La primera vez que escuchamos Teuchitlán, vino a nosotros la imagen de una pirámide. Vaya sorpresa nos llevamos al ver los atractivos naturales que ofrece este municipio, además de los Guachimontones.
Teuchitlán se encuentra aproximadamente a 60 km. de Guadalajara, la duración del viaje fue de 1 hora con 10 minutos tomando la carretera México 70. Afortunadamente, visitamos el municipio en temporal de lluvia, por lo que los paisajes que nos ofreció el camino fueron espectaculares.
Al llegar al municipio, nos sentimos de inmediato parte de la cultura y tradición de este lugar.
La zona centro, a tan sólo unas calles de la entrada, nos remontó a un pueblo colonial. Su kiosco y su templo principal nos dejaron enamorados.
Nuestra primera parada en esta aventura fue el Río Teuchitlán. Se encuentra a tan solo 3 calles de la plaza central. Recordamos perfectamente cómo nos recibió un estanque lleno de ranas, ¡parecía concierto sinfónico!
El Río Teuchitlán cuenta con un camellón, en el cual además de caminar a un costado del río, te permite realizar reuniones familiares o citas románticas. ¡Es realmente hermoso!
Para nuestra sorpresa, nos informaron que también se podían realizar actividades como pesca deportiva y paseo en balsas. Incluso fuimos testigos de cómo una pareja de adolescentes tuvo una sesión de fotos arriba de una balsa. El mejor y más romántico paisaje para una fotografía.
En ese momento, nuestro pensamiento fue “¡tenemos que vivir toda la experiencia!” por lo que rentamos una balsa e iniciamos con la diversión.
El costo de rentar la balsa fue de $30 por media hora de uso o $50 pesos por una hora. La persona que nos atendió fue muy amable en todo momento y nos explicó a detalle cómo usar la balsa de manera correcta, sin embargo, al ser nuestra primera vez, tardamos 5 minutos dando vueltas, intentando tomar el control de la balsa. Después de nuestro pequeño desliz, comenzamos el recorrido.
El espacio del río no es muy amplio, pero es suficiente para adentrarte en un ambiente perfectamente equilibrado de paz y diversión.
Terminamos con la aventura en Río Teuchitlán y era momento de dirigirnos al atractivo principal del municipio: Los Guachimontones.
¡PIRÁMIDES CIRCULARES!, ¡OVNIS! ¡RITUALES!, nuestras expectativas estaban por los cielos.
Antes de llegar a la zona arqueológica debes pasar primero por el Centro Interpretativo Guachimontones. Hicimos 15 minutos de camino tomando la Calle Benito Juárez.
El costo de ingreso a los Guachimontones y centro interpretativo es de $30 entrada general y $15 con credencial de estudiante/maestro vigente (si eres estudiante o maestro, no olvides llevar tu credencial y mostrarla).
La travesía a Guachimontones se debe realizar caminando, por lo que en el estacionamiento del Centro Interpretativo se debe dejar el vehículo. Únicamente personas con alguna discapacidad o tercera edad pueden subir a los Guachimontones con automóvil.
De esta manera iniciaba nuestra segunda aventura en el día.
En el Centro Interpretativo puedes encontrar toda la información de la cultura en Teuchitlán y todos los hallazgos que a lo largo de los años se han descubierto.
Puedes solicitar un recorrido gratuito. Te mostrarán un documental muy interesante, un recorrido por las instalaciones del Centro Interpretativo, terminando en el camino a los Guachimontones.
Lo que más nos encantó del lugar son los diferentes juegos y actividades que puedes realizar para aprender de una forma práctica y divertida.
En la parte trasera del Centro Interpretativo, nos encontramos con un pequeño camino que nos llevó a conocer una réplica de las casas en donde vivían los antiguos habitantes de Teuchitlán.
Después de sentirnos, literal, como en casa, nos dirigimos a las pirámides circulares.
El camino para llegar a ellas está completamente pavimentado, eso facilita mucho el traslado, ya que es de subida. Tardamos 15 minutos caminando para llegar a la entrada de las pirámides.
La recomendación es utilizar protector solar, llevar agua para mantenerse hidratados y alguna gorra o sombrilla para protegerse del sol. A pesar de que no es mucho tiempo de caminata, el sol y la inclinación del camino los pueden dejar agotados.
Durante la trayectoria a las pirámides, nos encontramos con el primer hallazgo, una cancha donde se jugaba pelota hace miles de años. La emoción creció en ese momento.
Nuestra aventura continuaba, la llegada a las pirámides fue endulzada con unos tambores que de inmediato nos atraparon en un ambiente místico. Nuestra primera tarea fue saber de dónde venía esa música.
Llegamos a la pirámide central, llamada “La Iguana”. Su hermoso color verde nos deleitó por varios minutos. Justo a un costado de la pirámide nos encontramos con los tambores que escuchamos en nuestro ingreso, se trataba de varias personas que vestían con trajes tradicionales y realizaban una “limpia” a las personas que contratan el servicio. Fue muy especial escuchar y ver el proceso.
Nuestra exploración continúo visitando los pequeños Guachimontones que están en los laterales de “La Iguana”.
El ambiente místico se mantenía. Con nuestra imaginación, tratábamos de visualizar como nuestros antecesores se subían a un tubo en la parte más alta de la pirámide y realizaban sus rituales al puro estilo de los Voladores de Papantla, como actualmente se conocen.
Seguimos con el camino y nos encontramos con un “mirador”, el cual nos permite ver desde la parte más alta del lugar, el bello paisaje que nos ofrece Teuchitlán.
Para nuestra sorpresa, nos comentaron que ese “mirador” era realmente la pirámide más grande del lugar, pero aún se encuentra oculta. Su nombre es ”El Gran Guachi”. Quedamos en shock en ese momento, estuvimos parados en la pirámide circular más grande de toda la zona y nosotros no estábamos enterados.
Después de esa noticia, nuestra travesía por los Guachimontones había terminado, pero no nuestra aventura.
Nuestro recorrido continuó con la visita a un restaurante en el centro del pueblo. La comida fue bastante buena y a un precio muy accesible. Por persona gastamos $50 con bebida incluida. Este establecimiento lo encuentran a una cuadra de la plaza principal por la calle Hilarión Romero Gil.
El siguiente punto que nos propusimos visitar fue la Laguna “La Vega” que se encuentra del otro lado de la entrada a Teuchitlán.
Esta laguna nos dejó un sabor agridulce, ya que para poder disfrutar de su atractivo, se debe comer en uno de los restaurantes de mariscos ubicados en las orillas de la laguna.
Los precios en estos restaurantes oscilan de $100 a $200 por persona.
Esperábamos ver un camellón pero nunca lo encontramos. Fue de esta manera que cerrábamos con el misticismo de Teuchitlán que nos dejó muchas enseñanzas y aventuras más allá de las pirámides.
Video: Pirámides circulares en Teuchitlán
Te invitamos a ver el mapa de nuestra ruta a Teuchitlán.
Costos del viaje a Teuchitlán
- Viáticos totales de Gasolina partiendo de Guadalajara: $200.
- Comida: $50.
- Balsas en Río Teuchitlán: $30 – $50.
- Entrada a Centro Recreativo y Guachimontones: $30 ($15 con credencial de estudiante/maestro).