Inauguración del Tianguis Turístico 2024Imagen tomada en la inauguración del Tianguis Turístico México 2024.

Determinar la actividad turística y su verdadero potencial dentro de un país requiere, dentro de otras cosas más, de un profundo análisis de la oferta turística con la que se cuente, las condiciones que le han permitido u obstaculizado su desarrollo y cuáles son o han sido sus desafíos, pues existen nuevos retos que, sin dudarlo, modificarán las formas de gestionar y administrar la actividad turística.

Asimilar e interpretar los factores que condicionan la experiencia de los turistas durante la visita a un país permite optimizar su satisfacción en todo el recorrido de su viaje y, con base en ello, crear acciones mercadológicas cada vez más personalizadas, tomando como referencia los intereses de los diferentes segmentos de mercado.

Si algo ha quedado claro a lo largo de estas últimas décadas es que el turismo es considerado como una de las mayores actividades productivas del mundo y uno de los sectores económicos con más rápido crecimiento. Crecimiento que, para los próximos años, deberá estar basado en la comprensión evolutiva del comportamiento histórico tanto de la oferta como de la demanda turística; cuya correspondencia, en el caso de México, ha dado como resultado un producto que, a nivel internacional, lo posiciona como un país con gran vocación turística.

Como se ha manifestado en un sinfín de veces, la República Mexicana cuenta con abundantes y variados recursos con un alto potencial turístico, como lo son: sus playas, zonas arqueológicas de diversas culturas, edificaciones y ciudades que mantienen un estilo virreinal, entre muchos más aspectos. Cabe señalar que la importancia del turismo en un país no se mide solamente de manera interna, sino también tomando en cuenta su posición competitiva con el resto de los países que tienen dicha vocación turística.

Aunque de todos conocido, el turismo mexicano depende básicamente del mercado estadounidense y, en menor grado, del mercado canadiense; lo que significa que está sujeto a las fluctuaciones de la economía norteamericana principalmente, por lo que un gran desafío para la nueva administración dentro del sector, será reducir el riesgo proveniente de los ciclos económicos y diversificar las atracciones turísticas al igual que las estrategias de marketing hacia mercados potenciales.

Asimismo, tanto las estrategias de planeación como las de desarrollo integral turístico deberán implicar obras de infraestructura y políticas económico-sociales, que se redefinan y ajusten con la mayor prontitud a un sector turístico interdependiente a los demás sectores, pues al contraerse este, las actividades de los diversos sectores se ven también afectadas.

Debe quedar muy claro que no basta construir más y mejores empresas dentro del sector con excelentes servicios, pero sin planeación y sin contenido humanista. Una planeación que impida que los centros turísticos tiendan a ser o se conviertan en núcleos de escapatoria, sino donde los visitantes encuentren un entorno superior de relación humana.

Se debe proponer un nuevo y superior concepto del turismo que incorpore el factor de la intercomunicación cultural a la actividad turística y así brindar a los visitantes no solamente la admiración y el gusto de un territorio para ellos desconocido, sino el aporte de la diversa cultura mexicana, de imágenes, de conocimientos y sensaciones que enriquezcan su ser y su vida, que garanticen nuevos espacios con un enfoque responsable y experiencial.

Se ha dicho y se seguirá afirmando, México no es un país homogéneo, permitan la expresión, «Hay muchos pequeños países en México», cada estado con características poblacionales, territoriales, económicas y sociales diferenciadas que merecen tratamiento y estrategias específicas.

México cuenta con una comunidad que tiene demasiado que ofrecer más allá de una idiosincrasia y una historia, como lo son sus inquietudes creadoras en todos los órdenes, que conservan y enaltecen la riquísima tradición de la nación. La creatividad es y será la gran diferencia en el sector. Aunque amplio y complejo este concepto, es uno de los más relevantes que los turistas toman en cuenta a la hora de planificar sus vacaciones.

Por otra parte, el próximo gobierno tendrá el reto de establecer estrategias hacia un turismo de mayor gasto: existe una tendencia evolutiva direccionada a un modelo turístico que se va polarizando respecto a los niveles de gasto. Las marcas de la moda y el lujo están entrando, cada vez más, en la selección de los servicios turísticos.

En este entorno, los destinos turísticos habrán de apostar totalmente por la alta gama para atraer a los viajeros con un mayor poder adquisitivo, a través de la diversificación de gran escala al de pequeña escala; de la toma de iniciativas por parte del sector público a la toma de iniciativas por parte del sector privado; del desarrollo de playas turísticas al de las atracciones culturales/históricas, por ejemplo.

Sin embargo, quizá uno de los mayores y relevantes desafíos para el turismo en México es, sin lugar a dudas, la inseguridad. Los turistas extranjeros, especialmente los provenientes de Unión Americana, se expresan preocupados por el crimen organizado y la violencia en algunas zonas del país donde se registran valores equivocados que trastocan la estabilidad comunitaria y familiar, al desembocar en violencia y ausencia de seguridad. Es importante rescatar o impulsar nuestros valores morales a fin de que la planificación del desarrollo se aleje del caos, de la injusticia, de la anarquía y la deshumanización.

Pero sin duda, el sector turismo es uno de los sectores con mayor potencial para la incorporación de nuevas tecnologías, facilitando la adopción a una realidad de la actividad turística donde se pudiera aprovechar el reto de la digitalización, la aplicación de la inteligencia artificial, el procesamiento de datos masivos y la creatividad para lograr y establecer un nuevo rediseño de marca que permita mejorar la imagen, tener un trato más cercano con el turista a través de los medios y redes sociales antes de que llegue al destino.

Yendo a los retos más específicos, el sector turístico deberá ser capaz de crear riqueza para no distribuir pobreza; así en un sistema turísticamente planificado, se requiere tener en cuenta e impulsar las áreas trascendentes nacionales que disponen de los principales atractivos físicos y, además de los recursos humanos y económicos, a fin de estimular en ellos la producción nacional, el empleo, la distribución equitativa y sobre todo la conquista del bienestar social.

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Por Mauricio Sotelo Arriaga

🇲🇽 Lic. en Turismo. Pasión, disciplina y voluntad: ingredientes indispensables para mostrar amor por el turismo.

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