Desde México hasta el archipiélago de Tierra de Fuego en el extremo Sur del continente Americano, hay una gran variedad de creencias, símbolos y tradiciones. Se puede decir que la gastronomía de cada región es una mezcla de esos rasgos culturales y de la misma historia que ha pasado a través de ella. Incluso dentro de cada uno de los países se encuentran diferentes platillos típicos, y no es común que se mezclen entre ellos, salvo algunas excepciones. En Latinoamérica como en el mundo, se tienen algunos alimentos comunes como el arroz, los frijoles, ciertas carnes o mariscos, huevo, e incluso algún elemento de masa como tortillas o arepas, por lo que no resultan extrañas las preparaciones que se pueden hacer.
Por ejemplo, el ceviche, y sobre todo el ceviche peruano ya es conocido en todo el mundo, y es a la vez un platillo que se prepara en muchos lugares, principalmente en las costas.
Mezcla de ingredientes
Un fenómeno que se ha dado en muchas partes del mundo es la historia en común de ciertos platillos que contienen mezcla de (a veces demasiados) ingredientes, tal como ocurre con el pozole en México, la bandeja paisa en Colombia, El sancocho de gallina de Panamá, e incluso podemos considerar a la paella española y algunos otros platillos europeos; estos, tienen su origen ya sea en el campo o las minas, donde los campesinos, mineros y agricultores mezclaban comida que les sobraba o de la que tenían en abundancia para crear algún tipo de platillo que eventualmente se volvió típico de la región.
Conociendo las diferencias entre regiones
Es importante conocer las diferentes regiones de Latinoamérica para entender su gastronomía. Dentro de la misma comida colombiana existen diversos platillos que no se comen en todo el país. La bandeja paisa sólo se considera típica de Antioquia, y realmente se consume muy poco en otros lugares. El mismo caso ocurre con la sobrebarriga santandereana, típica de Santander, que se hace con la carne lateral del estómago de res.
Otros elementos como las empanadas, las arepas, el patacón, y sobre todo el arroz, se pueden encontrar en todo el país.
En la comida típica mexicana se puede ver que también varía radicalmente de región a región. De punta a punta no podría ser más diferente la gastronomía. Por un lado, en Baja California se tienen alimentos a base de mariscos o productos del mar, como los tacos de pescado en diferentes niveles de complejidad. Igualmente, el vino y los olivos son muy típicos de esta región. En cambio, en Yucatán, predomina la carne de cerdo en la cochinita pibil, el lechón, y mezcla de técnicas mayas y europeas. Sopa de lima, e ingredientes como la chaya y el achiote son recurrentes. Eso sí, siempre se puede contar con chiles habaneros en la mesa.
Donde se puede ver realmente el cambio en las regiones de México es en el mole. Aunque es más típico el mole poblano—creado en 1685 por sor Andrea de la Asunción—es un platillo que se consume en todo el país, y cada estado tiene su propia forma de hacerlo. Hoy en día se sabe que su origen es prehispánico gracias a las comunidades indígenas. Te recomendamos probarlo en cada estado de forma que se aprecie su variedad en todo el país.