Uno de los temas poco abordados por el turismo es el profesionalismo de los guías de turismo. Como bien sabemos, en México, la Secretaría de Turismo es quien se encarga de certificarlos para que puedan desempeñar correctamente sus funciones. Sin embargo, los manuales y libros que encontramos en universidades, bibliotecas y librerías nos hablan del perfil que estos deben tener, los procesos y técnicas de comunicación que deben emplear con los turistas, los tipos de tour que hay, la prevención y evaluación de riesgos en las actividades turísticas, etc.
Son diversos temas que sin duda los ayudan a ofrecer un servicio completo y atractivo para el turista. Pero pocas veces o quizá nunca, nos hemos detenido a pensar si la información que nos están proporcionando es correcta.
Como turistas confiamos en la ética del guía, confiamos en que ha estudiado y se ha capacitado, confiamos en que no nos mentiría o daría datos erróneos, confiamos en su conocimiento, pero detrás de su labor hay una serie de aspectos que me llevan a reflexionar sobre ellos.
Cada vez que visitamos un museo, sitio arqueológico, edificio histórico o monumento, buscamos el servicio del guía de turismo para que nos narre la historia y los hechos más relevantes de ese lugar. La oferta de sus servicios es perfecta y resulta económica si vamos en grupo, convirtiéndose en un servicio ideal para nuestra tour; pero, ¿alguna vez hemos cuestionado su información? ¿Cómo estamos seguros de que es correcta? En realidad no sabemos si nos está contando la historia “oficial” o la tuvo que modificar para llamar nuestra atención, no sabemos porque no nos interesa saber qué autores y qué libros consultó, no creemos que sea importante y mucho menos relevante, confiamos en lo que nos dicen.
Es como regresar a la escuela tradicionalista de escuchar y repetir, de no cuestionar a nuestro exponente, porque seguramente lleva años haciendo esto, porque a diferencia de mí, él lleva mucho tiempo estudiando este tema, lo cual lo convierte en un experto y a mí en un visitante más.
Como turistas no demandamos información veraz, pero ¿qué hay de los guías? ¿Todos son profesionales? ¿Tienen la humildad de aceptar que no saben uno o varios datos? ¿Buscan información o sólo las que le da su jefe o agencia? Los guías de turismo tienen una gran responsabilidad, porque no se trata únicamente de llevar a grupos de turistas a que se tomen fotos para sus redes sociales, entonces ¿por qué olvidan que su principal función no es controlar al grupo? ¿Por qué le dan más importancia a la comunicación corporal y oral que la información que le dan al turista?, como guías deben tomar en cuenta que transmiten conocimiento, que muestran los aciertos y errores de culturas pasadas, que son narradores de la historia.