabeza del perro, tu pareja será fiel, mientras que si tocas la cabeza del ángel, te rodearás de buenas personas.
Al llegar nuestro turno para tocar, mi hermano y yo decidimos solamente tocar el brazo del héroe y seguir nuestros pasos hacia la siguiente atracción de la ciudad, ya que con un poco más de suerte consideramos que era suficiente. Por si acaso… la suerte ya está echada.
