México es parte de nosotros y nosotros parte de él; y es justamente en esa sinergia donde radica la importancia de conocerlo, junto a la cantidad de maravillas naturales y culturales que habitan a lo largo y ancho de su territorio. No es obligatorio pero si indispensable, primero viajar a nivel local, para después conocer el resto del mundo.
Gracias a la globalización, tenemos acceso a información turística del planeta entero, es por ello que pensar en viajar se ha vuelto parte esencial de nuestras vidas, un ideal compartido por adultos, jóvenes y niños. Esa meta que está siempre fija en nuestras mentes, y nos hace pensar en los destinos ideales.
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En nuestra búsqueda por el lugar perfecto nos topamos con numerosas imágenes de lugares increíbles en otros países que nos deslumbran, y es que está más que claro que alrededor del mundo existen lugares sorprendentes y enigmáticos, pero, ¿qué hay de México?, ¿Por qué no conocer primero nuestro país y después el resto?
A todos nos queda claro que nuestro país es un lugar rico en cultura, gente, servicios, atractivos y destinos turísticos sin igual, por lo que, recomiendo adentrarnos en lo más profundo de sus tierras, para después admirar tierras lejanas.
Y no hablo de que es necesario conocer México antes de decidir salir de él por mero patriotismo, sino porque visitar lugares distintos a nuestra zona de confort nos hace estar abiertos a nuevas cosas, a nuevas culturas, a nuevos sabores y olores, además de que nos hace conocer nuestras raíces.
Tal vez suena un tanto poética mi propuesta, pero si bien es cierto que conocer México antes de conocer otros países reafirma la identidad, la cultura y la propia personalidad, al fin de cuentas, México es un macro ejemplo de lo que somos: hermosura, alegría, creatividad.
Y es que así como admiramos la belleza de otros países, México es admirado en diversos lugares del mundo por las tradiciones, cultura, folclore (por decir poco), que lo adornan, he ahí, que la importancia de conocerlo reside también en el hecho que al salir del mismo, nos convertimos en embajadores turísticos de nuestra nación.
Saber acerca de lugares turísticos de gran importancia, así como detalles de los mismos, brindará beneficios a la economía del país a largo plazo, porque cuando uno conoce algo hermoso, no puede más que hablar maravillas de él; eso es a lo que me refiero con conocer primero México y después el resto del mundo, ¡convirtámonos en buenos embajadores turísticos de nuestra nación!